El lema de Sánchez estos meses ha sido “hacer de la necesidad, virtud”. Este mantra le ha servido al presidente del Gobierno para justificar ante su electorado una medida “necesaria, pero con mala prensa”, dice Pablo Edo, uno de sus votantes el pasado 23 de julio. La amnistía, el reciente pacto con EH Bildu para desalojar a la derecha del ayuntamiento de Pamplona o la ruptura de Sumar y Podemos son algunos de los asuntos que más han interpelado a los votantes progresistas durante estas últimas semanas.
La ofensiva de la derecha contra el Gobierno de coalición, sus pactos y sus políticas también apelan a los electores progresistas más descontentos para intentar captar su voto de cara a los próximos ciclos electorales. Paula Ramos (Huelva, 24), Miguel García (Extremadura, 20), Jorge Pastrano (Madrid, 24), Ramón Martínez (Madrid, 41), Pablo Edo (Aragón, 26) y Mamen Giménez (Madrid, 48) son votantes del PSOE y fuerzas a su izquierda. Infobae España habla con ellos para analizar como perciben los últimos pasos del espacio.
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La amnistía: un mal trago
“Estoy a favor de la amnistía”, es tajante Miguel, aunque “entiendo perfectamente que haya votantes socialistas que estén enfadados con Sánchez”, añade por teléfono. Paula sí reconoce que “con la amnistía he experimentado un viaje”, “estaba muy a favor del indulto y recibí la amnistía con reticencias hasta que me di cuenta de que un Gobierno de derechas iba a cambiar mi vida y uno progresista iba a protegerme”, señala. Además, “creo que las democracias fuertes tienen que estar dispuestas a perdonar y pienso que España, a pesar de lo que muchos digan, lo es”, completa.
“Personalmente, la amnistía me da igual. Sí, es cierto, en 2017 unos señores leyeron un papel y durante un momento no se sabía lo que estaba pasando, pero como ciudadano me preocupan otras cosas. Como profesor me preocupa el estado de nuestra educación pública, o el desmantelamiento de la sanidad pública en Madrid”, crítica. “¿Estuvo mal?, puede ser. Pero si el precio que hay que pagar para que haya un Gobierno progresista es aprobar una amnistía, que se hagan las amnistías que sean necesarias”, zanja el profesor de instituto.
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A pesar de tener algunas reservas sobre la medida, todos comparten que la amnistía “es una medida que favorece la convivencia en Cataluña” y puntualizan que “no se puede valorar como progresista o conservadora, se debe medir en otros términos, simplemente es una propuesta que pretende descongestionar el conflicto”, subraya Jorge. Aunque Mamen puntualiza: “lo que peor llevo es que se perdone la malversación de dinero público”.
“Me duele que la izquierda no pare de pelearse”
La ruptura de Podemos con Sumar “me entristece profundamente”, reconoce Paula mientras le da vueltas al café. “A Podemos le han hecho un Podemos”, señala Ramón y Pablo Edo, ahonda un poco más en esta idea: “En política no hay que ser ingenuo y parece que Yolanda se ha cobrado la venganza de lo que le hizo Iglesias a Izquierda Unida”, teoriza.
La razón de ser de Sumar fue la reedición del Gobierno de coalición y la unidad a la izquierda del PSOE, ¿ha quedado desdibujado Sumar cuando uno de sus dos propósitos no ha sido capaza de mantener?, “en parte sí, Yolanda me ha desilusionado, y mira que me gusta, pero no lo ha gestionado bien”, critica Mamen, visiblemente molesta. Enfadado también está Miguel, que reparte culpas a partes iguales: “Podemos se lo ha cargado el dúo de Galapagar, y su falta de autocrítica, pero Yolanda ha contribuido a ello, (Ione) Belarra, como secretaría General de Podemos, tenía derecho a estar en el Gobierno”.
Con esta idea coincide Jorge, “fue un error no incluirles”, “han trabajado más por destruirse entre ellos que por la unidad”, lamenta. No obstante, ninguno niega la deriva de Podemos: “Que no vaya junta la izquierda me molesta, pero, ¿quiero que me represente Ángela Rodríguez ‘Pam’?, pues mira, no”, “la izquierda va separada porque parte del espacio ha decidido delirar”, considera Miguel. “A Podemos le ha devorado la moralidad que exigió cuando llegó”, responde Pablo y Ramón completa: “Podemos venía a asaltar los cielos y ha acabado exigiendo un sillón. A pesar de que haya sido la mejor ministra de Igualdad y la más comprometida, pero yo esperaba más”, zanja con resignación.
Sobre su futuro, Paula tiene claro que a Podemos “le quedan dos telediarios, las elecciones europeas concretamente”. No obstante, el resto no se atreve a hacer una predicción tan certera, “todo pinta mal, pero en política nunca se sabe, que se lo digan a Pedro Sánchez”, recuerda Ramón.
“Bildu es una victoria de la democracia”
Tras la investidura y después de votar a favor de la investidura de Pedro Sánchez, Bildu registró una moción de censura en el ayuntamiento de Pamplona, una iniciativa que el PSN avalará para desalojar a UPN del consistorio. “Yo estoy aplicando la misma lógica que la de Óscar Puente. El Gobierno de Bildu supone que la derecha pierde poder, a mi eso me alegra, asique bienvenido sea”, reconoce Paula.
Sobre Bildu también hay un consenso generalizado, para estos votantes progresistas, que Bildu participe del juego democrático supone “el éxito de nuestro Estado democrático”, apunta Ramón, que cree que con la entrada de la izquierda abertzale en la dinámica de los partidos demuestra que “nuestro sistema es tan robusto, que ha logrado que aquellos que mataban hayan hecho lo que les pedíamos: dejar las armas y presentarse a las elecciones”, completa.
“Hay que dejar una cosa clara”, termina por añadir Mamen, “ETA no existe, España derrotó a ETA hace años, lo digo porque a veces, según a quién escuches parece que la banda terrorista sigue matando”.