La remuneración de los sacerdotes y obispos es un tema que suele generar algunos interrogantes entre la población, particularmente durante periodos en los que se invita a la ciudadanía a contribuir al sostenimiento de la Iglesia, como es el caso de la campaña de la declaración de la renta. En este contexto, se promueve la opción de marcar la casilla correspondiente en la declaración para asignar parte de los impuestos a la institución eclesiástica.
La cuestión sobre el salario de los religiosos no se restringe a un momento específico del año, ya que la Iglesia se somete a auditorías regulares y hace públicas sus cuentas anualmente a través de portales de transparencia.
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Específicamente, la Archidiócesis de Sevilla ha publicado una nota informativa sobre el salario de los sacerdotes y altos cargos eclesiásticos. El documento revela que, a partir de enero de este año, se acordó un aumento salarial para los 368 sacerdotes, quienes desde entonces reciben 900 euros brutos mensuales. Este incremento representa 300 euros más en comparación con lo percibido en 2010, y constituye un alza global del 45% en los últimos siete años.
En algunos casos, los sacerdotes asumen con sus salarios parte de los gastos del culto, como el pago de servicios básicos del templo, en parroquias cuyas finanzas no son tan sólidas.
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En cuanto a las remuneraciones de la jerarquía eclesiástica, se informó que el Arzobispo de Sevilla y el Obispo auxiliar reciben un salario idéntico de 1.258 euros, cifra que se ha mantenido constante desde 2016. Al igual que los sacerdotes, estos ingresos también están sujetos a fluctuaciones en función de las contingencias que puedan surgir.
Detenido un sacerdote por vender joyas ucranianas
La Policía Nacional ha recuperado en Madrid 11 piezas de oro valoradas en más de 60 millones de euros pertenecientes al patrimonio histórico de Ucrania que habían sido sustraídas hace siete años y exportadas ilegalmente para ser vendidas en España. En el operativo han sido detenidas cinco personas, entre ellas un sacerdote ortodoxo ucraniano. Los arrestados están acusados de un delito de blanqueo de capitales y de conformar una red criminal dedicada al tráfico ilegal de bienes culturales desde Ucrania, según ha informado la Dirección General de la Policía Nacional.
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Las joyas, que habían formado parte del acervo mostrado en una exposición de un museo de Kiev entre 2009 y 2013, salieron de Ucrania de forma ilícita antes de mayo de 2016. Tras la muestra, las piezas acabaron en poder del sacerdote ortodoxo quien, en connivencia con un segundo ucraniano y terceras personas, falsificó documentos que acreditaban su propiedad.
Todas las piezas, que pertenecen a la cultura greco-escita de los siglos VIII y IV a.C., están siendo estudiadas en el Museo Arqueológico Nacional y el Instituto del Patrimonio Cultural de España, por lo que la investigación policial continúa abierta. Las primeras pesquisas de la llamada operación Cuzco se iniciaron cuando los agentes tuvieron conocimiento de que una serie de joyas de oro de gran valor histórico y económico procedentes de Ucrania estaban siendo comercializadas por un ciudadano ucraniano afincado en Madrid.