Las previsiones se han cumplido y el Consejo de Ministros ha acordado ordenar a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) que lleve a cabo la adquisición de hasta un 10% del capital social de Telefónica, según ha informado el holding público a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este martes.
“Telefónica es una compañía líder en el ámbito de las telecomunicaciones, tanto en España como en el plano internacional. Desarrolla un conjunto de actividades que resultan de crucial relevancia para la economía, el tejido productivo, la investigación, la seguridad, la defensa y, en definitiva, el bienestar de los ciudadanos”, señala el comunicado enviado al supervisor.
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Añade que “con una vocación de permanencia, la participación de SEPI permitirá proporcionar a Telefónica una mayor estabilidad accionarial para que la compañía alcance sus objetivos y, por ende, contribuirá a la salvaguarda de sus capacidades estratégicas. SEPI procederá a llevar a cabo los trámites y actuaciones que permitan poner en marcha el proceso para, minimizando el impacto en la cotización, completar la adquisición del volumen de acciones necesario”, explica.
Un movimiento esperado
La entrada de la SEPI en el accionariado de Telefónica se esperaba después de que el grupo saudí STC informara en septiembre que había adquirido un 9,9% del capital de la teleco, operación que tiene que ser aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez.
El holding público español comunicó el pasado 31 de octubre a la CNMV en un escrito que, aunque todavía no había tomado una decisión, estaba “monitorizando” la situación de Telefónica y haciendo un “análisis exploratorio interno” respecto a una eventual adquisición de una participación accionarial de la operadora española. Añadía que “dicho análisis por parte de SEPI no presupone la adopción de una decisión que suponga dicha adquisición”. Lo que finalmente sí ha ocurrido.
Con este movimiento de la SEPI, que depende del Ministerio de Hacienda, el Gobierno conseguiría mantener la “españolidad” de la teleco que posee un carácter estratégico para España.
Protegerse ante inversiones externas
El Gobierno español empezó a ‘movilizarse’ después de que el pasado mes de septiembre el grupo saudí STC anunció la adquisición del 9,9% de Telefónica, un 4,9% en acciones y un 5% en derivados. La operación, valorada en 2.100 millones de euros, convertiría a STC en el primer accionista de Telefónica, pero para que se lleve a cabo necesita el visto bueno de Defensa.
Entre las opciones que, en principio, estudió el Gobierno para reforzar la españolidad de Telefónica con el objetivo de preservar los intereses nacionales, destacó una eventual toma de participación del 5% de su capital en coordinación con otros inversores nacionales.
Accionistas y sindicatos, a favor de la operación
La entrada de la SEPI en Telefónica es vista con buenos ojos por los analistas de mercados. Así, los de Banco Sabadell han reconocido que sería una “buena noticia” y recordaron que hay precedentes de este tipo de movimientos realizados por el Gobierno, ponen el ejemplo el caso de Indra.
Reconocen que este movimiento “permitiría al Gobierno dar el visto bueno a la operación de compra de la saudí STC (que ya posee el 4,9%), evitando así el ‘overhang’ de una potencial desinversión en caso de denegarse, al tiempo que se dota de mayor estabilidad al accionariado de la compañía”, según los analistas de Banco Sabadell.
También los sindicatos, que ahora están negociando el convenio colectivo y un ERE con la dirección de la teleco, ven positiva la entrada de la SEPI y del grupo saudí en el capital en Telefónica: “Valoramos positivamente cualquier movimiento accionarial que dé estabilidad a la compañía y, por tanto, a la plantilla”, señala Diego Gallart, portavoz de UGT.
Argumenta que en estos momentos, Telefónica tiene “un problema de capitalización bursátil más que de resultados, por lo que cualquier iniciativa que respete los derechos de la plantilla, ayude a aumentar la capitalización bursátil de la empresa y le dé mayor estabilidad será bienvenida”.