Si hay una película que sea recurrente cada Navidad -y no sea necesariamente una comedia romántica-, ésa es Solo en casa. El filme protagonizado por un jovencísimo Macaulay Culkin se convirtió prácticamente desde su entreno en un clásico navideño instantáneo, y no hay Navidad que no la pasen por televisión o simplemente la gente se acuerde de ella. Sin embargo, hay un detalle que la mayoría había pasado por alto y que ahora ha salido a la palestra, fiel al espíritu revisionista que nos gobierna en los tiempos que corren.
Resulta que, tal y como se han hecho eco varios fans en los últimos días, la familia protagonista de la película, los McCallister, estarían nada menos que el sector de la población más rico, tal y como ha demostrado un análisis económico. Elementos como el viaje que realizan por vacaciones, el número de miembros de la familia o por supuesto la casa en la que vive la familia habría llevado a la conclusión de que los McCallister vivían nada menos que en el 1% más rico de la población de Chicago, la ciudad en la que se desarrolla la película.
“En 1990, la casa era asequible sólo para el 1% de los hogares con ingresos más altos de Chicago, y ese seguiría siendo el caso hoy en día, según los economistas del Banco de la Reserva Federal de Chicago... la casa habría sido asequible para un hogar con unos ingresos de 305.000 dólares en 1990 (unos 665.000 dólares en 2022)”, explica en un artículo The Times, para el que han contado con un experto económico capaz de estimar el valor de la casa en la época en la que se desarrolla el filme comparado al actual.
Dónde volver a ver ‘Solo en casa’
Según este análisis, Peter (John Heard) y Kate McCallister (Catherine O’Hara) habrían ganado al menos 305.000 dólares anuales durante 1990 (lo que vendrían a ser unos 665.000 dólares en nuestro tiempo) para poder permitirse adquirir la casa en la que viven, que está situada en la costa norte de Chicago. Actualemente la casa podría tener un valor en torno a los 2,4 millones de dólares. “Necesitábamos una casa que se adaptara a las escenas de riesgo y que fuera visualmente atractiva y, si tiene sentido, cálida y amenazadora al mismo tiempo”, comentaba Chris Columbus, director de la película que a su vez contaba con el guion del gran John Hughes, autor de otras obras míticas de los 80 y 90 como El club de los cinco o Todo en un día y que era natural de Chicago.
Lo cierto es que si tenemos todo esto en cuenta no es de extrañar que los ladrones que aparecen en el filme, Harry (Joe Pesci) y Marv (Daniel Stern), tuvieran como objetivo precisamente la casa de los McCallister, que podría ser presumiblemente la más lujosa de todo el barrio. En la película se hacen varias referencias que ya dan pistas del alto nivel adquisitivo de la familia, como los productos que consume el pequeño Kevin en ausencia de sus padres y que sorprenden a los propios ladrones por ser marcas de lujo o difíciles de encontrar en cualquier supermercado normal y corriente. Si quieres volver a ver la película para prestar atención a todos estos detalles, tanto la primera entrega como sus secuelas se encuentran disponibles en Disney+.