Indemnizan a un paciente con 90.000 euros tras extirparle el bazo y parte del páncreas por la demora en el diagnóstico

El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha defendido que la indemnización reconoce el daño moral vinculado a la incertidumbre de lo que pudo haber sido un tratamiento diferente

Guardar
Una intervención quirúrgica (Shutterstock)
Una intervención quirúrgica (Shutterstock)

El Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG) ha dictaminado que el Servizo Galego de Saúde (Sergas) indemnice con 90.000 euros a un paciente del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS) por los perjuicios derivados de una pérdida de oportunidad asociada a un retraso diagnóstico de carcinoma renal. La demora en el diagnóstico resultó en la extirpación innecesaria del bazo y parte del páncreas del afectado.

El fallo, que modifica una sentencia previa del juzgado de primera instancia, considera insuficientes los 64.466 euros inicialmente concedidos, argumentando que no se valoraron adecuadamente aspectos como el daño moral y la pérdida de una alternativa de tratamiento. La Sala resalta las secuelas sufridas por el paciente, que incluyen complicaciones digestivas, una hernia postquirúrgica y un trastorno ansioso-depresivo, además de subrayar que las vacunas adicionales no compensan su estado de mayor vulnerabilidad tras las operaciones.

Te puede interesar: Una mujer, indemnizada con medio millón de euros tras acudir a un hospital privatizado y ser amputada de un brazo por mala praxis

“No cabe obviar la situación de mayor vulnerabilidad en la que se encuentra el demandante tras la extirpación de bazo y parte de páncreas, y que no puede considerarse solventada por el hecho de que se le pongan más vacunas”, al tiempo que destaca que también ha de valorarse que esa situación “supone una mayor intolerancia alimentaria a la mayor parte de comidas grasas, algunas verduras, con problemas digestivos y molestias abdominales”, así como que “tampoco puede desconocerse la existencia de hernia postquirúrgica” y que “resulta indudable la existencia de un trastorno ansioso-depresivo reactivo a la situación por parte del paciente”.

Daño moral por tratamiento diferente

El TSXG ha enfatizado que la indemnización reconoce el daño moral vinculado a la incertidumbre de lo que pudo haber sido un tratamiento diferente, de acuerdo con la doctrina del Tribunal Supremo sobre la pérdida de oportunidad.

Te puede interesar: La sanidad andaluza abonará 300.000 euros por la muerte de un menor por un error

Además, el TSXG añade que, en cuanto a las secuelas de carácter estético, “habría que considerar no la cicatriz derivada de la nefrectomía, pues esta existiría, aunque no se hubiera dado la mala praxis ahora enjuiciada, al ser la intervención quirúrgica adecuada para actuar contra el carcinoma renal, sino la cicatriz a mayores por las intervenciones posteriores para solventar la lesión iatrogénica sufrida durante la nefrectomía”.

Sanidad anuncia un plan bucodental que dará atención gratuita a 13 millones de personas.

El Tribunal ha hecho hincapié en que, aunque el diagnóstico tardío alegadamente no afectó el resultado del tratamiento, existía una posibilidad de que el paciente hubiera requerido sólo una nefrectomía parcial de haberse identificado el tumor con anterioridad. “Dado el tiempo de retraso en el diagnóstico, han de considerarse también las manifestaciones de la doctora en relación a que la influencia de esa demora, en este caso, no habría sido relevante, y constando en la historia que hubo una curación, sin que en controles tras la intervención se evidenciase recidiva ni enfermedad metastásica”, han añadido.

Guardar