El castillo convertido en fábrica de cerveza donde puedes bañarte en ella

La cerveza es una de las bebidas más consumidas a nivel mundial, y en España es toda una tradición. Durante todo el año, las terrazas de nuestro país se llenan de gente para disfrutar de esta cotizada bebida. Pero ¿han pensado alguna vez en la posibilidad de bañarse en ella? Puede parecer algo imposible o incluso fuera de lugar, pero cada vez son más las fábricas y balnearios que permiten echarse, literalmente, la cerveza por encima.

Así, los amantes de esta bebida pueden disfrutar de relajantes baños en muchos espacios, aunque el primero de todos y el original se encuentra en la región del Tirol, en Austria. Se trata de la fábrica de cerveza Starkenberg en Tarrenz, la cual después de más de 200 años operativa ha decidido llenar siete piscinas con 300 litros de cerveza rebajada con agua. Muchos se pueden ver tentados a beberla, pero no es recomendable, ya que aparte de que está caliente, se puede disfrutar del baño mientras se disfruta de una amplia gama de variedades.

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Pero, ¿tiene propiedades beneficiosas? Generalmente, una de las características esenciales de los spas y balnearios es las propiedades mineromedicinales de sus aguas. En este caso, la cerveza no iba a ser menos, y es que es rica en selenio, un mineral que mantiene la piel suave. Además, cuenta con B6 y B3, que ayudan al fortalecimiento de la piel, las uñas y el pelo, y silíceo, que da elasticidad a la piel.

Con dos siglos a sus espaldas, la la fábrica de cerveza Starkenberg se ha convertido en un referente gastronómico y turístico en la región del Tirol. Así, permite visitar sus instalaciones, aprender sobre la elaboración de la cerveza, y degustar o adquirir productos que elaboran ellos artesanalmente.

Además, cuentan con salas históricas ambientas en la Edad Media como es la conocida como Salón del Caballero. En ella se pueden contemplar largas mesas y sillas de madera, el escudo de los antiguos propietarios del castillo y un espacio con capacidad para un máximo de alrededor de un centenar de personas.

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A su vez, su complejo engloba tanto la fábrica como el museo, ocupando unas dimensiones que superan los 4.000 metros cuadrados. No obstante, lo más impresionante de Starkenberg es que se encuentra en el interior de un castillo, que, según algunos historiadores, puede estar fechado entre el siglo XV y XVI. De esta forma, el viajero puede disfrutar a día de hoy de su imponente arquitectura donde se conservan bóvedas, pasillos y salas medievales.

Tal y como exponen desde su página web, la visita a la fábrica de cerveza se puede hacer de lunes a domingo en horario de 10:00 h a 17:00 h durante los meses de mayo a octubre. Por su parte, de noviembre a abril, abre sus puertas de lunes a viernes, manteniendo el mismo horario. En cuanto al precio sin degustación de cerveza es de:

• Adultos: 8,50 €
• Niños de 7 a 15 años: 6,50 €
• Niños hasta 6 años: gratis
• Entrada familiar (2 adultos + 2 niños): 25,00 €