El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aunque aún no tiene agendada una reunión con el expresidente de la Generalitat fugado a Bélgica, Carles Puigdemont, admite que, tarde o temprano, esta cita tendrá lugar. En una conversación informal con periodistas, el líder del Ejecutivo ha enmarcado este eventual encuentro “en coherencia con su política de normalización” en Cataluña.
No cierra la puerta a que sea antes de que se apruebe la ley de amnistía, pero sí ha mostrado su preferencia a que se produzca después de que la norma reciba el respaldo de las Cortes, algo que no se prevé que ocurra antes de abril. Posteriormente, fuentes de Moncloa han asegurado que esta reunión será “después” de la ley de amnistía. En todo caso, Sánchez ha defendido que se reunirá con Carles Puigdemont, así como con el líder de ERC, Oriol Junqueras, no una sino “varias veces” y que se fotografiará con ambos dirigentes.
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De esta manera, el líder del Ejecutivo confirma la información adelantada la semana pasada por el secretario general de JxCat, Jordi Turull, en relación a una eventual reunión entre el líder de su partido, Carles Puigdemont, y el propio Sánchez. “Nos hemos emplazado a encontrar la fecha y el lugar. Lo importante es que se encuentren y hablen, en un encuentro como debe ser, sin fotografías ni logos de partido”, añadió en una entrevista concedida este jueves a Ràdio4 y La 2. Eso sí, precisó que sería para “hablar de la negociación y profundizar en la resolución del conflicto”.
El propio Sánchez se limitó a señalar que, por ahora, no tenía agendada una cita con el expresidente de la Generalitat, pero en las filas socialistas, esta posibilidad cobra cada vez más fuerza teniendo en cuenta la importancia de los siete votos de Junts de cara a la estabilidad de la legislatura. En este sentido, el secretario general del PSOE da un paso más en la normalización de las relaciones con esta fuerza que hasta hace apenas unos meses no participaba en la gobernabilidad a nivel estatal.
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Estrechar lazos
En otras ocasiones, Sánchez se ha jactado del nuevo rol adoptado por Junts con su regreso a la política nacional. En este sentido, los socialistas son conscientes de que, una vez aceptada la ley de amnistía, esta normalización en las relaciones con este partido pasa por el entendimiento entre sus líderes. Así lo ha vuelto a reiterar Sánchez este martes en una conversación informal con periodistas durante la copa navideña en la Moncloa.
El líder del Ejecutivo ha descartado que los pactos con los independentistas y los eventuales encuentros con sus líderes le pasen factura toda vez que aumentó el resultado electoral en las pasadas elecciones del 23-J, cundo obtuvo casi un millón de votos más a pesar de la aplicación de los indultos.
De esta manera, Sánchez también ha defendido encontrarse con Junqueras, uno de los beneficiados por estas medidas de gracia en junio de 2021. Ya en octubre, durante la ronda de contactos con los partidos para su investidura, Sánchez y Junqueras hablaron por teléfono, lo que se entendió como un gesto para estrechar lazos con los republicanos, socios indispensables también en la anterior legislatura.
En su legislatura más delicada por los equilibrios dentro de la mayoría plurinacional que le volvió a aupar en la investidura, el PSOE fía su estabilidad al reforzar el diálogo con las diferentes fuerzas del arco parlamentario para revertir la “desconfianza”, en el caso de Junts, o reforzar las relaciones ya existentes, como es el caso de ERC, para lograr la participación plena y constante de todos los actores en el juego de la política a nivel nacional.