El regreso de Rafa Nadal cada vez genera mayor expectación dentro y fuera del tenis. Tras 11 meses inactivo por su lesión en el psoas ilíaco, el español, segundo jugador del circuito masculino con más Grand Slams de la historia (22), está culminando su puesta a punto. Hace unos días, anunció cuál será el primer torneo que disputará, una vez superada la baja más prolongada que se le recuerda: Brisbane. Volverá en el mismo país en el que se fue, ya que no está en competición desde el pasado Abierto de Australia.
El primer grande del curso, que Nadal ha ganado dos veces (2009 y 2022), le espera también próximamente. Al poco de reincorporarse, tendrá que afrontar un desafío de tanta envergadura como el que supone Melbourne. Con el añadido de que los rivales de entidad pueden esperarle ya en las primeras rondas, debido a que ocupa el puesto 668 de la ATP en estos momentos. Un condicionante que hace que tenga que tirar de invitaciones y/o ranking protegido para estar en los eventos más señalados.
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Brisbane le servirá de preparación para ser de la partida después en el grande australiano. Se trata de un ATP 250 que el balear sólo disputó en 2017, llegando hasta cuartos de final. En esa cita, habrá otros nombres propios como Holger Rune, Grigor Dimitrov, Ben Shelton o Andy Murray, aunque está claro que el hombre a seguir será Rafa. No debutará hasta los primeros días de enero, después de pasar las Navidades junto a su familia.
Antes de viajar a tierras australianas a finales de diciembre, Nadal ha emprendido un viaje de importancia para nada menor en su preparación. Kuwait le ha acogido para llevar a cabo los entrenamientos de intensidad más elevada que ha realizado últimamente. En la sede local de su academia, ha contado con la ayuda de uno de los jugadores más prometedores de la actualidad: Arthur Fils.
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La confesión de Fils sobre su experiencia junto a Nadal
Los vídeos que se han difundido en las redes sociales han dado motivos para el optimismo con respecto al estado en el que se encuentra Nadal a día de hoy. No han sido la única pista sobre esas sesiones junto al manacorense en las que ha participado el finalista de las Next Gen ATP Finals. Puede que la más reveladora, aunque se suela decir que una imagen vale más que mil palabras, la aporte, ahora, Ivan Ljubicic.
Protagonista precisamente de uno de los partidos más célebres de Nadal, la vibrante final del Masters 1000 de Madrid 2005 (cuando todavía se jugaba en pista dura), el exjugador croata dio el salto a los banquillos una vez retirado. Después de ser el último entrenador con el que contó Roger Federer, Ljubicic pasó a trabajar de forma destacada con la Federación Francesa de Tenis (FFT), a la que está ayudando a detectar talento mediante la dirección del programa Ambición 2024.
Por eso, tiene un contacto estrecho con Fils, que le ha contado de primera mano cómo le ha ido haciendo de sparring de Nadal, verdugo de Ljubicic en aquella remontada para la historia que acogió la capital española (3-6, 2-6, 6-3, 6-4, 7-6 [3]). “¿Nadal? Arthur me escribió para decirme que estaba jugando a un nivel muy alto. Siempre espero grandes cosas de Rafa”, reconoció el balcánico en una entrevista para Gazzetta dello Sport.
Antes de irse a Kuwait, Fils se atrevió incluso a desafiar a Nadal. “Tal vez no en la primera ronda, pero si puedo jugar contra él en la final de Roland Garros, eso me conviene. Si, con 19 años, puedo detenerle en Roland Garros, sería bueno”, llegó a comentar la perla gala.