La factura de la luz ha quitado el sueño a muchos españoles durante los últimos años. La guerra en Ucrania disparó el precio del pool a más de 500 euros/MWh, y durante muchos meses los recibos duplicaban a los de años anteriores. Sin embargo, en lo que va de año, la crisis energética parece haberse relajado y los precios de la luz comienzan a volver a cotas normales. Uno de los motivos del abaratamiento del recibo es el impulso de la energía eólica que ha permitido a los hogares españoles ahorrarse 390 euros en el último año.
Según el Estudio Macroeconómico del Impacto del Sector Eólico en España, elaborado por Deloitte, el uso de potencia eólica en lugar de combustibles fósiles permitió ahorrar a los consumidores españoles 7.358 millones de euros en el último año -esos 390 euros por cada hogar-, con un efecto reductor de 31,25 euros/megavatio hora (MWh), debido a la reducción en el precio del pool del mercado eléctrico.
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Así, la contribución directa e indirecta del sector de la energía eólica al producto interior bruto (PIB) español creció, en comparativa interanual, en torno a un 6,4% en 2022, hasta los 5.896 millones de euros, mientras que el empleo total se incrementó un 14 %, con 39.015 puestos. Además, la energía eólica evitó en el último año la importación de 86 millones de barriles de petróleo equivalentes -lo que supondría el gas natural que transportan 147 buques metaneros- con un valor de 6.491,7 millones de euros.
Empleo
Por su parte, el empleo en el sector ha crecido un 14%, hasta los 39.015 puestos de trabajo, de los cuales 18.278 son directos (aumentaron un 5% respecto a 2021) y 20.737, indirectos. De acuerdo con la AEE, el empleo directo se concentra en cuatro comunidades autónomas que aglutinan el 60% del total: Galicia, con el 20,6 %, los polos industriales del País Vasco y Navarra, con el 14,9%, y el 13,2%, respectivamente, y Castilla y León, con el 12,4%.
El informe dedica un apartado al impacto fiscal de la eólica, que “continúa soportando una carga importante”, sostiene la AEE, que estima que por cada 1.000 euros de ingresos, 123 euros se dedican al pago de impuestos y tributos. En concreto, cifra el saldo de la balanza fiscal en 851 millones de euros, algo inferior al registrado en 2021 por el efecto de la supresión del impuesto del 7 % a la generación eléctrica, lo que compensa el incremento en el impuesto de sociedades. En resumen, la carga fiscal del sector es un 57 % superior al coste de personal, ha dicho el director general de la AEE, que ha insistido en la “gran presión” que sufren los parques eólicos.
Impacto predominante en 5 comunidades
A 31 de diciembre de 2022 España contaba con 29.813 megavatios (MW) eólicos, tras instalar 1.640 MW en el año. Dicha tecnología generó en esos doce meses 61.069 gigavatios hora (GWh), con lo que cubrió el 24 % de la demanda nacional, siendo superada tan sólo por los ciclos combinados, que utilizan gas natural para producir electricidad.
A tenor de los datos recogidos por el estudio, un 10 % de los municipios españoles tienen presencia eólica. De hecho, su potencia se concentra en cinco comunidades autónomas: Castilla y León, con 276 parques, un 21,2% del total; Aragón, con 187, un 14,4%; Galicia, con 183, un 14,1%; Andalucía, con 167 parques, un 12,8%, y Castilla-La Mancha, con 160, un 12,3%.
Por territorios, Albacete y Zaragoza son las provincias que cuentan con una mayor cantidad de población situada en un municipio con potencia eólica, con el 82 % y el 81 %, respectivamente, seguidas de Valladolid, Palencia y Las Palmas de Gran Canaria.