BBVA se ‘deshace’ de los hipotecados morosos: vende una cartera de préstamos impagados de 330 millones

La operación afecta a clientes de Andalucía, Madrid, Valencia y Cataluña y tendrá un efecto positivo en la tasa de mora del banco

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El presidente del Grupo BBVA, Carlos Torres Vila. EFE/José Méndez
El presidente del Grupo BBVA, Carlos Torres Vila. EFE/José Méndez

BBVA ha cerrado un acuerdo para transferir créditos hipotecarios impagados, conocido como ‘Proyecto Artemisa’, con un valor bruto aproximado de 330 millones de euros. Esta operación “se enmarca en la estrategia de creación de valor y gestión de balance con optimización de capital de BBVA y tendrá un efecto positivo en la tasa de mora de la entidad en España”, señala el banco en un comunicado.

La cartera está compuesta por préstamos hipotecarios en Andalucía, Madrid, Valencia y Cataluña y se trata de la segunda venta de este tipo que acomete en 2023.

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En julio de 2023, BBVA vendió una cartera de préstamos ‘unsecured’ en España, con un valor bruto de aproximadamente 500 millones de euros, con el nombre de ‘Nairobi’. Esta venta se dividió en dos segmentos. El primero de ellos se vendió al grupo KRUK. El segundo se transfirió a una filial de Cerberus Capital Management. En 2022, BBVA vendió otra cartera de este tipo de préstamos en España, con un valor bruto de aproximadamente 730 millones de euros, con el nombre de ‘Neila’.

Estrategia fiscal

Este nuevo movimiento del banco coincide en el mes con la actualización de la estrategia fiscal del grupo, cuya versión previa databa de 2015. Con ello, responde “al creciente interés por parte de analistas e inversores, así como de la sociedad en general, por las decisiones de las empresas con impacto en aspectos medioambientales, sociales y de buen gobierno”, aseguró la entidad.

Además de incorporar criterios ESG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) en la toma de decisiones fiscales, la nueva estrategia refuerza el modelo de gobierno, supervisión y control con la creación de un órgano específico de cumplimiento tributario.

“Los impuestos son para nosotros algo más que una obligación legal o una línea de gasto en la cuenta de resultados; constituye una de las contribuciones más importantes de BBVA al bienestar social”, aseguró José María Vallejo, director de la Asesoría Fiscal del Grupo BBVA.

Incide en que han actualizado la estrategia “para explicitar que en todas nuestras decisiones fiscales realizamos un análisis ESG, y para reforzar la certeza de que se pagan los impuestos debidos en las jurisdicciones en las que creamos valor”.

Junto a los principios de integridad, prudencia y transparencia vigentes desde 2015, el Consejo de Administración de BBVA ha sumado otros tres. El primero implica la consecución de un negocio rentable y sostenible a largo plazo, para lo que resulta “esencial el apoyo de la función fiscal a las áreas de negocio”, señalan.

Con el segundo inciden en la importancia de incorporar los impactos medioambientales, de carácter social o que afecten al gobierno corporativo de la entidad (los llamados criterios ESG) también en el ámbito tributario, para posibilitar “una verdadera creación de valor a largo plazo para todos los grupos de interés”, indican. Y el tercero está encaminado a cumplir la legalidad vigente, atendiendo “no sólo a la letra de la norma, sino también a su espíritu”.

Para conseguir estos objetivos, BBVA cuenta a partir de este mes con un órgano específico de cumplimiento tributario, compuesto por el responsable de la función fiscal del Grupo, el responsable del área de riesgos no financieros y el responsable de control interno financiero del Grupo. Su función será la de intensificar el seguimiento, favorecer la coordinación y proponer mejoras en el cumplimiento y en el control de los riesgos fiscales.

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