Cuando viajamos a Málaga lo primero que se nos viene a la cabeza son sus impresionantes y extensas playas. Estas son el principal atractivo de la provincia andaluza y conforman una parte importante de su patrimonio natural. Sin embargo, Málaga es más que eso, pues en ella se pueden encontrar algunos de los parajes más impresionantes de España. De hecho, muchos son reconocidos a nivel mundial, como es el caso del Caminito del Rey o el Torcal de Antequera, mientras que otros se mantienen ocultos esperando ser descubiertos.
Así, en sus profundidades se ubica una de las joyas naturales de la región, pues tal y como señalan fuentes oficiales, “es una de las tres únicas cuevas de origen marino que se conocen en el mundo”. Se trata de la conocida como Cueva del Tesoro, que situada en el pueblo de Rincón de la Victoria, concretamente en la parte conocida como El Cantal, es uno de los destinos turísticos más impresionantes de la zona.
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Un tesoro escondido
La cueva ha sido testigo de diversas épocas históricas, pues en su interior, se han descubierto pinturas rupestres y objetos de cerámica que evidencian la presencia de poblaciones prehistóricas. Fenicios, romanos y árabes han pasado por aquí, de hecho, durante la época de Al-Ándalus, fue conocida como “La gruta de la maravilla”. Así, según las leyendas locales, el rey Yúsuf ibn Tašufín, ordenó esconder en su interior un tesoro del antiguo reino Hamudí, aunque este nunca ha sido encontrado.
Pero más allá de leyendas, la Cueva del Tesoro es un patrimonio de incalculable valor, no solo por su formación única y sus aportaciones a la prehistoria de la región, sino también como un recurso turístico que atrae a visitantes nacionales e internacionales. Pues se trata de una de las tres grutas de origen marino que se conocen en el mundo, y la única de Europa.
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Una geomorfología increíble
Para entender la formación de este enclave es necesario conocer lo que es un cantal. Estos corresponden a “pequeños acantilados que se formaron en época jurásica y que se asoman al mar por esta parte de la costa mediterránea”, explica Turismo de Málaga. Así, este lugar ha sufrido una trasformación notable debido a la interacción de materiales, movimientos tectónicos y fenómenos costeros en un proceso geológico que se extiende a lo largo de millones de años.
Originalmente, la región estaba compuesta por depósitos de materiales silíceos. Sobre estos, se fueron sedimentando estratos de roca caliza, que gradualmente configuraron un paisaje natural propenso a cambios mayores. La elevación de este terreno, fruto de la presión de fuerzas subterráneas, junto con la acción constante de corrientes marinas y el impacto del oleaje, condujo al nacimiento de diversas cuevas y galerías en los acantilados.
Con el transcurso del tiempo, el goteo continuo de agua rica en minerales contribuyó a la construcción de impresionantes formaciones geológicas dentro de estas cavidades. Esto dio lugar a columnas, estalactitas y estalagmitas, que dotaron a las cuevas de un aspecto emblemático, convirtiéndolas en un espectáculo visual para los visitantes y un foco de interés para la ciencia. De esta forma, la morfología actual de la Cueva del Tesoro se extiende por aproximadamente 500 metros de galerías, y alberga además lagos subterráneos, producto de la acumulación de agua en su interior.
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Qué se puede ver en la Cueva del Tesoro
Durante la visita a esta joya natural se pueden contemplar multitud de salas y galerías que dejan con la boca abierta. Nada más entrar, el viajero se toa con una exposición y una sala de interpretación donde poder conocer la formación geológica y los restos históricos encontrados. Seguidamente, la Sala de la Virgen, con El Pozo Suizo, y la Sala de Marco Craso, irrumpen en el camino fascinando a los visitantes.
Esta última se llama así porque se dice que el político romano se ocultó aquí al ser perseguido. Pasando estas salas, se contemplan otras como la del Águila, el Santuario de Noctiluca, diosa de la luna, la noche y la fecundidad; la Sala del Volcán, donde se puede contemplar una sima; y la Sala de los Lagos, la cual indica el final de la visita.
Cómo visitarla: horarios y precios
A la hora de visitar la Cueva del Tesoro se deben tener en cuenta ciertos aspectos. Uno de ellos es el horario, pues varía en función de la época del año:
- Horario de invierno. Es del 1 de octubre al 30 de abril y abre sus puertas de 10:00 h a 14:00 h y de 15:00 h a 18:00 h, siendo el último pase a las 17:00 h.
- Horario verano. Es del 1 de mayo a 30 de septiembre, de 10:30 h a 14:00 h (último pase a las 13:00 h) y de 16:30 h a 20:00 h (último pase a las 19:00 h).
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En lo referente a los precios, estos varían también dependiendo de la condición de cada uno:
- Adultos (15 a 64 años): 4,65 euros.
- Jubilados y 3ª Edad (de 65 años en adelante): 2,75 euros.
- Carnet Joven/Estudiante: 2,75 euros.
- Infantil (4 a 14 años): 2,75 euros.
- Niños (0 a 3 años): Gratis.
Cómo llegar
Desde Málaga, el viaje es de alrededor de 25 minutos por la carretera A-7. Por su parte, desde Granada el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 25 minutos por las vías A-44 y A-7.