Hungría, Turquía, Grecia y otros siete países adelantarán a España en PIB per cápita: caerá hasta la posición 33 del ránking mundial en 2060

Así, a mediados de este siglo el PIB per cápita de nuestro país se situará al nivel del de Rumanía

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Países que adelantaran a España
Países que adelantaran a España en PIB per cápita en 2060.

Las previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) no son nada halagüeñas. El crecimiento del PIB, tanto de los países que conforman la organización con sede en País como los del G20, se ha ralentizado de manera muy significativa. Una tendencia que se profundizará durante los próximos años. Dentro de las proyecciones de esta institución, España es de las que peor paradas sale, perdiendo 10 puestos en el ránking mundial de PIB per cápita hasta 2060. Este descenso provocará que diez economías adelanten a nuestro país en este indicador, como es el caso de Hungría, Turquía o Grecia.

Según el análisis de las perspectivas a largo plazo de la OCDE, el crecimiento global va a virar a la baja: el PIB de los países que integran la organización y los del G20 crecía por encima del 3,5% allá por el año 2000, una cifra que ya se ha ralentizado hasta el 2,8% este año y que se prevé que siga frenando hasta el 1,7% en 2060. La institución achaca esta tendencia bajista a dos factores: la caída de la población activa de los países desarrollados como consecuencia de la elevada tasa de envejecimiento que registran y por el freno en la productividad de las economías emergentes.

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En el caso de España, uno de los países que más va a ver decrecer su PIB per cápita en los próximos años, la falta de relevo generacional en el empleo es ya una cuestión endémica. Una población envejecida, con una importante caída en la natalidad, se suma a la próxima jubilación de la generación baby boom, lo que generará una importante perdida de población activa. Así, a mediados de este siglo el PIB per cápita de nuestro país se situará al nivel del de Rumanía.

Concretamente, España pasará del puesto 23 en el ránking de PIB per cápita mundial -en el que se encuentra en la actualidad- al 33 dentro de poco menos de medio siglo. Este descenso permitirá que otras economías adelanten a nuestro país en este indicador, como es el caso de Grecia, Lituania, Hungría, Turquía, Portugal, República Checa, Polonia, Eslovaquia, Estonia y Letonia. En el análisis, la OCDE señala que sólo cuatro países registrarán un crecimiento de su PIB per cápita inferior al de España en este periodo: Luxemburgo, Estados Unidos, Suiza y Noruega. Sin embargo, estas cuatro regiones acusan un panorama muy diferente al de España, al tratarse de economías con un mercado laboral bastante robusto.

El envejecimiento, el talón de Aquiles de nuestro país

Sin duda, uno de los grandes lastres para el crecimiento en nuestro país es el mercado laboral. Las reformas de las pensiones, con el retraso de la edad de jubilación, no bastan para equilibrar los sistemas a largo plazo, según la OCDE, que insiste en que para compensar los efectos del envejecimiento demográfico hay que aumentar la tasa de empleo de la población de 55 a 64 años.

Esa tasa de empleo -porcentaje de personas que trabajan respecto al total del grupo- alcanzó un nivel récord del 64% en el segundo trimestre de este año, y que eso significa un incremento de casi ocho puntos porcentuales en diez años, pero también que sigue siendo muy inferior a la de la población de entre 25 y 54 años, que superaba el 82%. Las diferencias por países de las tasas de empleo entre los que tienen entre 55 y 64 años son bastante marcadas. Con las cifras de 2022, España está muy por debajo de la media, con el 57,7 %, como también Francia (56,9%), Colombia (55,2%), Costa Rica (54,2%) o, más todavía, Grecia (51,9%).

El principal reto que afrontan los sistemas de pensiones es el envejecimiento de la población. De acuerdo con las proyecciones actuales, el peso de los mayores de 65 años en el conjunto de los países miembros va a pasar del 18% en 2022 al 27% en el horizonte de 2050. Las reformas que se llevan a cabo tratan, en gran medida, de retrasar la edad a la que se jubilan las personas, y eso se consigue con el retraso de la edad a la que se pueden hacer valer los derechos de pensión, pero también con otro tipo de mecanismos que desincentivan las jubilaciones anticipadas.

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La edad “normal” media a la que una persona puede jubilarse con un periodo de cotización completo si ha empezado a trabajar a los 22 años es de 64,4 años, y subirá a 66,4 años para los que comienzan su carrera laboral ahora. En España, esa edad con la reforma de 2023 se mantiene sin cambios en los 65 años, pero en algunos países que tienen mecanismos de ajuste en función del aumento de la esperanza de vida, como Dinamarca, Italia, Países Bajos o Suecia, se situará en el futuro en 70 o más años.

Francia, que también ha llevado a cabo una reforma este año, que generó fuertes protestas en la calle y una dura confrontación política, la edad normal de jubilación va a incrementarse hasta 64,8 años. La salida precoz del mercado de trabajo -muy frecuentemente involuntaria- con mecanismos como las prejubilaciones hace que la edad efectiva de jubilación en España era en 2022 de 62 años para los hombres, frente a 64,4 de media en la OCDE, 63,7 años en Alemania o 65,2 en Estados Unidos, por no hablar de los 66,9 en México, 67,3 en Chile, 67,8 en Colombia y 68,3 en Japón.

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