Aquaman y el reino perdido no se ha estrenado aun en cines en nuestro país, pero parece que ya ha nacido gravemente herida. La película llega en un momento de clara reconstrucción para el Universo Cinematográfico de DC, con James Gunn al frente de esta serie de cambios. Ya dicen que para hacer una casa nueva a veces hay que derribar sus cimientos, y parece que en este caso esos cimientos podrían pasar también por ser todo rastro del DC de Zack Snyder, el cual incluía al Batman de Ben Affleck, el Superman de Henry Cavill, la Wonder Woman de Gal Gadot y, por supuesto, el Aquaman de Jason Momoa.
Tras los recientes fracasos de películas como Flash o ¡Shazam! La furia de los dioses, el nuevo intento por sacar a flote la franquicia superheroica no es otro que Aquaman y el reino perdido, secuela directa de la Aquaman de 2018 que dirgió James Wan. El director de Saw repite en esta nueva entrega, igual que actores como Nicole Kidman, Patrick Wilson, Amber Heard o sobre todo Jason Momoa, gran protagonista. Sin embargo, esta podría ser la última vez que viéramos al actor hawaiano encarnado al rey de los mares.
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“No quiero que esto sea necesariamente el final... pero no creo que sea realmente, una elección”, reconocía Momoa en una reciente entrevista con motivo del estreno de la película. El actor explica que el cambio de rumbo de la franquicia con James Gunn y Peter Safran -que fueron elegidos para dirigir el futuro de los proyectos cinematográficos de DC- implica que estos quieran “empezar su propia cosa nueva”.
A pesar de todo, Momoa tiene la pequeña esperanza de que las cosas aun estén a tiempo de cambiar. Es decir, cree que un repentino éxito con el estreno de su filme podría ser la llave para mantenerse en el personaje y seguir confiando en futuras películas de Aquaman. Aunque también es consciente de su dificultad y admite dudas con respecto a su continuidad en la franquicia. “La verdad es que, quiero decir, si al público le encanta, entonces hay una posibilidad. Pero ahora mismo, estoy como: ‘No tiene muy buena pinta’”.
El accidentado rodaje de la película
En Aquaman y el reino perdido nos reencontramos con el personaje de Arthur Curry (Momoa), más conocido como Aquaman. Tras varios años después de los eventos del primer filme, Atlantis vuelve a ponerse en peligro cuando Black Manta (Yahya Abdul-Mateen II) se hace con el Tridente Negro, una antigua y poderosa arma que ni el propio Aquaman puede hacer frente. Por eso tendrá que recurrir a su hermano y antiguo enemigo Orm (Patrick Wilson). AMbos hermanos tendrán que dejar a un lado sus diferencias y unir fuerzas para hacer frente a una amenaza común y proteger el que un día fue su hogar.
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A la espera de ver cómo funciona en taquilla esta nueva aventura, lo cierto es que la expectación en torno a esta película se trasladó en un momento dado al rodaje, que estuvo rodeado por el polémico caso de Amber Heard su exmarido Johnny Depp. Tal y como se pudo saber según el testimonio de la propia Heard durante el juicio, el rodaje de Aquaman y el reino perdido estuvo caracterizado por un gran caos que incluía al protagonista desfilando borracho por el set, o al menos es lo que aseguraba Amber Heard: “Jason dijo que quería que me despidieran. Llegaba tarde al set. Vestido como Johnny (Depp). Tenía todos los anillos también”, aseguraba la actriz, un testimonio que sería posteriormente desmentido por miembros del rodaje, pero que ya arrojaría ciertas sospechas.