Como un juego de niños pero con el terror en la pantalla. La mecánica de Traitors es muy similar a la de pueblo duerme: un montón de inocentes en un grupo grande y tres traidores infiltrados. Cada noche alguien es asesinado y el resto debe adivinar quién es el culpable. El productor y la directora del proyecto, Tinet Rubira y Nia Sanjuán, aseguraron que había grandes postores que pujaban por la emisión de este reality, pero finalmente fue HBO quien se llevó la licencia.
Una vez se aprobó el proyecto, había que activar la maquinaria y eran muchos los aspectos a tener en cuenta: había que pensar en quienes iban a ser los protagonistas y, sobre todo, cuál iba a ser el escenario de esta historia, ya que el argumento tenía mucho de misterio gótico. Finalmente, el Castillo de Sigüenza, un edificio de origen medieval, pero restaurado por Luis Picardo en la década de los 70, parecía el lugar perfecto para dar vida a este historia.
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El Castillo de Sigüenza
El origen de su historia es incierto, hay quien habla de un asentamiento preexistente del pueblo arévaco en la misma colina de este castillo. Ahora, las supersticiones son firmes desde la instalación romana en este territorio. Así, una vez que Escipión el Africano tomó las riendas de la conquista de la península ibérica, la colina se convirtió en un perfecto enclave estratégico.
Se habla del paso del Cid Campeador y de otras personalidades, pero no fue hasta el siglo XII cuando el castillo pasó a ser propiedad y feudo de los obispos de Sigüenza. Después, en los siglos siguientes, este emplazamiento vivió un tiempo de cambios. El objetivo era claro: reforzar su carácter defensivo.
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Por otra parte, la Guerra de la Independencia tuvo unas consecuencias devastadoras para el edificio; quedó casi en ruinas. Ya en el siglo XX pasó a ser cuartel de la Guardia Civil y, tras el fin del conflicto, el castillo quedó casi en ruinas.
La reforma, su transformación en parador y el paso por ‘Traitors’
“El castillo de Sigüenza fue reconstruido con una gran invención, como una acción artística, en la que se aplicó de forma clara el criterio de la unidad de estilo para limpiar el inmueble de añadidos no medievales que desvirtuasen su sentido guerrero”, explica la especialista en los Paradores de España María José Rodríguez.
De esta forma, el objetivo de todo cambio siempre fue el de recrear un castillo medieval apto para el uso y disfrute de los turistas. De hecho, desde Paradores quisieron apostar por el carácter medieval de principio a fin: desde la estructura hasta los muebles del edificio. De hecho, en la propia serie de Traitors utilizaron buena parte de esta escenografía.
El parador de Sigüenza cuenta con 159 habitaciones y seis salones, entre los que destaca el salón de Doña Blanca, que tiene capacidad para 300 personas. El portal web de Booking permite reservar de forma online las habitaciones, el precio mínimo aproximado es de unos 100 euros para una habitación doble.