Esta temporada ha estado marcada por algunos grandes ‘revivals’ dentro del cine de acción, que nos han llevado a Indiana Jones y dial del destino a Misión Imposible: Sentencia mortal. Parte 1, pasando por la saga de John Wick, así como a la recuperación de maestros del cine de autor tan variados como Martin Scorsese o Aki Kaurismäki y el regreso de Hayao Miyazazi.
La disputa veraniega entre Barbie, de Greta Gerwig y Oppenheimer, de Christopher Nolan, fue finalmente ventajosa para ambas producciones, pero, en la pugna por los premios del año, también entraron películas inesperadas como Vidas pasadas, la ópera prima de Celine Song, que ha enamorado al público y a la crítica, o la última Palma de Oro de Cannes, Anatomía de una caída, de Justine Triet.
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Además, rescatamos algunas joyas como Scarlet, de Pietro Marcello o Una bonita mañana, de Mia Hansen-Løve que necesitan ser reivindicadas dentro de la maraña de grandes títulos. Una selección por parte del equipo de cultura de Infobae España, formado por Beatriz Martínez, Cynthia Serna y David Pardillos.
‘Los asesinos de la luna’, de Martin Scorsese
Ni Martin Scorsese y Robert De Niro están demasiado mayores, ni Leonardo DiCaprio cansado de seguir demostrando por qué es uno de los mejores actores de los últimos veinte años. Si a ello le sumamos la presencia de Lily Gladstone, uno de los grandes descubrimientos de la temporada, entonces entendemos por qué en Los asesinos de la luna todo funciona como un reloj suizo. Una película de las de antes, que se cuecen a fuego lento, pero en la que el director de Taxi Driver no duda en echar la vista atrás y hacer también autocrítica hacia la forma que había tenido de filmar la violencia durante tantos años.
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‘El chico y la garza’, de Hayao Miyazaki
Tras diez años sin estrenar una película, regresaba el genio de Hayao Miyazaki para condensar todo su universo en una película que parece ser el colofón a toda su inabarcable carrera artística, que nos lleva desde Mi vecino Totoro a El viaje de Chihiro. Precisamente esta obra parece integrar todas las constantes de su filmografía, casi como se tratara de una especie de resumen crepuscular. Una historia de iniciación que parte de la cruda realidad para llevarnos a un mundo de fantasía, repleto de criaturas extraordinarias, en la que el personaje protagonista, un niño huérfano, tendrá que enfrentarse a sus inseguridades y reafirmar su identidad. Un clásico inmediato de uno de los grandes maestros de la animación contemporánea.
‘Vidas pasadas’, de Celine Song
La ópera prima de Celine Song se ha convertido en la gran sorpresa de la temporada, así como la protagonista de la próxima temporada de premios. En ella narra la especial amistad entre dos niños que se se separan a causa de la migración y su relación a lo largo del tiempo, desde sus inicios en Corea del Sur hasta su reencuentro en Estados Unidos. Una película especial y delicada a la hora de plantear el tema de las raíces y el desarraigo emocional a través de personajes tan humanos como sensibles a la hora de conectar con el espectador y con su propia memoria.
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‘Anatomía de una caída’, de Justine Triet
Desde Parásitos no había una ganadora de la Palma de Oro en Cannes que conquistase la taquilla como lo está haciendo Anatomía de una caída. Aquí no hay lucha de clases como en la película de Bong Joon-ho pero sí un gran juicio en el que están en juego muchas cosas. Tras el fallecimiento en extrañas circunstancias de Samuel, su mujer Sandra (excepcional Sandra Hüller) será llevada a juicio y acusada hasta dilucidar si se trata de un suicidio o un homicidio provocado. La directora Justine Triet construye aquí un ambicioso y endiabladamente divertido puzle en el que cualquier pieza, por pequeña que sea, resulta indispensable en la agotadora búsqueda de la verdad.
‘Barbie’, de Greta Gerwig
Greta Gerwig consiguió lo impensable, hacer una película sobre la muñeca de Mattel históricamente sexualizada para reconvertirla en un icono feminista. Una maniobra inteligente y repleta de imaginación y originalidad en la que los colores rosa se ‘re actualizan’ para simbolizar, con ironía, a la mujer del nuevo milenio, dinamitando todos los estereotipos preestablecidos y utilizando la cultura pop para erigirse como icono de la liberación contra el patriarcado. Margot Robbie y Ryan Gosling componen unos personajes para el recuerdo, en ese mundo de ensueño que entronca con la actualidad.
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‘Oppenheimer’, de Christopher Nolan
Ni Barbie y el fenómeno Barbenheimer ni su más que plausible carrera en los Oscar deberían distraernos de la realidad, y es que Christopher Nolan ha conseguido la película que llevaba años buscando hacer. Un filme en el que prescinde de los grandes artificios de sus anteriores títulos y se centra en la controvertida figura del físico Oppenheimer, al que Cillian Murphy da vida como nadie pero obteniendo sus réplicas en una amplia galería de secundarios en la que cada uno parece estar haciendo la interpretación de su vida. Una obra mastodóntica que parte de lo más íntimo y que, como la figura del propio Oppenheimer, ya ha grabado su nombre en la historia.
‘Scarlet (L’envol)’, de Pietro Marcello
Después de la sublime epopeya histórica Martin Eden, Pietro Marcello regresa a sus orígenes, a las fábulas oníricas pequeñas, pero con un gran componente reflexivo y poético. En ese sentido, nos encontramos frente a un cuento de hadas delicado que se basa en El velero rojo, del escritor ruso y socialista, Alexandr Grin, en el que la llegada de un aventurero trastoca las normas de la sociedad del momento y el que, en este caso, se reivindica el poder liberador femenino. Pero lo que atrapa en esta película es la forma evocadora en la que se cuenta la historia, su etérea delicadeza, su poder de fabulación.
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‘Una bonita mañana’, de Mia Hansen-Løve
Tras el viaje metacinematográfico de La isla de Bergman, la directora Mia Hansen-Løve regresa a Francia y lo hace con uno de sus filmes más esperanzadores, a pesar de la crudeza que relata. Sandra (Léa Seydoux) es una mujer soltera que tiene que lidiar con su niña al tiempo que con su padre, un anciano con una enfermedad muy avanzada. Cuando se cruza en su camino un viejo amigo, Sandra comienza a recuperar la esperanza a pesar de que la vida no le ponga más que piedras en el camino. Una de esas películas que te golpea fuerte, pero te da un abrazo, una de esas bonitas películas que dejan huella.
‘Decision To Leave’, de Park Chan-wook
El director de Old Boy, después de la exquisita La doncella, se adentra en una historia donde su virtuosismo visual y narrativo alcanza un grado máximo de estilización a través de un noir plagado de giros, elipsis, cambios de punto de vista y rimas internas protagonizado por un policía obsesionado con su trabajo y una mujer sospechosa de asesinato que se introducirán en una espiral de amor, mentiras y fatalidad.
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Un majestuoso trabajo que le valió a Park Chan-wook el premio al Mejor Director en Cannes por su habilidad para manejar las herramientas del lenguaje y sumergirnos en la psique de los personajes a través de una atmósfera plaga de deseo y peligro.
‘Fallen Leaves’, de Aki Kaurismäki
Dicen que los grandes artistas solo hacen una obra y el resto solo son variaciones de la misma idea. En el caso de Aki Kaurismäki se podría decir que no hace comedias románticas ni dramas sociales, hace películas de Aki Kaurismäki. De ahí que Fallen Leaves sea una película tan identificable como a la vez difícil de clasificar, una tierna historia de amor entre un alcohólico y una camarera en la que el autor finlandés parece haber encontrado la mejor versión de su propia receta.