Los 150 fieles de Ferraz: los supervivientes de las protestas se diluyen entre rezos al rosario y campanadas de Nochevieja

150. Ese es el cifra de manifestantes que desde el pasado domingo acude religiosamente a su cita con las protestas contra la ley de amnistía y el Gobierno de Pedro Sánchez en la madrileña calle Ferraz. En las últimas semanas, el número de asistentes se ha ido reduciendo paulatinamente, aunque poco más de un centenar de ellos continúan reinventándose, ahora con villancicos y una convocatoria para tomarse las uvas en Nochevieja junto a la sede del PSOE.

Cuando se cumplen 40 días desde el inicio de las protestas, el balance de detenidos es de un total de 78 arrestados por delitos de desórdenes públicos, resistencia y desobediencia a la autoridad y atentado. No obstante, la Policía Nacional mantiene abierta una investigación dirigida contra los agitadores ultra de las concentraciones, por lo que cabe esperar que en próximas fechas se produzcan nuevas detenciones.

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En el marco de ese operativo fueron detenidas cuatro personas identificadas a posteriori por los agentes tras el visionado de grabaciones de los instantes más violentos de las protestas. Entre ellos se encontraba el delegado en Madrid del partido ultraderechista Democracia Nacional, Pablo Lucini. Además, los funcionarios de la Unidad de Intervención Policial (UIP) han practicado un total de 1.978 identificaciones por la comisión de supuestas infracciones administrativas.

Las protestas más violentas también se saldaron con daños personales. Según indicó este miércoles desde la tribuna del Congreso de los Diputados el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la cifra de heridos en Ferraz alcanza los 52, de los que 50 son agentes de la Policía Nacional y los dos restantes, manifestantes.

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Así, Marlaska defendió, frente a los ataques de la ultraderecha, que la Policía ha actuado siguiendo los criterios de “congruencia, oportunidad y proporcionalidad”. El titular de Interior pidió reiteradamente a los diputados que “no politicen la actuación de los cuerpos policiales, ya que son esenciales para nuestra estabilidad institucional”.

En las últimas semanas, las protestas junto a la sede del PSOE han tomado una deriva muy diferente a las noches de disturbios y violencia que acumularon gran parte de los detenidos y heridos. Antes de la conformación del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, las concentraciones acababan cada noche en ataques contra los agentes y cargas policiales provocadas por, en palabras de Marlaska, “jóvenes con el rostro tapado y estética ultra”.

Con el paso de los días, las cifras de asistentes, facilitadas por la Delegación del Gobierno en Madrid, han ido cayendo hasta estabilizarse en unos 150 manifestantes diarios. Estas personas han protagonizado en las últimas jornadas rezos colectivos que llegan a denominar el ‘Rosario por la Unidad Nacional de España’. En esa senda de la reinvención de las protestas, la organización juvenil Revuelta lanzó la propuesta de tomar las uvas del próximo 31 de diciembre junto a la sede socialista. Para costear el particular cierre de año, piden donativos con el objetivo de alcanzar los 10.000 euros.