Cuando uno echa la vista atrás y piensa en una franquicia de acción que mereciera la pena de la última década, es difícil que los árboles de superhéroes y sus universo cinematográficos no dejen ver el bosque. Pero en esa maraña de superproducciones se mantiene erguida y firme la trilogía de El planeta de los simios, una saga que, sin sobresalir por encima del resto ni tampoco disgustar a nadie, ha ido siendo cada vez más valorada con el paso del tiempo. Una historia que, aunque pudiera parecer que se quedase a medias, ahora está a punto de tener la continuación que merecía.
Inaugurada en 2011 con El origen del planeta de los simios, esta trilogía buscaba hacer un borrón y cuenta nueva diez años después de la denostada El planeta de los simios de Tim Burton. En este reboot se nos contaba la historia de César, un primate con un intelecto excepcional que, a pesar de entablar relación con el científico Will Rodman (James Franco), terminaba volviéndose contra la especia humana y liderando una revolución animal. La primera entrega tendría su continuación con El amanecer del planeta de los simios y posteriormente La guerra del planeta de los simios, dirigidas ya por Matt Reeves y que se convirtieron en auténticas revelaciones de taquilla entre los años 2014 y 2017.
Aquellas películas eran la demostración no solo de que tantos años después de la primera película de El planeta de los simios -la de Charlton Heston de los años 60- el poder de la saga seguía vigente. Eran la demostración de que otro cine era posible; uno que supiese combinar los avances del digital -encarnados en el César de Andy Serkis y su traje de captura de movimiento- con el aroma a cine clásico de aventuras, una película de un presupuesto holgado sin llegar a las superproducciones de Marvel -la primera costaría 90 millones por los casi 500 que generaría- y que además no necesitaba de grandes actores para triunfar en taquilla. En definitiva, los últimos vestigios de un modelo alternativo de cine que parecía que no se consolidaría. O eso pensábamos.
El final de la última entrega, La guerra del planeta de los simios, dejaba un sabor agridulce y la sensación de que Matt Reeves había hecho un gran trabajo pero este se había quedado a medias. Un gran vacío que parecía incapaz de llenarse pero al que ahora se enfrentará Wes Ball, director de la saga El corredor del laberinto y encargado de volver a reiniciar la saga con El reino del planeta de los simios. Porque, aunque tendrá en cuenta la figura de César y los acontecimientos de la anterior trilogía, no se tratará de una cuarta película, sino de una trilogía completamente nueva.
“De las cenizas haremos un nuevo árbol”
“Esas tres últimas películas eran sobre el final de algo. Eran sobre el final de esta historia de Moisés. Eran sobre el fin de la humanidad”, explica Ball, el arquitecto encargado de dar forma a esta nueva trilogía, que contará con algunos de los guionistas de las anteriores entregas como Rick Jaffa o Amanda Silver. “Y pensamos: ‘De las cenizas de esas películas anteriores, vamos a hacer crecer un nuevo árbol al que trepar’. Esta película trata del principio de algo”, explica el director de El corredor del laberinto, saga en la que pudo probar su talento para el cine de acción al tiempo que cogía experiencia para un reto mayor.
Ese reto, titulado El reino del planeta de los simios, se situará hasta 300 años después de los eventos de La guerra del planeta de los simios, con la muerte de César ya no tan presente pero sin por ello olvidar la figura indispensable que fue para la revolución de los primates. “César es casi una figura religiosa, y Próximo ha adoptado el nombre de César porque era el cargo más alto que se ostentaba en la sociedad simia”, explica el actor Kevin Durand, quien tomará el testigo de Andy Serkis con el traje de captura de movimiento para dar vida a Proximus Cesar, el nuevo líder de los simios que gobierna con mano de hierro.
No obstante, el protagonista en este caso no será quien ostente la corona, sino un joven primate llamado Noa, un héroe inesperado que comenzará a cuestionarse la tiranía de Proximus César y de su estirpe en general, mientras empieza a tirar del hilo que lleva hasta César y que un día unió a simios con humanos. “Parte de su viaje consiste en descubrir ese legado y sus diversas interpretaciones. Noa tiene que dar sentido a lo que todo eso significa”, argumenta Owen Teague, el otro actor encargado de interpretar al primate.
Habrá que esperar hasta mayo de 2024 para descubrir hasta dónde lleva este viaje y sobre todo cómo se asientan estos nuevos personajes dentro del ya extenso y ambicioso mapa que es la saga del Planeta de los simios. Las semillas están ahí, pero solo el tiempo dirá si terminan cogiendo forma y dando lugar a un nuevo árbol que, como las películas de Matt Reeves, pueda mantenerse firme en un bosque cada vez menos poblado de vegetaciones que merezcan la pena.