Subsidio por desempleo, Palestina y Telefónica: el nuevo Gobierno de coalición sin Podemos echa a andar “escorado a la izquierda”

Varias fuentes de la parte minoritaria del Ejecutivo valoran de forma positiva los primeros pasos de calado dados por Sánchez para contrarrestar las críticas de los morados por su ausencia en él

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al inicio de la sesión de control al Gobierno, junto a las vicepresidentas segunda y tercera. (Chema Moya/EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al inicio de la sesión de control al Gobierno, junto a las vicepresidentas segunda y tercera. (Chema Moya/EFE)

El aumento del subsidio por desempleo, el refuerzo de la posición sobre el reconocimiento del Estado de Palestina y la compra del 10% de Telefónica para convertirse en el principal accionista de la empresa estratégica. Estas son las primeras decisiones de calado impulsadas durante esta semana por el nuevo Gobierno de coalición de PSOE y Sumar, en el que no está Podemos tras quedarse sin cuota de representación.

Los morados vieron su ausencia como un riesgo a la hora de impulsar medidas progresistas en el seno del nuevo Ejecutivo, comprometiendo la posibilidad de acometer las “grandes transformaciones que necesita nuestro país”. Si bien, tras un mes compartiendo espacio de trabajo en la Moncloa, varias fuentes de la parte minoritaria del Ejecutivo, liderada por Yolanda Díaz, valoran de manera positiva las medidas adoptadas hasta ahora por el Gobierno de coalición.

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“El Gobierno está muy escorado a la izquierda”, resume un mimbro de Sumar con presencia en el Consejo de Ministros. Recalca estas tres acciones abordadas en los últimos días, las más relevantes a su vez a lo largo de las últimas cuatro semanas de rodaje, especialmente la relacionada con la entrada del Estado en Telefónica. “Revierte una situación de privatizaciones que nunca debió haber pasado en nuestro país”, definió la propia vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

La orden del Gobierno a la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) para la compra de hasta un 10% de Telefónica, por un importe superior a los 2.000 millones de euros, ”da absoluta seguridad” después de que el principal fondo inversor de Arabia Saudí adquiriera el 9,9%. Pedro Sánchez también calificó la operación de “estratégica”, que está “relacionada con la defensa y la ciberseguridad”.

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En la primera batalla de esta nueva etapa en el Gobierno entre la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y Yolanda Díaz, una de las últimas antes de que la ministra de Economía deje su cartera para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI), la líder de Sumar cosechó una nueva victoria al pactar el aumento del subsidio del paro hasta los 570 euros (casi 100 euros más al mes) en el marco de la reforma de esta prestación.

Nadia Calviño y Yolanda Díaz en el Congreso. (Eduardo Parra / Europa Press)
Nadia Calviño y Yolanda Díaz en el Congreso. (Eduardo Parra / Europa Press)

La titular de Trabajo y Economía Social destacó que la modificación, incluida en las reformas comprometidas con la Comisión Europea, no solo “ensancha los derechos laborales de los trabajadores”, sino que además tiene un impacto de género “sin precedentes” porque más del 56% de las personas que reciben este subsidio son mujeres. También, concentra su impacto en los empleados con más edad, pues los mayores de 55 años constituyen el colectivo que más se acoge al subsidio.

El conflicto de Oriente Medio

Sobre el conflicto en Oriente Medio, Podemos ha mantenido una oposición frontal a la posición defendida por Pedro Sánchez, quien esta semana se volvió a reafirmar en su promesa de impulsar en esta legislatura el reconocimiento del Estado palestino. Mientras los de Ione Belarra piden hacer más y ser más contundentes, otra voz de Sumar en el Ejecutivo pone en valor el hecho de que el líder socialista se haya convertido en un “referente” en Europa al defender esta posición.

Sánchez ha sido el único líder europeo que se ha atrevido a exigir ante el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el cumplimiento del derecho internacional, la necesidad de un fuego permanente y duradero, y la apuesta por la solución de los dos Estados como vía para acabar con este conflicto histórico. Y estos gestos son motivo de “orgullo” en las dos almas que sostienen el Gobierno.

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Desde que los ministros tomaran posesión de su cargo el pasado 21 de noviembre, PSOE y Sumar hacen un balance positivo de los primeros días compartiendo espacio en el Consejo de Ministros. Varias fuentes de uno y otro lado ponen el acento en la “buena” sintonía que impera hasta la fecha más allá de las discrepancias ideológicas evidentes entre estas dos fuerzas políticas.

Desde el PSOE subrayan que la relación es “mejor” que en la anterior legislatura, cuando Unidas Podemos era el partido minoritario del Gobierno. No obstante, también reconocen que la “experiencia” del primer Ejecutivo de coalición de la democracia sirve de ayuda para lidiar con futuras negociaciones.

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Pero no es oro todo lo que reluce. A la espera de que ambos partidos se pongan manos a la obra con la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado de 2024, las diferencias entre PSOE y Sumar han aflorado en lo relativo a la política migratoria. Tras el Pacto de Migración y Asilo sellado el pasado miércoles por el Parlamento Europeo y los Estados miembro, Yolanda Díaz afeó que supone un “paso atrás sin precedentes” que retrocede a una Europa fortaleza y que “abre las manos a la agenda de la extrema derecha en Europa”. “Hay pactos que a veces es mejor no suscribir”, apostilló mientras que Sánchez lo avaló al permitir “mejorar la gestión” de las fronteras.

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