Sergio Rico se sincera sobre el accidente que le tuvo casi un mes en coma: “No me acuerdo de nada, la sedación era de fentanilo”

El portero del PSG sobrevivió a la grave caída que tuvo en mayo y está deseando poder regresar al fútbol: “A la doctora la tengo frita. Le escribo cada dos por tres para ver cuándo puedo hacer deporte”

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Sergio Rico en la entrevista
Sergio Rico en la entrevista con COPE (COPE)

El accidente que dejó en coma inducido a Sergio Rico durante prácticamente un mes mantuvo en vilo al fútbol español. La gravedad del percance que sufrió el portero del PSG en mayo, cuando protagonizó una mala caída de un caballo en El Rocío, llevó a temer incluso por su vida. Sin embargo, todo quedó en un susto considerable y el futbolista pudo salir adelante, indemne y deseoso de poder volver al deporte en cuanto le sea permitido.

El ex del Sevilla decidió abrirse en profundidad con respecto a su percance en la madrugada de este viernes, cuando atendió a la Cadena COPE precisamente desde la ciudad andaluza, de donde es natural. Entonces, Rico concedió una extensa entrevista a El Partidazo de COPE, en la que abordó con todo lujo de detalles el suceso que le llevó a pasar los 26 días más duros de su vida. Sin ningún tipo de consciencia de la dramática situación que se daba a su alrededor.

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“Recuerdo llegar a Málaga, recogerme un amigo con el coche y caminar dirección a Ayamonte… Y no recuerdo nada más hasta después en el hospital”, reconoció el guardameta. A pesar de los esfuerzos que ha hecho a posteriori, no hay manera de adquirir lucidez sobre los momentos previos a su ingreso hospitalario. Aunque ha pasado “por los sitios” donde estuvo para tratar de hacer memoria, sigue en blanco: “No me acuerdo de absolutamente nada”.

Sergio Rico y su mujer
Sergio Rico y su mujer al recibir el alta (REUTERS/Marcelo Del Pozo)

También dio detalles sobre la fuerte sedación que se le dio. “Era de fentanilo. Incluso en el proceso de que me bajaron la sedación, porque no me lo pueden quitar del tirón, no recuerdo nada de ese proceso. Alba, mi mujer, me cuenta muchas anécdotas que pasamos con las enfermeras y familiares y no me acuerdo de nada”, expuso. “Cuando abrí los ojos, creo que estaban mi mujer y mi madre. El médico me preguntó si reconocía a mi mujer y se lo dije”, detalló, además.

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“Se hace duro y cuesta arriba, mi familia iba a visitarme y no tenían ninguna respuesta, sólo veían una persona dormida”, lamentó Rico. Incluso desvela que al principio le costó “hablar”, aunque no le ha quedado ninguna secuela por lo ocurrido. “Perdí 20 kilos… Pesaba sobre 92 y me quedé en 73. Ahora peso 88 kilos”, apuntó.

“Es un milagro”

“Estoy con ganas de que el médico me dé algo más de libertad porque yo me siento bien… Quiero volver a mi rutina y volver a sentirme futbolista”, aseguró Rico. Después de verlo todo “tan negro”, el sol ha vuelto a salir para él y los suyos: “Yo sigo siendo el mismo. Al final, fui el que menos he sufrido, no me he dado cuenta de la misa la media. Mi pensamiento no ha cambiado”.

Él lo tiene claro: “Si estuviese en mi mano, ya estaría pegando costalazos”. Pero se debe a las recomendaciones de los médicos. “Acato las órdenes de los doctores, que son los mandan y los que me han salvado la vida, sin pasarme lo más mínimo”. Por lo tanto, no le queda otra que llevar la situación “con demasiada calma”: “No está en mi mano”.

Sergio Rico atendiendo a los
Sergio Rico atendiendo a los medios (REUTERS/Marcelo Del Pozo)

Ante todo, Sergio Rico siente agradecimiento. “He tenido mucha suerte, gracias a Dios no tengo secuelas, me acuerdo de todo, coordino al hablar todo perfecto. Es un milagro, así lo dicen los médicos. Estamos aquí para seguir dando guerra y deseando volver al terreno de juego”, comentó en otro momento de su conversación con COPE. Sea como sea, quiere estar otra vez en activo en cuanto sea posible. “A la doctora la tengo frita. Le escribo cada dos por tres para ver cuándo puedo hacer deporte”, aseveró. Está por ver cuánto le cuesta cumplir su deseo, ya superados los tres meses de hospitalización que tuvo que afrontar.

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