Pedro Sánchez acelera la “normalización” con sus socios por la vía de los hechos en dos frentes y en apenas 24 horas

El PSOE fía su estabilidad al reforzar el diálogo con las diferentes fuerzas del arco parlamentario para revertir la “desconfianza”, en el caso de Junts, o ahondar en las relaciones ya existentes, como es el caso de EH Bildu

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Carles Puigdemont y Pedro Sánchez,
Carles Puigdemont y Pedro Sánchez, este miércoles en el Parlamento Europeo en Estrasburgo. (EFE/EPA/Ronald Wittek)

El PSOE afronta en esta legislatura el reto de mantener y reforzar los puentes con Junts, el partido heredero de la antigua CiU que hasta hace apenas unos meses no había participado en la gobernabilidad del país desde el procés catalán. Por otro lado, Pedro Sánchez quiere seguir dando pasos hacia la normalización de las relaciones con EH Bildu, socio imprescindible para los socialistas.

En su legislatura más delicada por los equilibrios dentro de la mayoría plurinacional que le volvió a aupar en la investidura, el PSOE fía su estabilidad al reforzar el diálogo con las diferentes fuerzas del arco parlamentario para revertir la “desconfianza”, en el caso de Junts, o reforzar las relaciones ya existentes, como es el caso de EH Bildu, para lograr la participación plena y constante de todos los actores en el juego de la política a nivel nacional.

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En apenas 24 horas, Sánchez dio dos pasos para avanzar en esta dirección. Por un lado, el acuerdo de los socialistas navarros con EH Bildu para desbancar a Cristina Ibarrola (UPN) de la alcaldía y convertir al candidato de la coalición abertzale en primer edil; por otro, Pedro Sánchez no ha negado la información adelantada por el secretario general de JxCat, Jordi Turull, en relación a una eventual reunión entre el líder de su partido, Carles Puigdemont, y el propio Sánchez.

Sobre este último asunto, Turull anunció en la mañana de este jueves este encuentro en el extranjero y sin mediador para “profundizar en la resolución del conflicto político” y “normalizar relaciones entre presidentes”. “Nos hemos emplazado a encontrar la fecha y el lugar. Lo importante es que se encuentren y hablen, en un encuentro como debe ser, sin fotografías ni logos de partido”, añadió en una entrevista concedida este jueves a Ràdio4 y La 2.

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El propio Sánchez, momentos antes de la reunión del Consejo Europeo en Bruselas, no negó esta posibilidad, aunque sí puso el foco en que sí tiene agendada la reunión con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, el próximo 21 de diciembre en Barcelona. “Veo mi agenda y lo que tengo es una reunión con Aragonès”, señaló, además de remarcar que su agenda es “pública y transparente”.

El secretario de Organización del
El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reciben a la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, durante su ronda de contactos. (Eduardo Parra / Europa Press)

Asimismo, la ministra portavoz, Pilar Alegría, preguntada por este encuentro en varias entrevistas televisivas, afirmó que no le “consta” esta cita: “No me consta que esté agendada. (...) No aparece. Lo que conozco es que no hay fijada esa reunión”, aseveró. En las filas socialistas ofrecen la misma versión: “No lo tenemos en la agenda”, apostillan fuentes de Ferraz sin desmentir la información del dirigente independentista.

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Más tarde, Turull aseguró además que el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, estaba al corriente de que anunciaría la reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el expresidente catalán Carles Puigdemont. “La portavoz quizá no estaba al corriente”, excusó.

De la promesa de traer de vuelta a Puigdemont a no descartar una reunión

Lejos de lo que ambos partidos podían pensar antes del 23 de julio, incluso durante las negociaciones para la investidura, la posibilidad de que Sánchez y Puigdemont se reúnan cobra cada vez más peso desde que el partido catalán pasara a formar parte de la mayoría de la investidura, cuyos votos serán determinantes para todas y cada una de las votaciones en el Congreso.

Carles Puigdemont, este miércoles en la Eurocámara

El propio secretario general del PSOE se ha jactado del nuevo rol adoptado por Junts con su regreso a la política estatal. En este sentido, los socialistas son conscientes de que, una vez aceptada la ley de amnistía, esta normalización en las relaciones con este partido pasa por el entendimiento entre sus líderes. El hecho de que Sánchez y Puigdemont intercambien mensajes ya no se descarta ante la posible vuelta del expresidente de la Generalitat a España.

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El cambio de planes y su apuesta por la normalización de las relaciones con Junts contrasta con las promesas realizadas por Pedro Sánchez en relación al líder del partido fugado a Bélgica. En la campaña de las elecciones de noviembre de 2019, Sánchez se comprometió a traer de vuelta al expresidente de la Generalitat: “Yo me comprometo aquí y ahora a traerlo de vuelta a España y que rinda cuentas ante la Justicia española”, y tras conceder los indultos, enterró la posibilidad de aplicar una medida de gracia a Carles Puigdemont, a quien recomendó “comparecer y someterse ante la Justicia”.

Cabe recordar que el anuncio de Turull se produce un día después de que Sánchez y Puigdemont coincidieran en el Parlamento Europeo, siendo la primera vez que compartían el mismo espacio públicamente desde el referéndum ilegal. Sin saludarse, ambos intercambiaron declaraciones en sendos turnos de intervención desde la tribuna. El líder de Junts aprovechó la comparecencia de Pedro Sánchez en la Eurocámara para advertirle de que “del incumplimiento nace la desconfianza” en el marco de la oficialidad del catalán en la UE, mientras que el líder del Gobierno abogó por transitar por “la vía de la política, la negociación y la Constitución” para superar definitivamente la situación vivida en Cataluña años atrás.

Cambio de posición sobre favorecer un gobierno de EH Bildu

En lo que a EH Bildu respecta, el acuerdo anunciado este miércoles para impulsar una moción de censura con Joseba Asirón (EH Bildu) como candidato abre otra nueva etapa en el marco de la normalización de las relaciones con la izquierda soberanista vasca. Ante el horizonte electoral en el País Vasco (los comicios están previstos para el primer semestre de 2024), este avance no compromete las alianzas de los socialistas con el PNV en este territorio. Al menos no todavía, tal como insisten fuentes de ambos partidos, más allá de que EH Bildu y PNV, que compiten por la primera plaza en este territorio, sean aliados parlamentarios de Pedro Sánchez.

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Aunque el líder del PSOE vasco, Eneko Andueza, ya avanzó que “el PSE-EE no va a hacer lehendakari al candidato de EH Bildu”, Pello Otxandiano, este acuerdo acaba con una idea que hasta hace muy poco defendían los socialistas sobre facilitar los gobiernos de EH Bildu. El propio Sánchez ha pasado de jactarse por haber facilitado la alcaldía a UPN para que los de Otegi no gobernasen en Pamplona a justificar la moción de censura por “responsabilidad” y para dar “estabilidad” a la ciudad. Al margen de este motivo, este gesto sigue la estela de los movimientos políticos que han acercado a estas formaciones desde 2018.

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