La bajada de tipos de interés y el aumento de la morosidad: los principales riesgos de la banca en 2024

El sector minorista y las pymes podrían aumentar el riesgo de crédito en los bancos españoles

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Logotipos de Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell, Bankinter y Unicaja Banco. EUROPA PRESS.
Logotipos de Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell, Bankinter y Unicaja Banco. EUROPA PRESS.

Los bancos españoles cerrarán 2023 con récord de beneficios gracias a la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de subir los tipos de interés hasta el 4,5% para doblegar la inflación. Tras reducirla al 2,4% en la zona euro, las tornas han cambiado, lo que ha llevado al eurobanco a frenar la subida de tipos y, según descuenta el mercado, a bajarlos en 2024.

Este nuevo giro de timón generará incertidumbre en los bancos españoles, prevén Carola Saldias Castillo y Marco Troiano, analistas de calificaciones de instituciones financieras de Scope Ratings. Para afrontarla, nuestros bancos están bien pertrechados tras alcanzar este año su máxima rentabilidad debido a la mejora de los márgenes de intereses, las limitadas provisiones para insolvencias, la contención de costes y sus buenas posiciones de capital, lo que “seguirá respaldando el perfil crediticio de los bancos españoles el año que viene”, señalan los expertos.

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Entre las amenazas que presionarán los márgenes de los bancos españoles el año que viene destacan la revalorización de los depósitos que se ha producido en el segundo y tercer trimestre de este año. Según Saldas y Troiano, “La gran base de financiación minorista representa un punto fuerte de los bancos españoles, pero los clientes están cambiando cada vez más las cuentas corrientes por depósitos a plazo”.

Otro riesgo vendría de un incremento de la morosidad. Por el momento, la calidad de los activos de los bancos es estable, pero “el sector minorista y las pymes podrían implicar un mayor riesgo de crédito”, prevén ambos expertos.

Hasta ahora, los parámetros de calidad de los activos se han mostrado resistentes, aunque el descenso de la morosidad parece haber tocado suelo. “Esperamos que comience a materializarse cierto deterioro en el primer semestre de 2024, impulsado inicialmente por los préstamos al consumo, a las pymes y a las empresas muy apalancadas, así como por la volatilidad de los mercados emergentes”. También el riesgo de una prórroga del impuesto extraordinario más allá de 2024 añade incertidumbre al entorno operativo de los bancos españoles.

Cambian las tornas

Los factores favorables a la rentabilidad que los bancos españoles han tenido este año se volverán desfavorables en 2024, auguran los analistas. Sus buenos resultados del tercer trimestre se derivaron de una mejora del ROE -ratio que mide la rentabilidad de una entidad- de forma generalizada, alcanzando el 12,4%, cuando los niveles de rentabilidad han estado por debajo del 10% durante los últimos cinco años.

El principal motor de la rentabilidad fue el margen de intereses, que siguió creciendo, aunque a un ritmo más lento que en el segundo trimestre para la mayoría de los bancos.

Saldas y Troiano esperan que la mejora del margen de intermediación continúe al menos durante el primer semestre de 2024, ya que las hipotecas a tipo variable siguen representando en torno al 68% del total.

La velocidad de la revalorización de los activos reflejará, a su juicio, “la diferente composición de la cartera crediticia en términos geográficos y de tipo de préstamos y se traducirá en un mayor aumento de los márgenes para BBVA y Santander; y menor para CaixaBank y Sabadell. La dinámica del volumen también variará en función de la combinación geográfica y seguirá haciéndolo en 2024″.

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Tanto en España como en la UE, ambos analistas esperan una contracción de los préstamos hipotecarios y a empresas, ya que la reducción de la renta disponible y las subidas de los tipos de interés han afectado más a los hogares y a las pequeñas empresas.

Respecto a los gastos de explotación, los costes de Santander y BBVA crecieron debido a la mayor inflación salarial en los mercados emergentes y a los efectos del tipo de cambio. En Caixabank y Sabadell, los costes se mantuvieron prácticamente planos debido a la aplicación de los planes de reestructuración y a que las iniciativas de contención de costes están dando sus frutos. Los ratios de eficiencia están mejorando en todos los bancos, con una media del 43% para el tercer trimestre frente al 47% del ejercicio 2022, ya que los mayores ingresos de explotación respaldan los objetivos de eficiencia. Los analistas esperan que esta mejora se mantenga en 2024, aunque acabará invirtiéndose a medio plazo a medida que se normalicen los ingresos.

El coste de riesgo aumentará

En cuanto al coste del riesgo, aumenta de forma muy controlada. Por el momento no se han materializado los temores a un ciclo grave de la calidad de los activos, salvo en algunos segmentos seleccionados. Para BBVA y Santander, el mayor coste del riesgo refleja el aumento de las carteras de préstamos al consumo en los mercados emergentes. Para 2024, los analistas esperan que el coste del riesgo se incremente en todos los bancos, pero siempre bajo control, ya que “prevemos una transición a niveles medios a lo largo del ciclo”, auguran los expertos.

Respecto a los costes extraordinarios, el impuesto extraordinario aprobado por el Gobierno para 2023 y 2024 fue fácilmente absorbido por el aumento de los beneficios y es “poco probable” que afecte a los resultados en 2024, indican los analistas.

“En nuestro escenario base no contemplamos una prórroga del impuesto por un periodo más largo. Sin embargo, la proliferación de impuestos sobre las ganancias inesperadas de los bancos en los países de la UE apoya nuestra opinión de que a los bancos se les considera cuasi utilities. Por lo tanto, no descartamos que a medio plazo surjan nuevas iniciativas que puedan mermar la rentabilidad de los bancos”, indican Saldas y Troiano.

El gobernador de Banco de España, Pablo Hernández de Cos.
El gobernador de Banco de España, Pablo Hernández de Cos.

La caída de la morosidad toca suelo

Hasta ahora, las métricas de calidad de los activos de los bancos han demostrado su resistencia, aunque el descenso de la morosidad parece haber tocado suelo, reconocen los analistas.

La tasa de morosidad en septiembre se estabilizó en el 3,56%, según datos del Banco de España, pero “esperamos cierto deterioro en el primer semestre de 2024, debido inicialmente a los préstamos al consumo y, finalmente, a las pymes vulnerables y a sectores empresariales específicos, a medida que el menor crecimiento y los altos tipos de interés afecten a la calidad del crédito”.

Las carteras españolas se mantienen estables, en opinión de los expertos, con pequeñas diferencias entre los bancos. BBVA mostró un ligero aumento de su ratio de morosidad en el tercer trimestre de 2023 hasta el 4%, frente al 3,9% del mismo periodo de 2022, debido, principalmente, a las exposiciones al sector minorista.

Mientras que la tasa de morosidad del Santander disminuyó ligeramente hasta el 3,06% en el tercer trimestre de 2023, frente al 3,27% a finales de año de 2022. Tanto Sabadell como Caixabank registraron una estabilización de los stocks de morosidad, pero un ligero aumento de las ratios de morosidad.

Para el próximo año, los analistas esperan que la morosidad empiece a aumentar en todos los bancos españoles, principalmente en los segmentos de consumo y pymes por ser los “más vulnerables” a la desaceleración económica y a la subida de los tipos de interés. No obstante, “seguimos observando un buen comportamiento en las hipotecas a hogares debido a la fortaleza del mercado laboral”, indican los analistas.

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