Pedro Sánchez se ha decantado por un sustituto de Nadia Calviño que domina los lenguajes de interés a nivel Europeo: ha estado en primera línea de las negociaciones organizadas por España para reformar las reglas fiscales y se maneja a la perfección con el inglés, cuestión fundamental para la cartera que más peso tiene en la representación del Gobierno en Bruselas, la de Economía, y que es también la encargada de negociar el Plan de Recuperación.
Carlos Cuerpo (Badajoz, 1980) acumula un abultado currículum para sus 43 años y es uno de los ministros de Economía más precoz de la democracia, además de estar también entre los miembros más jóvenes del Gobierno (junto con Pablo Bustinduy, Ernest Urtasun, Isabel Rodríguez y Diana Morant). El hasta ahora secretario general del Tesoro y Financiación Internacional (puesto que ocupaba desde agosto de 2021) es licenciado en Economía por la Universidad de Extremadura en 2003 y máster en Economía por la London School of Economics, además de doctor en Economía por la Universidad Autónoma de Madrid. Ocupa cargos en el Gobierno desde 2020, cuando fue escogido para la dirección general de Análisis Macroeconómico del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
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Al igual que su predecesora en el cargo, Cuerpo tiene un perfil técnico: desempeñó la primera parte de su vida laboral como funcionario antes de entrar en puestos de elección política. Ingresó por oposición en el Cuerpo de Técnicos Economistas del Estado en 2008, año del inicio de la Gran Recesión, y entre ese año y 2014 fue analista en la dirección general de Análisis Económico y Economía Internacional del Ministerio de Economía y Competitividad, bajo gobiernos tanto del PSOE como del PP.
Compatibilizó este cargo entre 2011 y 2014 con el de analista económico en la dirección general de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión Europea y en 2014 pasó a formar parte de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Allí fue primero subdirector general de Endeudamiento Público y, posteriormente, director de la División de Análisis Económico hasta que fue llamado por Calviño en 2020.
Un plan de ajuste para reducir la deuda y el déficit
Durante su etapa como analista de la Comisión ejerció responsabilidades relacionadas con el procedimiento de desequilibrios macroeconómicos y en la AIReF encabezaba los trabajos sobre previsiones macroeconómicas y sostenibilidad de la deuda, por lo que se trata de un experto en la materia. Su ascenso se produce en un momento clave para España por la vuelta de las reglas fiscales en 2024 después de tres años con la cláusula de escape activada por la pandemia y los shocks que le sucedieron.
Hace apenas nueve días los países miembros de la UE alcanzaron un acuerdo político para reformar el marco de gobernanza económica bajo el liderazgo de España al ostentar la presidencia rotatoria del Consejo de la UE. En las próximas semanas este acuerdo deberá aprobarse definitivamente por el Parlamento y el Consejo antes de que pueda publicarse en el Diario Oficial de la UE y entrar en vigor en 2024, con efectos a partir de la planificación presupuestaria de 2025.
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No obstante, España ya tiene que cumplir el próximo año con el límite de crecimiento del gasto primario neto de medidas de ingresos que recomendó la Comisión en primavera (2,6%). Además, el Gobierno tendrá que realizar un plan de ajuste a medio plazo (como mínimo cuatro años) en el que detalle de qué manera va a situar el déficit por debajo del 3% (la Comisión estima cifras superiores) y la deuda en una senda continuamente descendente.
Labor de encaje, bien por el lado de los ingresos o de los gastos, en la que tanto Cuerpo como la ascendida ministra de Hacienda y vicepresidenta primera serán los principales protagonistas: la propia Comisión Europea anticipó en un informe del pasado jueves que la ratio de deuda española volverá a crecer desde 2027, por lo que España tendrá que hacer “esfuerzos adicionales”.