Una de las rutas de senderismo más bonitas para hacer con niños: recorre un bosque de secuoyas en Cantabria

El sendero es apto para carritos de bebé y personas con movilidad reducida y conforma uno de los más especiales de la provincia gracias a la majestuosidad del paisaje

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Bosque de las secuoyas, en
Bosque de las secuoyas, en Cantabria (Turismo de Cantabria).

Cantabria tiene de todo. Tiene playas increíbles, pueblos con muchos encantos y un conjunto natural que quita el aliento, pero ¿se imaginaban un bosque de secuoyas? Esto puede chocar en un principio, y no es de extrañar, pues este árbol no es típico de nuestra tierra, pero en esta comunidad se localiza uno de los parajes naturales más impresionante de España. Así, entre las localidades de Cabezón de la Sal y Comillas se ubica el conocido como bosque de las secuoyas del Monte Cabezón.

A pesar de la majestuosidad de estos árboles, este monumento natural está considerado como el parque más pequeño de los Espacios Naturales Protegidos de Cantabria. Cuenta con alrededor de 850 ejemplares, los cuales albergan una altura de media de 40 metros y un perímetro de dos metros. En comparación, con las secuoyas de California, de 115 metros de altura, este lugar se queda algo pequeño. Además, se trata de un espacio creado durante el franquismo para abastecer de madera a la región.

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Además, en sus más de 2 hectáreas de extensión se puede realizar una ruta de senderismo que permiten disfrutar de estos árboles. Es ideal para hacer con la familia o amigos y apta para todo tipo de públicos, por lo que se puede convertir en un plan ideal para ir con los más pequeños de la casa. Además, la entrada es gratuita y permite el acceso de las mascotas.

Un bonito paseo

Bosque de las secuoyas, en
Bosque de las secuoyas, en Cantabria (Turismo de Cantabria).

En apenas una hora u hora y media, depende del ritmo, el viajero puede recorrer este curioso paisaje. El punto de partida es el propio parking de la reserva, donde se puede dejar estacionado el vehículo. Así, a lo largo de poco más de los dos kilómetros de distancia que alberga el recorrido, se puede disfrutar de un paraje único. Mirando arriba, las altas copas de las secuoyas tupen un manto verde sobre el viajero, el cual recorre el bosque por medio de una senda forestal y unas pasarelas de madera.

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Estas están habilitadas para todos los públicos, incluso para carritos de bebés y personas con movilidad reducida. En mitad del camino, uno puede descansar en los numerosos merenderos que hay y contemplar más detenidamente la majestuosidad de las secuoyas. La ruta se puede realizar prácticamente todo el año, pero durante los meses de otoño y primavera, el paraje cuenta con un color especial. Además, no hace tanto calor como en el verano ni tanto frío como en el invierno.

Cómo llegar al bosque de las secuoyas

Desde Santander, el viaje hasta la reserva de secuoyas de Cabezón de la Sal es de alrededor de 30 minutos por las carreteras A-67 y A-8. Por su parte, desde Gijón el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 20 minutos por la vía A-8.

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