Todo año literario se define por sus grandes hitos y, en este sentido, se ha caracterizado por la variedad de nombres, de género y de procedencia. Durante esta temporada literaria hemos asistido a la confirmación de grandes firmas, como la de Maggie O’Farrell, pero también hemos tenido acceso a un puñado de nuevas voces que han contribuido a enriquecer el panorama a través de historias que rebuscan en nuestras raíces para reinterpretar nuestro futuro a través de algunas de las preocupaciones de la contemporaneidad. Un crisol de autores contundentes que se reafirman como grandes narradores del presente.
‘Fortuna’, de Hernán Díaz (Anagrama)
El escritor de origen argentino ganó el Premio Pulitzer gracias a esta novela que disecciona a lo largo de diferentes siglos la relación con el dinero y el poder.
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Un mosaico literario absorbente, que nos lleva desde los años veinte, con la instauración de un imperio financiero por parte de un magnate, hasta las ruinas económicas de nuestro presente. La superposición de voces, de texturas, de diferentes fuentes y de versiones antitéticas que se complementan conforman un retrato del capitalismo estadounidense afilado a través de una saga familiar que nos enfrenta a los límites de la realidad y la ficción con una sagacidad de una brillantez incuestionable.
‘Retrato de casada’, de Maggie O’Farrell (Libros del Asteroide)
Después de deslumbrar gracias a Hamnet, una novela que revelaba la importancia de la esposa de William Shakespeare y el impacto y la influencia que tuvo en su obra, Maggie O’Farrell se adentra de nuevo en la novela histórica a través de la figura de Lucrezia de Médici, una de las hijas de la poderosa dinastía italiana que, por imposición familiar, contrajo matrimonio con solo 13 años y que poco después moriría en extrañas circunstancias. La escritora da voz a este personaje para adentrarnos en su universo, repleto de intrigas palaciegas que configuran un atroz documento en torno a las imposiciones femeninas frente al heteropatriarcado. Un relato apasionante repleto de delicadeza expresiva.
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‘Las lecciones’, de Ian McEwan (Anagrama)
Cuando parecía que ya no podía sorprendernos, el autor de Expiación, Ámsterdam, Chesil Beach y tantas obras maestras, nos sorprende con un trabajo en el que se reinventa sin perder su esencia. En Las lecciones, el escritor británico recorre los más importantes acontecimiento políticos desde la la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días a través de la vida de un personaje que casi podría considerarse un alter ego del autor. ¿El resultado? Una novela totémica, en la que convive la realidad y la ficción, que bascula entre el pasado y el presente y que supone una auténtica oda al poder de la escritura como motor impulsor del cambio de los tiempos, así como la importancia del aprendizaje emocional que define nuestra identidad.
‘Los destrozos’, de Bret Easton Ellis (Random House)
El regreso del autor más importante de la Generación X, responsable de obras icónicas como Menos que cero o American Psycho, ha supuesto un acontecimiento literario, sobre todo porque en esta novela condensa todas sus obsesiones desde un punto de vista muy íntimo y personal. Una crónica autobiográfica desgarradora en la que vuelve a mostrar su espíritu outsider y también su capacidad para introducir elementos de la cultura popular que marcan un estado mental y una atmósfera perfectamente identificable. Jóvenes nihilistas, un asesinos en serie, violencia y espíritu punk. Todo un referente que sigue presente.
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‘Un lugar para Mungo’, de Douglas Stuart (Random House)
Con su primera novela, Historia de Shuggie Bain, consiguió el Premio Booker en 2020 y su siguiente trabajo no ha dejado indiferente, sobre todo a la hora de narrar el ambiente de la clase trabajadora y pobre del Reino Unido, en este caso en la era post-Thatcher. Paro, alcoholismo, violencia callejera y desarraigo estructural. A través de la voz de Mungo, un joven sin referentes adultos, nos adentramos en una historia que radiografía ese momento, al mismo tiempo que refleja el desamparo de los niños frente a una sociedad depredadora en la que cualquier signo de diferencia es cuestionado y estigmatizado. Un alegato LGTBIQ+ desde las entrañas del abismo de la incomprensión y el castigo.
‘Un mundo sin hombres’, de Sandra Newman (Seix Barral)
Sin duda, desde el preciso momento en el que se publicó, un clásico contemporáneo, que podría ser perfectamente adaptado a la ficción como una versión feminista de The Leftlovers. Y es que lo que propone Sandra Newman es una distopía en la que los hombres han quedado borrados de la faz de la tierra y se establece un nuevo orden en el que las mujeres toman el control del mundo. Una fábula tan imaginativa como repleta de imágenes potentes en la que se reflexiona sobre el fin del mundo desde una perspectiva radical en la que la distopía la protagonizan las mujeres.
‘La casa de caramelo’, de Jennifer Egan (Salamandra)
Después de ganar el Premio Pulitzer con El tiempo es un canalla, regresa una de las voces más importantes (y, al mismo tiempo, desconocidas) de la narrativa actual. Lo hace a través de una historia que nos enfrenta a un mundo tecnológico en el que la identidad se pierde. Una vibrante distopía que resuena en nuestra actualidad y que plantea una serie de planteamientos alrededor de los recuerdos humanos y cómo compartirlos con los demás a través de una aplicación. Una novela deslumbrante que nos lleva al futuro para reflexionar sobre nuestro presente.
‘La conejera’, de Tess Gunty (Sexto Piso)
El debut fulgurante de esta joven autora, que ha alcanzado de forma inmediata el reconocimiento internacional gracias a esta novela que se ubica en un bloque de apartamentos de la periferia donde se concentran buena parte de los problemas de nuestra actualidad. En cada uno de los pisos se esconden secretos inconfesables y una variopinta red de personajes que representan la alienación, así como las psicosis contemporáneas.
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‘El pacto del agua’, de Abraham Verghese (Salamandra)
Monumental novela repleta de magnetismo que recupera el espíritu de Hijos del ancho mundo a través de una saga familiar en la India del siglo XX que atraviesa tres generaciones que buscan sin éxito la explicación a un extraño mal que acarrean, morir ahogados en extrañas circunstancias. A través de los ojos de una joven obligada a casarse con un señor que le duplica la edad, nos introduciremos en su espacio doméstico, así como en una serie de leyendas telúricas que la arrastran. Un fresco repleto de emoción que sitúa a la mujer en el centro, así como los avances en la medicina en un mundo repleto de precariedad.
‘Maniac’, de Benjamin Labatut (Anagrama)
He aquí una novela destinada a convertirse en un clásico contemporáneo. Un tríptico de lo más perturbador que explora los límites de la razón desde los fundamentos matemáticos hasta los delirios de la inteligencia artificial. A través de un personaje que se erige como un moderno Prometeo, nos introduciremos en un mundo que nos lleva desde la bomba atómica hasta el universo digital. Un maquiavélico recorrido por los avances de nuestra era que despliega toda una serie de reflexiones entre la batalla entre el hombre y las máquinas.
‘Vivir a tu luz’, de Abdela Taia (Cabaret Voltaire)
Tres momentos en la vida de una mujer marroquí desde los años cincuenta hasta finales de los noventa, desde la colonización francesa hasta la muerte del rey Hassan II. Malika contará en primera persona todas sus experiencias vitales durante las distintas etapas a la hora de sobrevivir en un entorno hostil. Un precioso homenaje del autor a su madre y a las mujeres que lucharon a través de un padecimiento constante. Tremenda novela y, al mismo tiempo, necesaria a la hora de dignificar a las mujeres y su figura resiliente en un entorno de extrema pobreza.