El reto de España ante las fuertes sequías de 2024: “Apenas reutilizamos el 10% del agua de las ciudades”

España necesita incrementar significativamente la proporción de agua reciclada en sus ciudades, ya que las futuras sequías ponen en evidencia la necesidad de mejorar la gestión de las reservas

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Vista general del Embalse de
Vista general del Embalse de la MInilla, a 29 de agosto de 2023 en Sevilla (Andalucía, España). (Europa Press)

Las sequías de 2023 en España han abierto un nuevo escenario de problemáticas. La falta de lluvias y la gestión del agua está en permanente análisis por las administraciones y expertos, pero la ciudadanía, si no lo ha hecho ya, se acostumbrará en 2024 a escuchar planes estratégicos con las reservas hídricas del país.

La sequía de Málaga, que incluso en varias localidades cortó los grifos por las noches durante el último verano, y en Girona, donde se dio la alarma en 22 municipios, son el punto de partida para la pedagogía en torno a la gestión del agua. Cataluña pondrá en marcha nuevas medidas a partir de enero y limitará el uso, a la vista de la escasez de los embalses, que siguen por debajo del 20% a pesar de la llegada del invierno.

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La sequía de Girona, considerada como el noveno desastre climático más costoso del mundo en 2023, y con los embalses actualmente al 18% (el año pasado por estas fechas estaban al 40%), hace necesarias medidas para el abastecimiento por si no llegan las lluvias. Del mismo modo, Málaga tiene actualmente restricciones en Periana, Sedella, Vélez-Málaga, El Borge y Benamargosa, bañados por el embalse de La Viñuela, al 7% de su capacidad total.

Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología en la Universidad de Alicante, apunta a que las medidas se deben tomar en momentos más óptimos, cuando el agua no es un problema: “La sequía se debe solucionar en los años de abundancia. Ya el año pasado, viendo que había sido un año de sequía, se deberían haber adoptado seguramente medidas más drásticas”, apunta el experto.

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La falta de lluvias que sufre España debe ser compensada, apuntan los expertos, por una drástica y eficaz gestión del agua. La precariedad de los embalses se fundamenta en ese segundo punto, en un desperdicio de agua en actividades ni primordiales ni necesarias para la actividad económica o la salud, así como en planes estratégicos diseñados antes de que el cambio climático fuese un problema diario.

Solo un 10% del agua de las ciudades españolas se reutiliza

Samuel Reyes, director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), reconocía esta semana que “es la peor sequía del siglo” pero que España vive “como si no existiera en las ciudades”. “Después de que la agricultura haya sufrido recortes de entre el 50 y el 100%, la sociedad urbana solo se entera cuando hablas de los gimnasios, de los barcos o del Barça”, zanjaba el directivo.

24/11/2022 Vista del pantano de
24/11/2022 Vista del pantano de La Llosa del Cavall, a 24 de noviembre de 2022, en Barcelona, Catalunya (España). (Europa Press)

“En España tenemos un esquema de planificación del agua que no se ha adaptado a las condiciones de cambio climático. Estas sequías tan intensas son un efecto directo del proceso de calentamiento global. La planificación del agua tiene que empezar a adaptarse a esta nueva realidad que todo apunta, va a seguir en las próximas décadas. La Ley de Aguas se publicó en 2001″, declara a Infobae España Olcina, como prueba de la necesidad de modernizar estos mecanismos de regulación.

La actividad de la agricultura es, fundamentalmente, de cultivos de regadío, que tienen hasta seis veces más recompensa económica que los de secano. De ahí que limitar el uso del agua pueda suponer una alteración fundamental en el sector. Pero no toda tensión por la gestión del agua se explica en el campo, el desperdicio de las ciudades también es un factor importante. “En España, las ciudades consumen 4.000 hectómetros cúbicos de agua, pero apenas reutilizamos un 10%. Ahí hay un potencial muy importante para reutilizar, para tener un colchón importante en momentos críticos. Si la depuras, la reintegras en el circuito”, propone el director del Laboratorio de Climatología en la Universidad de Alicante.

Construir embalses o pelear por trasvases, como pasó entre la Comunidad de Madrid y el Tribunal Supremo, no son las políticas recomendadas por los expertos. Si no hay agua, esa no será la solución, construir desaladoras en Cataluña y el litoral Mediterráneo para potabilizar las reservas son un camino que sí tiene la aprobación de la comunidad científica.

Sequía en España: las comunidades toman medidas
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