Durante la mañana de este lunes, el famoso restaurante Filandón de Madrid, ubicado en el kilómetro 1,9 de la carretera Fuencarral-El Pardo, ha sufrido un atraco por dos encapuchados armados. Los asaltantes iban llenos de armas de fuego listas para amenazar al personal que estuviera en ese momento.
El grupo de delincuentes ha logrado hacerse con el dinero acumulado en una caja fuerte que estaba escondida dentro de las instalaciones del restaurante. Aunque la cifra exacta del hurto aún no ha sido confirmada, las estimaciones iniciales que ha llevado a cabo el dueño del negocio apuntan a que podría ascender a unos 50.000 euros.
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El atraco se produjo en un momento en el cual el negocio había acumulado la recaudación del fin de semana, una práctica habitual que, en esta ocasión, ha derivado en un contundente golpe financiero para los propietarios. La ausencia de detalles precisos sobre cómo se llevó a cabo el robo y la identidad de los asaltantes refleja la cautela con la que operaron los perpetradores. Un operativo policial se encuentra en marcha para esclarecer los hechos y dar con los responsables del incidente.
Un robo rápido y sin heridos
El robo tuvo lugar alrededor de las 08:30 de la mañana de este lunes, y aprovecharon justo el momento en el que los empleados estaban iniciando sus labores de carga y descarga diarias que realizan nada más abrir el establecimiento.
Dos individuos con capuchas pararon su vehículo en el estacionamiento y entraron en el local caminando. Sin hacer destrozos en las puertas ni estampar el coche en los cristales del restaurante.
Ambos se dirigieron directamente a las oficinas, donde amenazaron a una empleada con un arma de fuego. La trabajadora entregó el dinero en efectivo, tras lo cual los ladrones regresaron a su automóvil y huyeron del lugar.
En el momento en el que salieron por la puerta después de coger todo el dinero, los empleados avisaron de inmediato a la Policía Nacional que acudieron al lugar junto a los Agentes de la Brigada Judicial y de la Policía Científica, para tomar declaraciones a los empleados que se encontraban en ese momento en el restaurante. También aprovecharon para recabar huellas e imágenes de las cámaras de seguridad. Tras las visualizaciones, han comprobado que las puertas no estaban forzadas.
Los agentes ya han puesto en marcha un dispositivo de búsqueda y captura de los asaltantes. Aunque el caso no se ha cerrado, algunos agentes piensan que se trata de un atraco con santo y que podría haber sido planificado con el apoyo de alguna persona que haya trabajado en algún momento en el restaurante o que a día de hoy siga trabajando y sepa exactamente el lugar donde guardan el dinero.