Djokovic confiesa el momento con Alcaraz que le supuso un punto de inflexión: “Me cabreó tanto...”

El tenista serbio desvela que su derrota en la final de Wimbledon ante el murciano le ayudó a mejorar. “Necesitaba hacer todo lo posible para ganar el US Open en suelo estadounidense. Y lo hice”, asegura

Guardar
Djokovic y Alcaraz durante las
Djokovic y Alcaraz durante las ATP Finals (REUTERS).

Cuando Novak Djokovic ganó su primer Grand Slam, el Open de Australia en 2008, Carlos Alcaraz apenas levantaba unos palmos del suelo y la raqueta con la que entrenaba ocupaba más espació que él. Ahora, una década y media después, el murciano y el serbio protagonizan la última gran rivalidad del tenis. “Pienso en Novak Djokovic casi en cada entrenamiento, no te voy a mentir”, declaró el español a su llegada a Shanghái para disputar el penúltimo torneo del año antes de las ATP Finals. “Él siempre me está llevando al límite. Creo que le hago más o menos lo mismo. Por eso hicimos una final memorable”, aseguró el serbio tras la última final que ambos disputaron en Cincinnati.

Ambos han reinventado la máxima rivalidad tenística este 2023 enfrentándose en cuatro ocasiones. La última, en Turín, se la apuntó el serbio (3-6, 2-6) sellando así su pase a la final de las ATP Finals que a la postre terminó ganando tras superar con claridad a Jannik Sinner. Como otras tantas veces ante otros tantos aspirantes mucho más jóvenes que él, Novak Djokovic volvió a prevalecer a sus 36 años y ese intangible retrasa su retirada. “Cuando los jóvenes empiecen a patearme el culo significará que es el momento de reflexionar, pero por ahora no está sucediendo. Mi motivación adicional está en esos jóvenes que tienen hambre de éxito y están inspirados para jugar lo mejor que puedan contra mí. En cierto modo, ellos despertaron la bestia que hay en mí”, reflexiona.

Te puede interesar: A la séptima va la vencida para el Atlético en Champions: ya gana en el Metropolitano como lo hacía en el Calderón

Wimbledon lo cambió todo

La derrota en Turín significó el broche de Carlitos a una temporada que, pese a los resultados y sensaciones de los últimos torneos, es la mejor desde que compite en el circuito. Sus seis títulos, en Buenos Aires, Madrid, Barcelona, Queens, Indian Wells y Wimbledon, derrocando en este último torneo a Djokovic y originando, sin saberlo, la indomable reacción del serbio. “La victoria de Alcaraz en Wimbledon me cabreó tanto que necesitaba hacer todo lo posible para ganar el US Open en suelo estadounidense. Y lo hice. Es una gran oportunidad para mí reinventarme y golpear más fuerte de lo que nunca hice. Alcaraz es el tenista más completo que he visto en años”, asegura Nole.

Carlos Alcaraz enciendo la iluminación navideña en Murcia

El serbio también se pronunció sobre su comportamiento en la pista, que en ocasiones se convierte en explosiones de rabia, rotura de raquetas y provocaciones al público. Algo que no parece afectarle a él. Y más bien le beneficia. “Podría explotar muchas veces, podría gritar en la cancha, pero prefiero reiniciarme y regresar. Sin duda, he roto muchas raquetas durante mi carrera, no estoy orgulloso de ello. Me avergüenzo de mí mismo cuando hago esto, pero al mismo tiempo me acepto como un ser humano imperfecto”, asegura el serbio.

Te puede interesar: Jonny Otto, el futbolista español apartado en Inglaterra por agredir a un juvenil, escupir a un entrenador y romper una televisión

Explosiones sobre la pista

En este sentido, advierte que ese regreso y vuelta a la tranquilidad después de un momento tormentoso es algo que ha trabajado y mejorado a lo largo de los años. “No es una virtud con la que haya nacido. Es algo que se trabaja. Yo la vengo trabajando durante años y hay diferentes técnicas, como la respiración consciente. Esta es una parte fundamental, especialmente en momentos en los que estoy bajo presión. Hay momentos en los que puede parecer que estoy tranquilo y centrado, pero quizá se está generando una tormenta dentro de mí. La mayor batalla siempre está dentro de uno, donde tenemos nuestras dudas y miedos. Lo siento en cada partido, es imposible pensar siempre en positivo o ser optimista todo el tiempo”, afirma.

Sus últimos años, sin embargo, también han estado marcados por su negativa a vacunarse contra la covid, decisión que le impidió entrar en Estados Unidos y Australia, donde siente que se convirtió en un “villano” tras ser expulsado del país al no vacunarse. “Tuve a todo el mundo en mi contra. He tenido esta experiencia en pistas, pero nunca había vivido eso en mi vida. No soy un antivacunas, tampoco un provacunas, estoy a favor de la libertad de elegir”, insistió sobre su postura.

Guardar