Las 10 mejores películas españolas de 2023: de ‘Robot Dreams’ a ‘La sociedad de la nieve’

Llega el final del año y es momento de echar la vista atrás y pensar en todas aquellas películas que nos han acompañado durante este 2023. Este ha sido un año especialmente bueno para el cine español en todas sus vertientes, un año que empezó con el premio en el Festival de Berlín a 20.000 especies de abejas y que termina con La sociedad de la nieve entrando en la shortlist de los próximos Premios Oscar, a la espera de si finalmente estará nominada a Mejor Película Internacional y las otras tres categorías a las que aspira.

No obstante, no todo el cine del año se reduce a J.A. Bayona, sino que su película es el colofón a una temporada llena de todo tipo de propuestas. Desde Infobae España hemos recopilado algunas de ellas, nuestras diez favoritas, entre las que se encuentran aventuras animadas, viajes a la naturaleza y a la introspección, autodescubrimientos sexuales y espirituales, búsquedas de amigos, viajes en taxi por Madrid o cuentos veraniegos sobre actrices enamoradas.

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En definitiva, una gran galería de personajes maravillosos e historias fascinantes, de grandes maestros y nuevas voces en nuestro cine, diez películas con las que brindar por este fantástico año y por el cine que está por venir en 2024.

Es muda, se desarrolla en Nueva York y la protagonizan un perro antropomórfico y su robot mascota, y sin embargo es una de las mejores películas españolas del año. Pablo Berger, director de películas como Blancanieves o Abracadabra, da el salto a la animación adaptando la novela gráfica homónima de Sara Varon, pone en imágenes en movimiento una tierna historia sobre la amistad y la soledad. No hacen falta palabras, solo miradas, gestos y la omnipresente September de Earth, Wind & Fire para ponerle música a un nuevo clásico de la animación española.

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Explicar los miedos e inseguridades generados desde la infancia y la adolescencia no es tarea sencilla ni para el mejor de los terapeutas. Hacerlo en una película de menos de dos horas con elegancia y bravura, menos aún. Pero con Elena Martín estamos ante de las grandes nuevas voces del cine español, quien tras deslumbrarnos con un sincero relato del vivir en el extranjero como Julia ist ahora nos presenta una película monumental. Mila, interpretada por la propia Martín, es una mujer que se da cuenta de que está perdiendo su deseo sexual y no entiende por qué. Comenzará entonces a indagar en su pasado para entender qué le ha llevado hasta ahí, intercalando distintas etapas de su vida en las que conocemos otras versiones de ella -magníficamente encarnadas por las jóvenes Clàudia Malagelada y Mila Borrás- en este inolvidable viaje de autodescubrimiento.

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Paula Ortiz adapta el texto del dramaturgo Juan Mayorga y lo hace añadiendo toda su sensibilidad y poesía creativa. Una película sustentada por dos grandes intérpretes, Blanca Portillo y Asier Etxeandía que hablarán de lo divino y lo humano en una confrontación dialéctica que nos interpela por su conexión con una realidad dinamitada por el posicionamiento ideológico. Una película libre, única y repleta de riesgo artístico en la que la directora vuelve a demostrar, después de La novia, que es dueña de un imaginario personal irreductible. Un proyecto al margen de los estereotipos en el que la palabra y la imagen se unen de una manera profundamente reveladora.

Antonio Méndez Esparza, después de trabajos entre el documental y la ficción que le proporcionaron reconocimiento internacional, como Aquí y allá o La vida y nada más, apuesta por la adaptación de la novela de Juan José Millás demostrando una capacidad inaudita por la mezcla entre surrealismo cotidiano y crítica social en la que brilla un personaje femenino único, original y que refleja las inseguridades y la valentía de las mujeres dentro de un mundo hostil, magistralmente interpretado por Malena Alterio. Una película diferente, repleta de espejos entre la realidad y la imaginación que se erige como una de las propuestas más inauditas, brillantes e inteligentes de la temporada.

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Itsaso Arana debuta en la dirección con este cuento de hadas moderno, sin príncipes, y protagonizado por cinco mujeres que juegan entre la realidad y la representación para consolidar un universo de sororidad en el que late la creación artística como una forma de liberación contra el patriarcado. En esta pequeña y preciosa aventura campestre, Arana, se acompaña de Bárbara Lennie, Irene Escolar, Izciar Manero y Helena Ezquerdo para componer un experimento entre la improvisación y la narración dramática que recuerda a Jacques Rivette y ese espacio en el que la vida y la actuación se funden y se confunden felizmente.

J.A. Bayona se enfrenta nuevamente frente a ‘lo imposible’ en esta película basada en la obra de Paolo Vierci en la que se narra el accidente de avión que tuvo lugar en la cordillera de los Andes y que se convirtió en todo un suceso de conmoción pública ya que los supervivientes tuvieron que alimentarse de aquellos que iban falleciendo para poder salir adelante.

El director se centra en la parte emocional, así como en el espíritu de aventura de un grupo de personas que se enfrenta a la falta de recursos en un entorno en el que se desintegran las fronteras de lo que conocemos como civilización. Un trabajo de dirección majestuoso y una mirada humana a una catástrofe que reflexiona en torno a los límites tanto físicos como morales de nuestra especie.

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Al igual que la novela de Alana S. Portero, La mala costumbre, se ha convertido en la gran novela trans de toda una generación, la ópera prima en el largometraje de Estíbaliz Urresola se ha erigido como un auténtico fenómeno a la hora de narrar la infancia trans de una niña que deber reivindicar su identidad dentro de su familia. Una película delicada, transparente y honesta a la hora de narrar una realidad desde una perspectiva que apuesta por la libertad de expresión y que se ha convertido en la gran protagonista de la temporada de premios en nuestro país, en parte gracias a su prodigioso elenco de actrices, capitaneado por la pequeña Sofia Otero, y Patricia López Arnaiz, que interpreta a su madre y las veteranas Itziar Lazcano y Ane Gabarain. Un canto a la diversidad tan necesario como repleto de sensibilidad expresiva.

Otra cineasta polifacética de nuestro cine que se lanzó a adaptar una novela este año fue Isabel Coixet, quien en este caso optaba por coger la novela Un amor de Sara Mesa. En ella se cuenta la historia de Nat, una joven que se muda a un pequeño pueblo de la España profunda. Allí se encuentra con las hostilidades de su casero, quien se niega a arreglarle las goteras del piso, pero también con el cariño del perro que le deja a su cargo y sobre todo de Andreas (Hovik Keuchkerian), un misterioso hombre que le propone un curioso trato a cambio de arreglarle las goteras. Nat comenzará a introducirse en un bucle obsesivo con Andreas que le llevará a cuestionarse sus actos y su propia forma de ser. Una adaptación muy libre en algunos aspectos, pero también muy fiel en ese angustioso retrato de la crueldad del pueblo y sus habitantes hacia una Nat que encarna como nadie Laia Costa.

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Adorada por muchos y cuestionada por tantos otros, Cerrar los ojos es sin duda una de las películas que más ha polarizado en este 2023 en cuanto a cine español se refiere. El regreso de Víctor Erice al largometraje de ficción después de tantos años parece haber sido más reconocido fuera -Festival de Cannes y críticos mediante- que en nuestras fronteras, pero no por ello deja de ser un bello relato en torno a la memoria y a cómo el cine puede ejercer una impronta eterna en aquel que se deja llevar por él. Con un magnífico Manolo Solo y un José Coronado como no le habíamos visto hasta ahora, Cerrar los ojos cuenta la historia de un director de cine a la búsqueda de su estrella perdida, un actor desaparecido durante muchos años y al que casi todos dan por muerto. Pero el cine siempre encuentra la manera de rescatar a sus estrellas, como ha sucedido en este caso con el propio Erice.

Este ha sido un año de grandes autodescubrimientos y viajes al corazón, y Els encantats es una de esas pequeñas películas que nos ha conquistado a base de sinceridad y reflexión. De nuevo con Laia Costa de protagonista, la película nos traslada a la pintoresca y legendaria zona de los Pirineos en donde se desarrolla esta historia sobre maternidad o más bien sobre no-maternidad. Porque la Laia Costa de Cinco lobitos aquí pasa a ser Irene, una mujer que se replantea su papel como madre al volver a la casa de su infancia y tener que estar un tiempo separada de su hija. La directora Elena Trapé (Las distancias, Blog) vuelve a demostrar su capacidad para combinar lo tierno con lo trágico y llenar de matices una historia de contradicciones y frustraciones personales que a más de uno le resultará familiar.

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