Entrevista a Ana Duato: ”Me han coaccionado, se han inventado capítulos que no existen y no me han llamado a declarar: Me siento indefensa”

La popular actriz de ‘Cuéntame cómo pasó' explica a ‘Infobae España’ cómo está viviendo el proceso judicial abierto contra ella por fraude fiscal y enumera con todo tipo de detalles los errores incomprensibles que, está convencida, se han cometido contra ella

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Ana Duato, en un momento
Ana Duato, en un momento de la entrevista con 'Infobae España' (Foto: Helena Margarit)

Serena en su actitud, contundente en sus palabras y muy documentada y preparada en los argumentos que proporciona. La actriz Ana Duato (Valencia, 1968) se define como “una superviviente de la felicidad” para intentar explicar cómo ha vivido los últimos ocho años, en los que ha compaginado su éxito como protagonista de la serie ‘Cuéntame cómo pasó' con los sinsabores del proceso judicial en el que está inmersa. El ‘caso Nummaria’ (una supuesta trama de evasión fiscal diseñada por el bufete de abogados del mismo nombre) la salpicó de lleno en abril de 2016. A ella y a su marido.

Sin perder nunca la sonrisa, reconoce que su vida dio “un vuelco radical” cuando la Audiencia Nacional la empezó a investigar por presunto fraude fiscal por ser cliente de ese bufete. Le embargaron sus cuentas y la Agencia Tributaria analizó con lupa sus finanzas. “Fue como un disparo en el corazón. Siempre hemos hecho las cosas bien, pero me he sentido acosada e indefensa”. En un principio, la Fiscalía acusó a la intérprete de engañar a la Hacienda Pública en los ejercicios 2010, 2011 y 2012. Luego aseguró también que había ocultado parte de los ingresos obtenidos en 2014, 2015, 2016 y 2017. En 2020, Anticorrupción solicitó para ella 32 años de prisión. El juicio está previsto para el año que viene. Duato recibe a Infobae España porque está cansada de guardar silencio y quiere aclarar, con todo tipo de detalles, lo que ha pasado. “Al menos todo esto ha servido para conocer a los verdaderos amigos”, señala con cierta nostalgia.

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- Pregunta: Le piden 32 años de cárcel.

- Respuesta: No parece muy proporcionada esa cifra, desde luego. Sobre todo, teniendo en cuenta que siempre he pagado lo que me ha requerido Hacienda. He sufrido un calvario, una injusta pena de telediario. Tengo una profesión que depende exclusivamente de la imagen que proyecte y este proceso me ha destrozado en ese sentido. Perdí muchas oportunidades en el momento álgido de mi carrera. También sufrí a nivel personal, sobre todo porque también sufrían mis hijos, acosados por paparazzis; pero incluso por no poder ayudar como lo hacía hasta entonces. Unicef decidió prescindir de mí como embajadora. Yo me había volcado para conseguir fondos para esta organización que hace un bien tremendo a la infancia y de la noche a la mañana todo cambió.

Ana Duato, en su despacho
Ana Duato, en su despacho en Madrid, mientras conversa con 'Infobae España' (Foto: Helena Margarit)

- P: Realmente, y si me permite un homenaje a su serie, ¿cuénteme qué pasó?, ¿de qué la acusan?

- R: La realidad de los actores es que pueden pasar temporadas con trabajo y temporadas sin trabajo. Por eso, cuando me recomendaron tributar a través de una figura denominada agrupación europea de interés económico, que funcionaba como una renta vitalicia, me pareció bien. En 2014, sin embargo, Hacienda decidió revisar los ejercicios 2010, 2011 y 2012 de mi IRPF. Lo miró todo y concluyó que yo no tenía que haber declarado mis ingresos como una renta vitalicia, sino como rendimientos del trabajo. Me propuso entonces liquidar lo declarado a precio de mercado. Y así lo hice. Cumplí con lo que me indicó la Agencia Tributaria. Sin embargo, un año después, la Oficina Nacional de Investigación del Fraude entró en el despacho del que había sido mi asesor, que ya no lo era, se incautó de miles de documentos y nos acusó de formar parte de una organización criminal. ¡Criminal! A mí me imputaron precisamente por los ejercicios que ya había abonado a Hacienda.

“El fiscal le dijo a mi marido que aceptaba sus argumentos pero que, para retirarle la acusación, su mujer debía declararse culpable”

- P: la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) es la Policía de Hacienda. El caso se convirtió entonces en muy mediático

- R: A la jefa de la ONIF que dirigió la investigación, Margarita García-Valdecasas, la cesaron posteriormente y hoy la investiga un juzgado de Madrid precisamente por manipular archivos durante el registro del despacho de mi asesor. A su marido, Alejandro Pérez Calzada, lo ha procesado la Audiencia Nacional por blanqueo de capitales. No me parece la mejor de las autoridades.

- P: Usted pagó lo que le dijo Hacienda.

- R: Por supuesto. Siempre he abonado lo que Hacienda consideró que no había sido correctamente declarado. Al mismo tiempo, recurrí y el Tribunal Económico Administrativo me dio la razón, lo que provocó la anulación de la sanción.

- P: ¿Entonces?

- R: Eso mismo me pregunto yo. Nunca oculté ni un euro y de hecho eso no lo discute Hacienda, que se centró únicamente en que yo no debía tributar de una forma, sino de otra. Si no hubo ocultación de renta, no puede haber delito fiscal, sino una interpretación diferente. Así lo entiende toda la jurisprudencia, la última, por ejemplo la del caso Xabi Alonso, que dice que estos asuntos de apreciaciones distintas deben quedarse en la vía administrativa. Si además aboné todo lo que me pidieron incluso no estando de acuerdo y ganando el recurso, en ningún caso cabe dolo alguno, que es otro requisito que exige el tipo penal. Hasta que saltó el ‘caso Nummaria’.

Ana Duato se siente indefensa
Ana Duato se siente indefensa por el proceso judicial llevado a cabo (Foto: Helena Margarit)

- P: ¿Cómo vivió aquello, cómo fueron aquellos primeros momentos?

- R: Pues como una película de terror que nunca terminaba. Los dos primeros meses los pasamos encerrados en casa. Los periodistas se agolpaban en la puerta, sobre todo cuando recibíamos alguna notificación. Alguien les avisaba y venían todos de golpe. Emití un comunicado diciendo que yo ya había abonado todo lo que Hacienda me había exigido por la vía administrativa. Pero nada de eso importó. Aquel era el principio de un calvario que está a punto de cumplir ocho años y que ha sido muy doloroso para toda mi familia. Afortunadamente, estábamos muy unidos y lo seguimos estando. Esto ha sido clave para mi estabilidad. El apoyo de mi marido, de mis hijos, de mis amigos y de mis compañeros de profesión ha sido fundamental.

- P: Pero en el marco de la instrucción, Hacienda volvió a acusarla de más delitos.

- R: Eso fue otro punto de giro, efectivamente. De repente, un perito de la Agencia Tributaria que había sido llamado a declarar por el juez decidió motu proprio, sin ser requerido, introducir la duda sobre ejercicios que no estaban siendo investigados [2014, 2015, 2016 y 2017]. Dijo, y esto es literal, que él había consultado en Wikipedia mi sueldo y los capítulos que había hecho. Pero la realidad es que cogió el sueldo de las primeras temporadas y lo extrapoló al resto sin tener en cuenta que había ido bajando con los años por culpa de la crisis. Por otro, puso el doble de capítulos de los que realmente hice. ¡¡¡¡85 capítulos!!!! Nunca rodé 85 capítulos en ese periodo de tiempo y esto lo puede comprobar cualquiera porque la serie está toda colgada en la web de RTVE. Además, algunos capítulos no conllevaban sueldo para los intérpretes, pues eran reediciones, reposiciones o especiales hechos con mezclas de episodios previos. Todo esto, de hecho, lo podía haber calculado correctamente si hubiera pedido los datos a RTVE, porque además Hacienda audita a RTVE. Pero no. Decidió utilizar Wikipedia y sacarse 85 capítulos de la manga.

La actriz Ana Duato (Foto:
La actriz Ana Duato (Foto: Helena Margarit)

- P: Parece surrealista lo que me cuenta. ¿Y la Abogacía y la Fiscalía qué dijeron?

- R: Pues inicialmente nada. De hecho, ninguna de las partes pidió mi citación como investigada por esos 85 capítulos, que afectaban según ellos a cuatro nuevos ejercicios. El juez Ismael Moreno, por lo tanto, nunca me ha llamado a declarar por estos supuestos delitos basados en Wikipedia. Eso sí, los metieron en sus escritos de acusación.

- P: ¿Va a ser juzgada sin haber sido llamada a declarar para defenderse?

- R: Así es. Pero sobre todo por la forma de proceder del fiscal, Tomás Herranz, que tan solo tenía que haberme llamado a declarar, como contempla la ley, para acabar con este tormento. Mi abogado fue a ver a la Abogacía del Estado, que representa a la Agencia Tributaria en el caso, y le explicó el error de Wikipedia y de los 85 capítulos. Lo entendieron, pero aún así plantearon que algo debía pagar yo para cerrar el tema. Me obligaron a decir que yo no había tenido representante, cuando sí lo tenía, y lo sigo teniendo, es el mismo desde hace 25 años, porque no les cuadraba que parte de mis ingresos hubieran ido a parar a este agente, Todos los actores tienen su representante. Acepté la propuesta, incluso sin estar de acuerdo, porque solo quería zanjar de una vez esa locura. Hacienda nos hizo una declaración paralela por cada uno de esos ejercicios, pagué la cantidad que nos pidieron y la Agencia Tributaria finiquitó el asunto. Hasta el juicio Hacienda no podrá poner esas declaraciones sobre la mesa para retirar formalmente la acusación, pero cuando sea el momento lo hará. Sin embargo, el fiscal ni siquiera quiso escuchar a nuestros abogados. Solo quería que aceptara una sentencia de culpabilidad por conformidad, algo que por principios ni siquiera me planteo. No entiendo cómo este fiscal pudo llorar en otro procedimiento mediático, el ‘caso Cursach’, por haber causado la muerte civil, como él mismo dijo, del acusado y, sin embargo, continuar actuando de este modo en mi caso.

“El juicio del ‘caso Nummaria’ será la última consecuencia de la persecución que inició Montoro contra los actores”

- P: ¿Cómo se siente?

- R: Pues me siento con ganas de poder aclarar todo de una vez. Por eso hablo ahora. Hasta este momento, he seguido el consejo de mis abogados, que me decían que todo se resolvería en el juicio. Es mucho tiempo bajo una injustísima sombra de sospecha, con las cuentas y propiedades embargadas y con mucho sufrimiento. A mi hija le llegaron a decir cosas muy desagradables en su colegio. Me da mucha rabia, porque todo podía haberse aclarado ya si el fiscal hubiera querido hacerlo. Al contrario, cuando el abogado de mi marido, que es el productor y creador de la serie, fue a verlo para explicarle su asunto, que es mucho más sangrante que el mío, pues está ahí solo por ser mi marido, el fiscal le dio la razón, pero le dijo que solo aceptaría retirar la acusación contra él si yo aceptaba declararme culpable. ¿Eso qué nombre tiene? Yo solo puedo llamarlo coacción. Por lo tanto, a ver: me coaccionan, me atribuyen capítulos que nunca he rodado y ni siquiera me llaman a declarar. ¿Cómo me siento? Pues indefensa y como la víctima de una prevaricación. Algunos amigos abogados de hecho me lo dicen así de claro. Me dicen que esto es una prevaricación de libro. Y por esto también me animo ahora a decir con esa claridad, por mi familia, pero también por responsabilidad social, porque hay otros casos en los que se reproduce el mismo modus operandi.

Ana Duato, en un momento
Ana Duato, en un momento de la conversación con el periodista de 'Infobae España' (Foto: Helena Margarit)

- P: Tras lo que me cuenta, ¿confía en la justicia?

- R: Siempre he confiado. Mi padre me transmitió la importancia del respeto a la justicia y, a pesar de todo lo que he pasado, yo trato de enseñarle eso a mis hijos, porque es clave para que tengamos una sociedad más sana. Me encantaría poder comprobar con hechos que se cumple lo que decía mi padre.

- P: En el año 2013 el entonces ministro de Hacienda Cristóbal Montoro arremetió contra los actores por pagar impuestos en el extranjero. ¿Tiene algo que ver el ‘caso Nummaria’ con aquellas declaraciones?

- R: Pues no lo sé. Yo no tenía ni tengo ni un euro en el extranjero, como te he contado. Pero a estas alturas no descarto nada. Si tiene algo que ver, ojalá sea esta la última consecuencia de aquellas declaraciones que señalaban a todo un colectivo por el mero hecho de ejercer una determinada profesión o por defender aquel famoso ‘No a la guerra’.

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