La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado el aviso amarillo en una veintena de provincias pertenecientes a siete comunidades autónomas de España ante la previsión de temperaturas mínimas que podrían llegar a los -7 grados, además de nieblas densas, fuertes rachas de viento y fenómenos costeros. Este aviso es una señal para que la población tome precauciones frente a las condiciones meteorológicas adversas que pueden afectar actividades específicas aunque no representan un riesgo general para el conjunto de la sociedad.
En Andalucía, se anticipa que las temperaturas podrían descender hasta -6 grados en provincias como Córdoba y Granada. Esta misma situación de frío intenso se espera en Teruel y Zaragoza, dentro de la comunidad de Aragón, donde se ha activado el mismo nivel de aviso. La situación es similar en Castilla y León donde las provincias de León, Palencia y Zamora enfrentan riesgos por bajas temperaturas y niebla, y Valladolid donde el aviso se centra específicamente en la niebla que podría reducir visibilidad de manera significativa.
Te puede interesar: Qué tiempo hará en España esta semana hasta Nochevieja: lluvia, frío y nevadas
En Castilla la Mancha, la provincia de Guadalajara se prepara para temperaturas de hasta -7º y se ha activado el riesgo por frío también en Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo, con avisos por niebla en las dos últimas provincia y la misma situación se repite en la Comunidad de Madrid. Galicia, por su parte, enfrenta avisos por fuerte oleaje en las provincías de A Coruña y Pontevedra y por vientos en Lugo, lo que pone en alerta a las actividades marítimas y puede afectar estructuras y árboles susceptibles a rachas intensas de viento.
El sistema de avisos de la Aemet tiene como finalidad alertar a la ciudadanía ante fenómenos meteorológicos adversos (FMA) que, aunque no sean extremadamente peligrosos, sí tienen el potencial de causar daños y afectar al desarrollo normal de diversas actividades. Estos avisos se basan en la intensidad y la rareza del fenómeno en cuestión, por tanto, lo que en una región puede considerarse habitual y no activar alertas, en otra puede resultar problemático y llevar a un aviso.
La Aemet genera estos avisos con hasta 72 horas de anticipación, abarcando 13 tipos de fenómenos como lluvias, nevadas, vientos, y otros citados anteriormente. Cuando se prevé que algún fenómeno sobrepase un umbral de intensidad, se emiten avisos a través de su página web y se notifica a organismos como protección civil para que coordinen acciones preventivas.
Te puede interesar: Qué es la irrupción polar que llega a España de la que advierte la Aemet: dejará grandes nevadas
Es importante no confundir los términos “aviso” y “alerta”, dado que mientras el primero se refiere a una notificación previa sobre fenómenos meteorológicos y su potencial impacto, el segundo concierne a las medidas concretas de precaución y las acciones a llevar a cabo.
Distintos colores de avisos
Los colores de los avisos marcan el grado de atención que la población debe tener. El aviso amarillo señala que hay que prestar atención a actividades concretas, como salidas al campo o excursiones marítimas, pero no implica un peligro general. Un aviso naranja informa sobre riesgos significativos que pueden afectar actividades cotidianas y requerir medidas de precaución en el hogar. El aviso rojo, por su parte, indica un riesgo extremo en situaciones excepcionales, recomendando a menudo evitar desplazamientos y tener en cuenta posibles cancelaciones o retrasos en transportes.
Es crucial mantenerse informado y seguir las actualizaciones meteorológicas, ya que un aviso amarillo puede escalar rápidamente a naranja. A su vez, la desactivación de un aviso no implica que el riesgo haya desaparecido por completo; en muchos casos, los niveles de aviso disminuyen paulatinamente, manteniendo aún ciertas precauciones hasta el retorno total a la normalidad.