Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se verán este viernes en el Congreso a las 10:30. Fecha y hora se conocían a lo largo de la tarde del miércoles, nueve días después de que Feijóo escurriera el bultro tras la petición del presidente del Gobierno de verse para tratar cuestiones de Estado. De las tres fechas ofrecidas por el jefe del Ejecutivo, el presidente popular eligió la segunda, coincidiendo con el Sorteo de Lotería de Navidad 2023. También, exigió trasladar el encuentro a la Cámara Baja, rompiendo así con la tradición de que el líder de la oposición acuda al Palacio de la Moncloa.
“Si hay que posar, al menos ya no será en la puerta de su casa”, añaden fuentes de Génova para jactarse de llevar al presidente al Congreso, donde el PP es la primera fuerza, aunque eso no fue suficiente para estar al frente de la Moncloa. Los populares se aprovecharon del “error táctico” de Sánchez, ya que facilitó a Feijóo la elección del día, el lugar y el orden del día en aras de evitar un plantón del jefe de la oposición tras más de una semana dando largas.
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“En todo caso, para usted la perra gorda. Nos vemos el viernes en el Congreso y hablaremos de lo que usted quiera”, respondió Sánchez desde la tribuna después de que Feijóo detallara sus condiciones para reunirse con el líder del Ejecutivo. El presidente del PP, que en la mañana del miércoles se anticipó al líder socialista haciendo pública una misiva en la que imponía su orden del día para reunirse el viernes, pidió desde la tribuna una reunión “sin soberbia ni imposiciones y con orden del día oficial”.
“Me ha sorprendido porque es inédito en la historia de la democracia que cuando se reúne el jefe de la oposición con el presidente del Gobierno a propuesta del presidente tengamos que hacerlo en las Cortes y no en el palacio de la Moncloa”, añadió Sánchez, constando su sorpresa por el hecho de que Feijóo haya aceptado reunirse con él en el Congreso pero no en la sede de la Presidencia del Gobierno.
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Aunque Sánchez avisó de que no desistirá en su empeño para que Feijóo acuda a este complejo como dicta la cultura democrática, desde Ferraz quitan hierro a la estrategia de Feijóo de querer degradar al presidente al llevarle al Congreso con tal de que se pueda llevar a cabo dicha cita. El líder del Ejecutivo hizo público hace nueve días los temas que quiere abordar en esta reunión, que son tres cuestiones de Estado “fundamentales”: la financiación autonómica, la reforma del artículo 49 de la Constitución y la renovación del Consejo de General del Poder Judicial (CGPJ).
Feijóo establece los temas de la reunión: solo uno coincide con las propuestas de Sánchez
Sin embargo, de estas propuestas, Feijóo solo se abre a abordar la modificación urgente del artículo 49 de la Constitución “en las condiciones ya pactadas en la pasada legislatura, que incluyen garantías por escrito de que los socios del Gobierno no pedirán un referéndum constitucional con nuevas modificaciones”. Además, quiere aprovechar el encuentro para afearle la amnistía, las negociaciones del PSOE con los partidos independentistas, la moción de censura en Pamplona contra UPN o las denuncias de lawfere.
El PP sigue sin dar respuesta a la renovación del CGPJ, cuyo mandato lleva caducado cinco años por el bloqueo ejercido por los populares. En una conversación informal con periodistas, Sánchez alegó el pasado martes que, en caso de no avanzar en este asunto la reunión del viernes con Feijóo, estudiará alterativas al bloqueo. Insistió en su rechazo a impulsar un cambio de mayorías en el Parlamento para elegir a sus vocales y apostó por estudiar la propuesta de su presidente suplente, Vicente Guilarte, que recomendó recortar las competencias del órgano de gobierno de los jueces para que no pueda firmar nombramientos discrecionales de altos cargos judiciales, algo que aceleraría su renovación.
Durante la comparecencia de este miércoles en el Congreso para hacer balance de la Presidencia española del Consejo de la UE y de las conclusiones de los últimos consejos europeos, Sánchez reiteró por enésima vez su voluntad de reunirse con el jefe de la oposición para hablar de este asunto, entre otras cuestiones. “Diálogo como quiera, sobre lo que quiera y cuando quiera, pero diálogo y no berrinche. Entendimiento cuando quiera, como quiera y donde quiera, pero entendimiento y no insultos”, reiteró.
Costó nueve días para fijar una cita (será un día después del encuentro de Sánchez con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, en Barcelona) y, en todo caso, ambos dirigentes llegan con todos los puentes rotos y sin posibilidades de acuerdo, anticipando una nueva legislatura de confrontación y alejando eventuales pactos de Estado.