La mayor preocupación del Madrid de Chus Mateo no son los títulos: 9 de 14 jugadores acaban contrato en 2024

Por supuesto que interesará extrapolar el buen momento presente al tramo decisivo de la temporada, pero lo que más urge de cara al futuro es resolver la continuidad de piezas clave como Tavares o Hezonja

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Mario Hezonja tira a canasta frente al Bayern (Euroleague)
Mario Hezonja tira a canasta frente al Bayern (Euroleague)

En el presente más inmediato, la alegría es el estado de ánimo prácticamente imperecedero en el Real Madrid de baloncesto. No puede ser de otra manera cuando su balance global en lo que va de temporada 2023-2024 es de 27 triunfos y apenas dos derrotas, con una sensación de dominio abrumador que recuerda a los tiempos de mayor lucidez de la era Laso. La maquinaria funciona casi a la perfección, triturando rivales y convirtiendo a aquellos que no acaban pisoteados en protagonistas de una auténtica machada. Y, sin embargo, la satisfacción no puede ser plena (nunca es suficiente cuando de los blancos se trata) en la calle Goya.

Primero, porque el más difícil todavía es mantener este nivel cuando haya títulos en juego. Y, lo fundamental, porque el futuro de más de la mitad de la plantilla con la que cuenta Chus Mateo está en el aire. Echar un vistazo a los contratos de los baloncestistas que tiene en nómina puede ser motivo de temblar: hay hasta nueve hombres que, mientras no se diga lo contrario en los despachos, terminan su compromiso con el Madrid en 2024.

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Un caso eclipsa a todos los demás a nivel de preocupación: el de Edy Tavares. Erigido en mejor pívot de Europa a raíz del concurso que ha venido desarrollando en la capital española, su continuidad debería acometerse sin dudarlo por la importancia que tiene en el equipo. Sin embargo, a día de hoy no hay acuerdo, y las diferencias económicas (no está entre los más pagados del Viejo Continente, a pesar de todo) podrían llevarle a abandonar el conjunto merengue el próximo verano. Lo cual supondría una baja realmente sensible para este Madrid.

Tavares trata de anotar frente a Ibaka en el partido contra el Bayern (EFE/Juanjo Martín)
Tavares trata de anotar frente a Ibaka en el partido contra el Bayern (EFE/Juanjo Martín)

El problema es que Vincent Poirier, que está cuajando su mejor campaña como madridista, también saldría, ahora mismo, en el 24. Y lo mismo sucedería, rizando el rizo, con el joven Eli Ndiaye. Por lo tanto, se da la circunstancia de que la posición de ‘cinco’ puede dar un vuelco radical en la casa blanca de aquí a unos meses. Aunque el quebradero de cabeza, por desgracia, es generalizado.

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No se puede pasar por alto el hecho de que Dzanan Musa y Mario Hezonja están en idéntica situación que sus compañeros interiores. Desde que se lesionó Guerschon Yabusele, el croata se está reivindicando especialmente, aunque cualquiera de los dos balcánicos, popularmente conocidos como los brates, podría ser tildado de insustituible: son las principales fuentes de anotación del Madrid en Euroliga junto a Facundo Campazzo, por aportar un dato.

Campazzo y Yabusele, por cierto, son de los pocos integrantes del club que cuentan con un vínculo extenso: 2027 y 2025, respectivamente. El 25 es la fecha de término contemplada, además, para el recién recuperado Carlos Alocén y Alberto Abalde. Aunque la palma se la lleva Gaby Deck, que renovó hasta 2028 en junio.

¿Qué pasará con el núcleo duro veterano?

Por si las cosas no estuviesen ya suficientemente complicadas para la gerencia a la hora de determinar quién debería seguir y quién no, está el caso de los tres emblemas del equipo, que tantas veces parecen salidos de la fuente de la eterna juventud: Sergio Rodríguez, Sergio Llull y Rudy Fernández. Ni la bola de cristal más avezada podría determinar qué ocurrirá con ellos en el siguiente periodo estival.

Quizá se vayan los tres, dos o uno, pero resulta complicado creer que no lo hará ninguno. 2024 es su última parada hasta que digan lo contrario. Desde luego, en la cancha se empeñan en demostrar que, por mucho que la edad pese, quien tuvo, retuvo. No hay muestra más evidente de los galones que mantienen impolutos que la forja de la victoria contra el Bayern de su exentrenador. En los minutos decisivos, llevaron en volandas, como tantas otras veces, a los suyos.

Sergio Rodríguez y Sergio Llull celebran una canasta contra el Bayern (Euroleague)
Sergio Rodríguez y Sergio Llull celebran una canasta contra el Bayern (Euroleague)

Fabien Causeur es otro veterano de tradición igualmente notable en el Madrid que parece empeñado en seguir rindiendo al máximo. Con fecha de caducidad, cómo no, en 2024. A estos términos de expiración no escapa ni siquiera el técnico, que firmó hasta entonces al asumir el cargo. Si pensaban que la tela que cortar ‘sólo’ era prolongar la excelencia deportiva actual sine die, ya ven que el dilema contractual no se queda nada atrás: hay tarea por delante para Juan Carlos Sánchez y Alberto Herreros y el reloj siempre corre más rápido de lo que pensamos e incluso queremos.

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