La Dirección General de Tráfico (DGT) instalará 150 nuevos cinemómetros en las carreteras españolas en los próximos tres años. La medida, que busca aumentar la seguridad vial, se enfocará principalmente en las carreteras convencionales, con el 80% de los nuevos dispositivos previstos para estas vías y el restante en autovías y autopistas.
La DGT ha confirmado que de los nuevos dispositivos de control de velocidad, el 60% serán radares de tramo, considerados los más efectivos, mientras que el 40% serán radares fijos de velocidad instantánea. La incorporación de estos radares se suma a los 355 cinemómetros fijos y 64 de tramo ya presentes en las carreteras gestionadas por la DGT, excluyendo Cataluña y País Vasco.
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Desde la implantación de los primeros radares en 2005, la siniestralidad vial en España ha disminuido significativamente. Mientras que en 2004 se registraron 3.841 fallecidos en las carreteras, en 2022 la cifra de víctimas mortales se redujo a 1.273. Ana Blanco, subdirectora adjunta de Circulación de la DGT, atribuye a la velocidad excesiva una presencia destacada en los accidentes y afirma que los controles de velocidad fijos y de velocidad media son eficaces para reducir la siniestralidad.
Los radares Doppler, que representan aproximadamente el 90% del total de dispositivos instalados, utilizan microondas para calcular la velocidad de los vehículos, mientras que el resto emplea tecnología láser. Todos estos radares se calibran anualmente por el Instituto Nacional de Metrología, garantizando su correcto funcionamiento, y se ubican en puntos donde se registra un mayor número de accidentes.
Radares móviles
Además de los medios fijos, la DGT cuenta con 325 radares móviles operados por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC), situados en puntos con significativa acumulación de accidentes. Ana Luz Jiménez, jefa provincial de Tráfico en Sevilla, enfatiza la importancia de reducir la cifra de muertos en carretera y la eficiencia en el uso de los recursos para controlar la velocidad.
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La Unidad de Medios Aéreos de la DGT, con su flota de 11 helicópteros equipados con radares Pegasus, ha enviado casi 20.000 propuestas de sanción al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas (CTDA) durante el año 2022 por infracciones de velocidad. La evolución tecnológica ha facilitado la instalación de radares en ubicaciones remotas y la mejora en las cámaras y flashes permite captar imágenes legibles en condiciones de poca luz.
Cuando se produce una infracción, los cinemómetros fijos generan automáticamente datos y fotografías que se envían encriptados al CTDA para su procesamiento. Yolanda del Canto, directora del CTDA, destaca que el 30% de las fotos recibidas se descartan al no cumplir los criterios estrictos establecidos antes de iniciar un expediente sancionador. En 2022, el CTDA generó unos tres millones y medio de denuncias por excesos de velocidad.
Con la instalación de los nuevos radares, la DGT refuerza su compromiso de mejorar las condiciones de seguridad en las carreteras y reducir la siniestralidad. Los estudios y controles en curso indican que la presencia de estos dispositivos disuade a los conductores de superar los límites de velocidad establecidos, contribuyendo a una mayor precaución y respeto en la red viaria del país.