El Banco de España publica este jueves, en colaboración con el Ministerio de Economía, un análisis sobre el tipo de empresas que están recibiendo de los fondos asociados al Plan de Recuperación, más allá de los 100 mayores beneficiarios que se conocieron hace unas semanas. El estudio constata que las licitaciones otorgadas entre marzo de 2020 y abril de 2023 tienen una cuantía media de 940.800 euros por empresa y llegan más a las entidades grandes, mientras que las subvenciones ascienden de media a 42.000 euros y las reciben las pequeñas y medianas empresas.
En concreto, más del 60% del monto total concedido en licitaciones se concentra en empresas de más de 250 empleados, en contraste con aproximadamente el 35% del importe total que recibieron estas empresas de licitaciones públicas no asociadas a los fondos Next Generation (NGEU). En torno al 22% se ha repartido a entidades de entre 50 y 250 trabajadores y menos del 10% al resto.
Respecto a las subvenciones, cerca del 40% del monto total concedido de NGEU se concentra en empresas de entre 10 y 50 empleados, en contraste con aproximadamente el 25% que recibieron este tipo de empresas en otras subvenciones. Además, en torno al 25% de las subvenciones llegaron a entidades con entre 0 y 10 empleados y otro 17% a las empresas medianas (entre 50 y 250 empleados), lo que hace un total que supera el 80%.
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Los autores observan diferencias significativas entre las características de las empresas adjudicatarias de licitaciones y las beneficiarias de subvenciones. Las primeras son, además de más grandes, más productivas y tuvieron menor impacto durante la pandemia en comparación con las beneficiarias de otros programas de licitaciones públicas, lo cual podría explicarse porque los NGEU se están utilizando para financiar proyectos sustancialmente más cuantiosos. Las segundas son de menor tamaño y con peor acceso a la financiación que las que suelen recibir otras subvenciones públicas.
El tamaño de las empresas beneficiarias de licitaciones de los NGEU asciende a un promedio de 57 empleados y son hasta 2,9 veces más grandes que las adjudicatarias de otros contratos públicos. En el sentido opuesto, el tamaño empresarial de las empresas beneficiarias de subvenciones NGEU es de 17 trabajadores, un 28% menor que el correspondiente a las beneficiarias de otras subvenciones no-NGEU.
Este porcentaje excluye el programa Kit Digital, ya que del total de subvenciones de los Next Generation concedidas, 58.344 empresas y 3.032 millones de euros, el 81% y el 13% del total, respectivamente, corresponden a empresas que han recibido solo ayudas de este programa. Cabe recordar que el Kit Digital está especialmente dirigido a empresas de menos de 50 empleados para que se digitalicen.
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Por sectores, la construcción se lleva algo más del 35% del importe de las licitaciones, seguida de información y comunicaciones con otro 20% y del comercio y las manufacturas, que cuentan con un 15%, respectivamente. La distribución es algo distinta en las subvenciones, recayendo el 35% en las manufacturas y en torno al 19% en información y comunicaciones. Por debajo les siguen el comercio (10%), las actividades profesionales (10%) y la construcción (5%).
Falta información para estimar el impacto macroeconómico
Estas diferencias entre empresas en las características y en los criterios de asignación de las licitaciones pueden tener implicaciones significativas sobre el impacto macroeconómico de los fondos, si bien la literatura académica no es concluyente al respecto.
Según el Banco de España, el mayor tamaño de las licitaciones NGEU y de las empresas adjudicatarias podría contribuir a un mayor impacto positivo sobre la actividad a corto plazo, dada la mayor capacidad de estas empresas para acometer los proyectos sin necesidad de detraer recursos de otros proyectos de inversión. Sin embargo, al verse beneficiadas en menor medida las empresas más pequeñas, más restringidas financieramente y con mayor potencial de crecimiento, también podría suceder que el impacto de los fondos NGEU fuera menor a largo plazo.
El informe afirma que el impacto a largo plazo del programa NGEU dependerá, fundamentalmente, de la capacidad transformadora de los proyectos de inversión seleccionados y de su complementariedad con las reformas estructurales, aspectos sobre los que “aún no se dispone de la información necesaria para realizar un estudio riguroso”.