Tras la crisis económica que estalló hace más de una década, se empezó a escuchar el concepto “fuga de cerebros” en referencia a todos esos jóvenes que habían estudiado en España, pero que abandonaban el país para trabajar en otros que les brindaban más oportunidades. Miles de españoles se fueron al extranjero para trabajar de aquello que habían estudiado con unas condiciones dignas y un salario acorde. En 2017, para intentar que todo ese talento volviera a casa, se crearon las becas Beatriz Galindo cuando el Ministerio de Ciencia estaba en manos del popular Méndez de Vigo. Entonces, se prometió que contaría con una dotación anual de casi diez millones de euros, sin embargo, según el artículo que publica Civio, la ambiciosa promesa no se ha cumplido.
El medio ha recabado datos que muestran que, a pesar de que el Ministerio tiene presupuestadas esas partidas, no se han desembolsado: “Entre 2018 y 2022, solo se gastaron treinta y cinco de cada cien euros presupuestados para el programa Beatriz Galindo. A pesar de que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) incluyeron un total de 53 millones de euros para las ayudas durante este periodo, apenas se desembolsaron diecinueve millones”.
Te puede interesar: Un pionero estudio español identifica por qué motivo llora un bebé: así es cada llanto según la necesidad
Señalan que los problemas con la ejecución presupuestaria de las ayudas Beatriz Galindo no son una excepción y siempre se gasta menos de lo presupuestado: “Al analizar los datos de ejecución presupuestaria de la política 46, que engloba la investigación, el desarrollo, la innovación y la digitalización (I+D+i+d) y que conforma una de las políticas en las que se dividen los PGE, el primer nivel de desglose de las cuentas. Si tenemos en cuenta los últimos siete años, la peor ejecución presupuestaria en Ciencia se dio en 2018, cuando se quedó sin abonar más de la mitad del presupuesto. No obstante, la situación ha ido mejorando de manera paulatina, aunque insuficiente: en 2022, por ejemplo, de los cerca de 13.000 millones de euros presupuestados, se quedaron sin ejecutar más de 4.000 millones, esto es, casi un 33%”.
Otro de los ejemplos que incluyen es el relativo al Fondo para la Investigación Científica y el Desarrollo Tecnológico, “que entre 2017 y 2022 incluyó préstamos al sector público y a entidades privadas por valor de 9.968 millones de euros, aunque se dejaron sin gastar 8.800, es decir, un 89%”
Te puede interesar: Día Nacional de la Esclerosis Múltiple: el 70% de los nuevos casos en España son personas de entre 20 y 40 años
Con posterioridad al cierre de este reportaje, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades ha comentado en respuesta al artículo que “la ejecución de la política 46 se ha mantenido estos años cercana al 90%”, aunque este porcentaje no coincide con las cifras extraídas de la Intervención General del Estado. Aseguran que “la ejecución del presupuesto al 100% es imposible”, y ponen de ejemplo las ayudas y subvenciones que gestionan la Agencia Estatal de Investigación y el ISCIII, en las que “hay adjudicatarios que renuncian a dichas subvenciones”. Sin embargo, desde Civio cuentan que no han tenido acceso a la totalidad de los datos a los que hacen referencia desde el ministerio y que este no ha respondido a ninguna de sus preguntas formuladas por en relación con las partidas analizadas en el presente artículo, pese a que la petición de información se realizó el pasado 27 de noviembre.