El 2023 termina con 55 feminicidios, el peor de los últimos cuatro años en violencia machista

Los datos que deja la violencia de género en España en 2023 son abrumadores. Este ha sido un año especialmente trágico en el que se han registrado 55 feminicidios, seis más que el año pasado, según la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, lo que eleva la cifra a un total de 1.237 desde 2003, cuando se empezaron a recopilar estos crímenes. Sin embargo en este mes de diciembre, a diferencia del último mes de 2022 donde fueron asesinadas 13 mujeres y otras rectas finales de años anteriores, se ha revertido esa tendencia al alza, pues el último feminicidio tuvo lugar el pasado día 1 en el municipio coruñés de Oroso, donde un hombre de 88 años mató a su esposa de 80 con un arma blanca para después suicidarse. En los últimos 26 días no ha habido ningún crimen machista.

No obstante, aunque el año termine, las fiestas navideñas aún continúan hasta el 6 de enero y, al igual que otros periodos vacacionales, suponen una situación de alto riesgo para muchas mujeres porque aumenta la convivencia con el agresor.

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De esos 55 feminicidios en el ámbito de la pareja y la expareja perpetrados este año, solo en 13 había denuncias por maltrato, pues muchas mujeres no se atreven a denunciar por temor a no ser creída, por vergüenza o por miedo miedo al agresor. Y aunque hay víctimas de todas las edades, un 38% de ellas (21) tenían entre 31 y 40 años, mientras que otras 12 mujeres tenían entre 41 y 50 años. En cuanto a su procedencia, 32 de las víctimas eran españolas y 23 de otros países, prácticamente igual que sus agresores: 30 españoles y 32 extranjeros.

Esos datos, dice a Infobae España Graciela Atencio, directora del observatorio Feminicidio.net ponen de manifiesto la necesidad de “aumentar las campañas de sensibilización y prevención de la violencia de género entre la población migrante, sobre todo entre las mujeres están en situación irregular, ya que denuncian menos por el riesgo a ser expulsadas del país y porque tienen un menor acceso tanto a la justicia como a los servicios sociales”. La activista también considera que la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género debería incluir en sus estadísticas los feminicidios frustrados en el marco de la pareja, porque “permitiría medir mejor la gravedad del problema en el país”.

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Este año, además, dos menores de edad fueron asesinados por sus padres, por lo que ya son 50 las víctimas mortales que deja la violencia vicaria desde que en 2013 comenzaran a registrarse estos asesinatos.

Desde que en 2003 comenzaron las estadísticas oficiales de feminicidios, el año que registra un mayor número de asesinatos machistas es 2008, con un total de 76, seguido de 2010, con 73, y 2004, con 72. Y a pesar de que este 2023 también ha sido dramático, si se comparan los datos de hace dos décadas con los actuales, los casos han descendido un 29%, según el Ministerio del Interior.

El aumento de feminicidios de este 2023 viene acompañado de otras “cifras preocupantes”, indica Atencio, como el incremento de mujeres víctimas de la violencia de género y un mayor número de denuncias presentadas durante el tercer trimestre del año. Según el Observatorio de Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), las 53.480 denuncias y las 52.545 mujeres víctimas registradas entre los meses de julio, agosto y septiembre representan, respectivamente, un aumento del 8,09% y del 9,57% en relación con los datos de hace un año.

En cuanto a los delitos contra la libertad sexual, de acuerdo a los datos del Ministerio del Interior, en el tercer trimestre del año el total de denuncias ha crecido un 12% hasta las 15.051, es decir, más de dos denuncias por agresión sexual a la hora (con y sin penetración). En España se denuncian por tanto 13 violaciones al día, una cada dos horas, y 55 agresiones sexuales al día (sin penetración), más de dos cada horas.

Este incremento de las denuncias, sin embargo, también se debe a que existe una mayor concienciación sobre la violencia de género y a que hay mayor disposición de las víctimas a denunciar estos delitos, tal y como han indicado los ministerios de Igualdad e Interior.

Otro dato a tener en cuenta es que en España casi cinco millones de mujeres han sido víctima de algún tipo de violencia por parte de su pareja o expareja, ya sea psicológica, física, sexual o económica, según reveló la Encuesta Europea de Violencia de Género 2022 (EEVG).

Para tratar de dar una mejor respuesta al repunte de feminicidios, a lo largo de este año el Ministerio de Igualdad ha convocado varios comités de crisis. De hecho, apenas unos días después de que la nueva ministra de Igualdad, Ana Redondo, asumiera su cargo a finales de noviembre tras la salida de Irene Montero, se activó el séptimo comité desde su puesta en marcha en julio de 2022, pues se convoca a las distintas instituciones implicadas en la lucha contra la violencia de género cuando se superan cinco feminicidios en un mismo mes. En ese sentido, septiembre ha sido el mes más cruento de todo el año, al registrar 10 asesinatos machistas. Es más, en ese mes se superaron los feminicidios que hubo en todo el 2022.

En ese séptimo comité de crisis las expertas coincidieron en la necesidad de incidir en el entorno de las víctimas “para que tomen conciencia de la situación y denuncien los casos de los que sean conocedores”, y se insistió en seguir avanzando en la formación especializada en perspectiva de género en las profesiones que intervienen en estos casos.

Pese a los datos, no todo es negativo, pues cabe destacar que España ha logrado importantes avances en materia de igualdad y muestra de ello es que en los últimos cinco años, entre 2018 y 2022, ha cumplido más del 65% de las medidas del Pacto contra la Violencia de Género, una herramienta que ha permitido analizar problemas y luchar contra el negacionismo sobre esta violencia, mientras que otro 20% está en proceso de cumplimiento.

Desde que el pacto entró en vigor, se ha logrado la garantía del derecho al aborto y los derechos de las personas trans y LGTBI, que se contabilicen todos los feminicidios (no solo los que se producían en el ámbito de la pareja) o la ley del “solo sí es sí”, que pone el consentimiento en el centro para definir las agresiones sexuales, si bien aún faltan por recursos y personal formado que aplique una perspectiva de género en los diferentes ámbitos, ya sea social, judicial o policial.

Y como son muchos los retos que quedan por delante, concluye Atencio, es fundamental que en este nuevo año que está a punto de comenzar tanto el Gobierno central como los Ejecutivos autonómicos sigan destinando recursos para luchar contra la violencia de género.