El Gobierno de España ha dado un paso adelante en la protección del poder adquisitivo de los pensionistas ante el contexto inflacionario actual. Este miércoles 27 de diciembre, el Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto-Ley por el cual establece la revalorización de las pensiones del sistema público para el año 2024, en línea con el compromiso de mantener las prestaciones ajustadas al coste de vida.
Se confirma que las pensiones contributivas experimentarán un incremento del 3,8% para el próximo año debido a la evolución del IPC interanual. Estos números emergen de un esfuerzo por conservar el poder de compra de los pensionistas, que se ven enfrentados al incremento del coste de vida.
Te puede interesar: Hacienda hace permanente el impuesto a los ricos para evitar pérdidas de recaudación en bonificaciones de Madrid y Andalucía
De manera más significativa, ciertas pensiones percibirán un alza superior. Entre ellas, destacan las pensiones no contributivas, las pensiones mínimas, y las cuantías garantizadas correspondientes al Ingreso Mínimo Vital (IMV). Todo ello, aludiendo al cumplimiento de las directrices marcadas por el Pacto de Toledo.
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones indica que con el aumento del 3,8%, la pensión media de jubilación alcanzará en 2024 los 1.380 euros mensuales. Resalta además que, en los últimos dos años, la pensión media de jubilación ha registrado un ascenso anual de unos 2.230 euros. Globalmente, la pensión media del sistema, que incluye las modalidades de jubilación, viudedad, incapacidad permanente, orfandad y en favor de familiares, se establece en promedio de 1.200 euros por mes.
Ingreso Mínimo Vital
Pero es en las pensiones no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital donde se observará una de las subidas más notables, con un incremento estimado del 6,9% respecto a 2023. Acorde al gobierno, las pensiones mínimas han sido objeto de un análisis para situar el alza entre el 5% y el 7%, finalizando en un incremento del 6,9% para las pensiones mínimas contributivas y manteniendo la misma cifra para las pensiones no contributivas y las cuantías garantizadas del IMV.
Te puede interesar: Ayuso compensará a las grandes fortunas con nuevas bajadas fiscales tras la recaudación temporal del Impuesto de Patrimonio
En particular, la pensión mínima de viudedad con cargas familiares es la que se destaca con una revalorización notable, con un aumento del 14,1% para 2024. De este modo, se logrará equipararla en monto a la pensión mínima de jubilación.
Además, dentro del paquete de medidas, las pensiones no contributivas de vejez e invalidez del SOVI también subirán en un 6,9%, ubicando la prestación en 517,9 euros mensuales y 7.250,6 euros anuales.
No menos importante es la mención del complemento para reducir la brecha de género, destinado a las pensiones de las mujeres que han sido madres y se enfrentan a una pensión más baja por ello. Dicho complemento verá un incremento del 10% por encima del IPC, ascendiendo a 34,17 euros mensuales por cada hijo dentro de los criterios establecidos.
El volumen económico que conlleva la actualización del 3,8% en las pensiones contributivas supone un coste cercano a los 7.300 millones de euros para las arcas del Estado, cifra que se eleva hasta los 8.280 millones de euros al considerar el aumento adicional en el resto de prestaciones.
Se estima que aproximadamente 11,8 millones de pensionistas y beneficiarios de prestaciones mejorarán su situación económica con la aplicación de esta revalorización. Según refieren fuentes de la Seguridad Social, se trata de una medida de calado significativo para la ciudadanía.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha resaltado la importancia de esta iniciativa, señalando que la misma favorece a “uno de cada cuatro españoles” y pone especial atención en aquellos de “mayor vulnerabilidad”, mejorando así su posición frente a un entorno económico fluctuante.