De pequeñas dimensiones, pero con un fuerte recorrido histórico. El pueblo de Calatañazor es la prueba de que cada época deja su impronta en las localidades. En el caso de este municipio es la edad Media la que aún vive en el pueblo.
De esta forma, sus entrecalles y viviendas no sólo sirven para viajar en el tiempo, sino que también se presentan como el lugar perfecto para ambientar historias de película. De hecho, son muchas las similitudes encontradas entre Calatañazor y algunos escenarios de Juego de Tronos.
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Qué ver en Calatañazor
Para poder disfrutar de Calatañazor en necesario atravesarlo de arriba a abajo. Pasar las horas caminando por sus calles para conocer sus espacios más desconocidos y poner nombre y lugar a los misterios que dan forma al pueblo. Así, estas son sólo algunas de las paradas obligadas:
- La calle Real: es la única calle que vertebra el pueblo. Su trayectoria llega hasta los confines del viejo castillo de los Padilla. Así, cada paso es un viaje en el tiempo, es llegar al primer milenio y darse cuenta de la historia que atraviesa a la villa. Además, durante el camino también se podrá apreciar la arquitectura popular de Calatañazor, que se caracteriza por las fachadas porticadas y sin armonía que han hecho de este pueblo uno de los más pintorescos de toda Castilla y León.
- Santa María del castillo: es la iglesia más importante del municipio. Está fechada en el siglo XII, aunque cuenta con añadidos posteriores de entre los siglos XVI y XVIII, llama la atención, sobre todo, la fachada occidental donde se encuentra la portada. Frente a la iglesia hay un pequeño museo parroquial con distintas muestras de arco sacro, así como pergaminos y sellos de algunos reyes de España, como Enrique IV o Carlos I.
- El castillo de los Padilla: Es la joya de la corona, aunque a día de hoy sólo quedan sus ruinas. Fue levantado dos siglos después de la muerte de Almanzor en el lugar que ocupaba un fortín árabe. Los restos del castillo se asoman al conocido como Valle de la Sangre.
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Pueblos que visitar cerca de Calatañazor
El aura medieval que caracteriza a Calatañazor también se extiende a las localidades de alrededor. Burgo de Osma es una de las más destacadas. Por ello, aunque esté un poco alejada, se recomienda disfrutar de sus calles y edificios. Aunque no es la única recomendación.
En la misma carretera, la N-122, y a menos de 10 kilómetros. Allí se encuentran dos localidades que destacan por la belleza de su patrimonio, así como por la similitud entre sus nombres: Muriel de la Fuente y Muriel Viejo. Muriel de la Fuente, además de ser conocido por la impresionante Fuentona, destaca por ser el punto de acceso al majestuoso Sabinar de Calatañazor, un pintoresco lugar liderado por las aves rapaces. Además, su ermita Del Valle, un ejemplo de arquitectura románica, junto con la iglesia y las tonalidades ocres de sus calles, brindan un refugio al visitante que contrasta con la naturaleza virgen de su entorno.
Qué comer en Calatañazor
Para dar por finalizada la visita a este municipio se recomienda reservar unas horas para disfrutar de su gastronomía. Su tradición culinaria está basada en los productos locales como los torreznos, las setas o el cordero. Del mismo modo, entre sus platos típicos destacan el potaje de garbanzos con bacalao, el asado de cordero o el postre de migas dulces con leche frita.