“Desde muy pequeñito soñaba con llegar a ser futbolista. Y quién me iba a decir a mí que iba a poder disfrutar y vivir todo lo que el fútbol me ha dado”, con estas palabras colgaba las botas. Fernando Llorente llegó a lo más alto con el equipo vasco, pero unas negociaciones con el Athletic de Bilbao para su renovación hicieron que ambos tomaran caminos diferentes. El jugador puso rumbo a Turín para vestir la camiseta a rayas de la Juventus, mientras que el club se vio obligado a reemplazar a su estrella, uno de los mejores delanteros que había en ese momento en LaLiga. Pero, ¿qué ha sido de él?
Llorente comenzó su andanza deportiva jugando al fútbol sala, aunque rápidamente se sumó a las categorías inferiores del Athletic cuando tan solo tenía once años. Entonces vivía con una familia íntima amiga del coordinador de Lezema (las instalaciones del club vasco), de esta forma estudiaba por las mañanas y acudía a los entrenamientos en dicha ciudad deportiva por las tardes. El joven no tardó en despuntar a medida que sus condiciones físicas y su hambre de goles aumentaban. Esto le hizo ir ascendiendo a través de las diferentes categorías del club. Hasta que un día le llegó su oportunidad.
El 16 de enero de 2005, el técnico Ernesto Valverde, decidió contar con él para el partido de liga ante el Espanyol. A partir de ese momento, alternó suplencias con titularidades, aunque supo aprovechar las oportunidades que se le presentaban con goles decisivos para el equipo. Sin embargo, era Ismael Urzaiz quien por aquel entonces ostentaba el puesto de delantero centro. Y entonces, llegó Joaquín Caparrós para ponerse al frente del equipo y el ascenso de Llorente como futbolista fue apoteósico. Se convirtió en titular indiscutible gracias a su acierto de cara a portería. Tal fue la situación que se llegó a convertirse en uno de los mejores jugadores de LaLiga.
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Esto despertó la curiosidad de muchos clubes y le abrió las puertas a la selección. Con La Roja se convirtió en campeón del Mundo en Sudáfrica en el año 2010 y campeón de Europa en 2012. El Rey León vasco era todo un referente del futbol español. Eso sí siempre de la mano del Athletic. Con la llegada de Bielsa en el año 2011, el club certifica una de sus mejores temporadas en años. Llegaron a la final de la Europa League y de la Copa del Rey, pero en ambos caso se quedaron con la miel en los labios, a punto de rozar la gloria.
A partir de ese momento, las relación entre el Athletic y Llorente comienza a resquebrajarse. El delantero empieza a dar largas al club con su renovación hasta que finalmente anuncia su decisión de marcharse, aunque tendría que aguantar toda la temporada con los Rojiblancos, algo que no fue nada fácil para él, dado que su protagonismo en el equipo cayó en picado. Pero, para fortuna del Rey León, antes de que finalizara la temporada, la Juventus ya había decidió apostar por el navarro y sumarle a sus filas.
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Rumbo a la ‘Vecchia Signoria’
La primera temporada en la Vecchia Signoria fue para enmarcar, formando una dupla letal junto a Tevez. Pero su protagonismos en las dos temporadas siguiente fue decreciendo hasta que el club italiano decidió ponerle en el mercado y el Sevilla se interesó por él. Así en 2015 estaba de regreso en España para vestir la camiseta del equipo hispalense, pero el delantero no acaba de encajar y tras una campaña para olvidar, ficha por el Swansea. Allí vuelve a reencontrarse con su mejor versión e, incluso, consiguen mantener al equipo en primera. Su actuación no pasó desapercibida y el Tottenham se interesa por él.
Sin embargo, Llorente no lleva a cabo una temporada demasiado reseñable y el club inglés acaba vendiéndole en verano. De nuevo rumbo a Italia, esta vez al Nápoles para ponerse al servicio de Carlo Ancelotti, donde certificó una primera temporada destacable. El problema llegó cuando prescindieron del entrenador italiano. El club trató de echar por todos los medios al delantero, hasta el punto de que le quitaron incluso el dorsal. Tras ello, pasó seis meses en el Udinese y, posteriormente, volvió a España para concluir su trayectoria profesional en el Eibar, en Segunda División. Y, finalmente, tras no encontrar equipo decidió colgar las botas y anunciar su retirada.
La espinita de acabar en el Athletic
Ya en el Tottenham intentó mover los hilos para regresar de nuevo al Athletic y en su etapa en el Nápoles volvió a intentarlo, pero no hubo manera. “Al final alguien no quería que fuera. Estando en el Nápoles, hasta los jugadores me llamaron para intentarlo de todas las maneras, justo antes de la final contra la Real Sociedad. Acabó siendo un marrón para los que se pronunciaron”, recuerda. A lo que añade: “El Athletic fue el club donde me formé como jugador y persona, me hubiera gustado acabar mi carrera allí”.
Y ahora qué
En mayo de este año, Fernando Llorente anunciaba su retirada. Tras aseguró que había llegado el momento de pasar tiempo con la familia, ser un buen padre. Aunque el fútbol sigue ocupando parte de sus pensamientos y no descarta la idea de ponerse al frente de un equipo como entrenador. El navarro aseguró en una entrevista con Relevo: “Es algo que sí me gustaría, pero ahora mismo necesito tiempo para pensar lo que quiero. Será algo ligado al fútbol, eso seguro. Creo que el que quiere ser entrenador lo tiene más claro que yo. Pero en esta vida todo en ponerse y querer.
“Yo por ejemplo tengo claro que quiero disfrutar de mi familia y ser un buen padre, eso para mí es lo más importante y seguramente eso me limita otras cosas. Ser entrenador es muy esclavo, te quita estabilidad, que te puedan echar y tienes que volver a mover a la familia…”, concluyó.