Fernando Alonso suele encontrarse con una veneración mayoritaria en la Fórmula 1. El bicampeón del mundo español es alguien que despierta elogios con facilidad, dadas las habilidades al volante que le han permitido convertirse en toda una leyenda en activo del Gran Circo. Una buena muestra del respeto que se le profesa la ha tenido este 2023, cuando su regreso a la élite del deporte rey del automovilismo de la mano de Aston Martin ha sido acogido con gran entusiasmo tanto dentro como fuera de la parrilla.
La cuarta posición del asturiano en el Mundial de pilotos ha sido clave para que la escudería británica concluyese quinta entre los constructores. Con ocho podios esta temporada, Alonso ha estado con los mejores como antaño, sin que su condición de integrante más veterano del campeonato (42 años) haya sido un hándicap. Todo lo contrario: la sapiencia de Magic le ha permitido disfrutar tanto como para poner este curso a la altura del de 2012, cuando alcanzó su récord de puntuación en la F1.
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Alonso, siempre inconformista, buscará nuevos retos para mantener el hambre y la ilusión intactos en 2024. “Esperemos que volvamos a ser competitivos, luchando por puntos y podios regulares, ojalá por nuestra primera victoria (ese sería el sueño), pero no podemos subestimar el desafío”, cuenta en una entrevista difundida por su propio equipo en las últimas horas.
Durante esa misma conversación, el séptimo hombre con más victorias en la historia de la F1 (32) no esconde que lo ocurrido en su estreno en Aston Martin ha sido algo prácticamente mágico. “Hay un par de momentos en tu vida, en tu carrera, en los que conectas con el coche de una forma diferente. Es difícil de explicar, pero eres uno con el coche, confías en el coche, estás haciendo cosas que inicialmente pensabas que no eran posibles: adelantar, o simplemente tomar una curva de una manera que no sonaba lógica cuando lo pensaste por primera vez. Y luego te encuentras haciendo cosas imposibles con el coche de forma regular. En cada entrenamiento, en cada sesión de clasificación y carrera. Algunas de las actuaciones de este año, como las de 2012, fueron en esa especie de región mística, donde puedes hacer cosas que crees que son contrarias a las leyes de la física”, asegura.
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El rendimiento de Alonso, tanto pasado como presente, le convierte en un espejo a seguir para otros nombres propios. Es el caso de Jenson Button, que acaba de anunciar su participación en el próximo Mundial de Resistencia tras haberse retirado de la F1 en 2016.
Alonso motiva a sus iguales
El británico, campeón del mundo con Brawn en 2009 (una de las historias más increíbles que ha dejado la F1), formará parte del equipo Hertz JOTA, conduciendo un Porsche 963. Entre las pruebas que disputará, se encuentran las 24 Horas de Le Mans, que Alonso ha ganado en dos ocasiones.
Button, que fue compañero del ovetense en McLaren durante dos temporadas, las últimas que pasó en la F1 (2015 y 2016), se ha acordado de él ahora que su vuelta al motor es oficial. “El deseo sigue ahí, eso es lo importante. Mira a Fernando Alonso, él es la prueba de que todavía se puede hacer a los 42 o 43 años”, ha comentado en una entrevista para la BBC.
“No sé qué pasará cuando llegue a los 50 (tiene 43), pero estoy muy contento por cómo estoy en este momento. Todavía estoy en mi mejor momento…”, ha confesado también. Cuando corrieron juntos, Button se impuso en 2015 (decimosexto frente a decimoséptimo en la tabla mundialista) y Alonso le superó en la campaña siguiente (décimo frente a decimoquinto).