La Cámara de Cuentas de Madrid, el órgano creado en 1999 encargado de fiscalizar los contratos y los gastos del Gobierno autonómico, ayuntamientos de la región, universidades y todo tipo de entes y empresas públicas, acaba de licitar un contrato de mantenimiento de las plantas de interior que hay en su oficina, situada en la calle Ramírez de Arellano de la capital. El coste del servicio es de 8.690 euros.
Llama la atención que la Cámara, que entre sus funciones tiene “comprobar la adecuación de la actividad económica, presupuestaria, financiera y contable del sector público madrileño a los principios de legalidad, eficacia, eficiencia y economía” se gaste una cuantía relativamente importante para mantener solo 36 plantas, todas de interior. Entre ellas se encuentran “ficus, ficus benjamina, kentia, spadifilum, potos y otras semejantes”, según reza la propia memoria justificativa del contrato.
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“El servicio comprende el riego, cuidado, mantenimiento y reposición, si fuera necesario, de las plantas de adorno situadas en el interior del edificio, ya se encuentren en pasillos, espacios internos, comunes o en despachos. Se procederá, dentro de dicho mantenimiento, al abonado, cuidado fitosanitario y limpieza que precisen, así como a la reposición de tierras, macetas, etc. que necesitasen en cada momento”. La duración del contrato será de tres años, iniciándose la ejecución el 1 de enero de 2024 hasta el 31 de diciembre de 2026, por lo que la Cámara se gastará una media de 241 euros por planta.
La Cámara exige mucho mimo para cuidar sus plantas de interior. “El servicio comprenderá todos los trabajos necesarios para el correcto mantenimiento y conservación del estado de las plantas de interior, realizando un mínimo de una visita cada 15 días, de dos horas aproximadamente. Incluirá las siguientes funciones, conforme a los cuidados que se precisen en cada momento: riego, abonado, aporte de tierra, limpieza, tratamiento y reposición”. El órgano fiscalizador de Madrid quiere que estos trabajos se hagan por la tarde, “de tal manera que se minimicen las posibles molestias para los empleados de la Cámara”. Actualmente, la plantilla está formada por 75 personas.
El Consejo de la Cámara de Cuentas, su órgano de gobierno, un ente generalmente discreto que por ejemplo no tiene cuentas en las redes sociales y solo informa de sus trabajos en la Asamblea de Madrid, saltó a los medios de comunicación cuando su anterior presidente, Arturo Canalda, dimitió en diciembre de 2017. La Audiencia Nacional le citó entonces en calidad de investigado dentro del marco de la trama de corrupción ‘Lezo’, que salpica al Canal de Isabel II. Actualmente, el presidente en funciones es su vicepresidente, Carlos Salgado. En 2019 se cambió la ley para reducir el número de consejeros de siete a tres. Este año 2023 ha presentado 11 informes.
El PP de Isabel Díaz Ayuso lleva hace tiempo intentando controlar la Cámara de Cuentas, un organismo en teoría independiente porque sus consejeros son elegidos por una mayoría de dos tercios de los diputados de la Asamblea, lo que obligaba a un amplio pacto entre todos los partidos. Los populares han conseguido aprobar este viernes 22 de diciembre por la tarde, gracias a su mayoría absoluta, una nueva ley de medidas para la simplificación y mejora de la eficacia de instituciones y organismos de la Comunidad de Madrid. Ahora el PP de Ayuso ha aprovechado su mayoría para eliminar el sistema de elección parlamentario y que sea el Gobierno regional quien elija directamente a los consejeros y el presidente de la Cámara.