La industria española aguanta la crisis energética mejor que la alemana, pero sigue teniendo menor peso en el PIB

Un informe de BBVA Research señala que el diferencial positivo de la producción industrial española se explica por un crecimiento más reducido del precio de la energía y por una mayor capacidad para diversificar fuentes de suministro energético

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Una empresa del sector industrial (EFE).
Una empresa del sector industrial (EFE).

El sector industrial ha acumulado varios shocks en los tres últimos años: los cuellos de botella tras la pandemia de la COVID-19, la crisis inflacionista y la crisis energética derivada de la invasión rusa de Ucrania. La industria europea se ha visto notablemente afectada por estos acontecimientos, aunque no todos los países han resultado igual de perjudicados.

La posición ventajosa de España para diversificar sus fuentes de suministro energético y una menor inflación energética han contribuido a que su industria haya aguantado mejor la difícil coyuntura que otros países más industrializados, como Alemania. Así lo refleja un informe elaborado por los economistas Miguel Cardoso y Diana Celine para BBVA Research en el que comparan la evolución de la producción industrial española y alemana desde 2021.

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Según destacan en el documento, la producción industrial “ha tenido un mejor comportamiento” en España que en Alemania desde que se produjo el incremento en el precio de la energía a mediados de 2021. Con datos de Eurostat se observa que el índice de producción industrial de España se situó en octubre de 2023 en torno a los 103 puntos, por encima del nivel de julio de 2021 (valor 100), mientras que la producción industrial de Alemania marcó 95 puntos. Este sector cayó de manera continuada en el país germano a lo largo de 2023 tras un estancamiento en 2022 en niveles inferiores a los de antes de la pandemia.

Los motivos señalados por los economistas para explicar el diferencial positivo español de los últimos años son, en primer lugar, un crecimiento más reducido del precio de la energía que ha producido ganancias de competitividad. Algo en lo que ha podido influir la excepción ibérica, aunque no se recoge en el documento. El segundo factor es una menor dependencia del gas ruso y mayor facilidad para diversificar sus fuentes de suministro energético a través del mar.

“Hay una lista de sectores que mostraron avances en la producción en España y que, sin embargo, tuvieron contracciones en Alemania”, señala el informe. Entre estos se encuentran partes de la industria donde la economía germana tuvo que lidiar con restricciones de oferta, como el suministro de electricidad y gas, o coquerías y productos refinados del petróleo.

También hay sectores que han registrado caídas en ambos países (las industrias intensivas en energía), pero estas han sido mayores en Alemania: fabricación de madera, fabricación de papel y fabricación de químicos. “En general, la evolución de la mayoría de los sectores industriales en Alemania fue peor que en España”, afirma el documento.

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Pese a este panorama general, también ha habido ciertas ramas de actividad industrial en las que ambos países han logrado incrementar la oferta: las industrias impulsadas por la pandemia (como la fabricación de productos farmacéuticos e informáticos) y las favorecidas por el cambio de modelo productivo más sostenible medioambientalmente (fabricación de material eléctrico). Finalmente están las industrias que se vieron afectadas por los cuellos de botella que surgieron durante el confinamiento, como es la fabricación de vehículos de motor, que ya ha recuperado su producción prepandemia.

Estancamiento de la producción industrial en un mercado global

La crisis de la industria alemana se refleja ya, además de en un menor crecimiento del PIB, en una pérdida de peso del sector industrial sobre el mismo hasta el 21,7% en 2022, ocho décimas menos que en 2019. No obstante, es una cifra de la que todavía queda muy lejos la industria española, con un 15,9% en 2022 (mismo nivel que en 2008) pese a crecer 1,5 puntos respecto a 2019.

El mejor comportamiento general de la producción industrial española sumado a un menor peso del sector industrial en el PIB, ha contribuido a que España tenga un crecimiento económico más intenso. Así lo señaló el Banco de España en un artículo publicado en octubre en el que afirmaba que el comportamiento de las ramas manufactureras españolas, intensivas en el uso de energía, ha sido “menos desfavorable”que en el conjunto del área del euro y, sobre todo, que en Alemania.

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Más allá de las diferencias entre países, el informe de BBVA Research señala que la evolución reciente de la producción industrial de España y Alemania apunta a “un estancamiento que parece más estructural y transversal” si se revisa la evolución histórica. Esto apunta a que, mientras no se solucione el entorno de elevados costes energéticos, “difícilmente se observará un repunte en la industria”. El mantenimiento de esta situación en el tiempo conllevaría un “peligro” para la competitividad e incluso para la “existencia de ciertos sectores”.

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