Se acerca el invierno y los hospitales de la Comunidad de Madrid vuelven a dar síntomas de estrés y saturación. En este caso, las Urgencias del Hospital Universitario Infanta Leonor han atravesado durante esta semana jornadas con tanta carga asistencial que no todos los pacientes ingresados tenían cama para pasar la jornada o subir a planta.
Durante la noche del martes y la mañana del miércoles, el hospital público ubicado en Villa de Vallecas registró en sus urgencias muchos más pacientes respecto a su capacidad para repartir camas. A lo largo del martes 12 fueron 62 pacientes los que quedaron pendientes de ingreso, mientras que a la mañana siguiente eran 53 los pacientes sin cama en planta.
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Los datos, desvelados por el sindicato Comisiones Obreras (CCOO), significan a juicio de la organización “la falta de diligencia de la Consejería de Sanidad en la puesta en marcha del plan de invierno”. Infobae se ha puesto en contacto con el Hospital Infanta Leonor y rebajan la posible alarma, dado que “pero en todo momento los profesionales están dando una asistencia adecuada a los pacientes en función de su prioridad clínica”, aunque reconocen que “el Servicio de Urgencias está registrando más presión asistencial por el incremento de las patologías respiratorias que conlleva la llegada del frío”. Para rematar, CCOO asegura que “el plan fallido de Atención Primaria pactado por Ayuso, y el tardío Plan de Invierno en los hospitales provocan el colapso paulatino de las urgencias hospitalarias”.
Cada verano y cada invierno, los hospitales de Madrid viven escenas de saturación, ya sea por la falta de sustituciones en las planillas estivales o por los equipos, que demandan más contrataciones para hacer frente a esas jornadas en las que muchas veces se ven desbordados. Este último mes de agosto, un total de 31 trabajadores de la urgencia del Hospital Universitario de La Paz notificaron ante un juez el colapso del servicio para denunciar la falta de medios que tienen para lidiar con los problemas inesperados y también para dejar constancia de su precariedad en el caso de que ocurra alguna desgracia sanitaria.
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Los planes de Ayuso para la sanidad madrileña
Una crítica al déficit estructural que sufre la Comunidad de Madrid llega desde las urgencias extrahospitalarias, espacios aledaños a los centros de salud que operan cuando estos cierran y que tienen como utilidad que la ciudadanía acuda por problemas menores, para así no colapsar las urgencias de los hospitales. La reforma ideada por el gobierno de Isabel Díaz Ayuso durante la anterior legislatura y que el pasado noviembre cumplió un año no ha dejado de recibir críticas por los propios sanitarios e incluso fue el punto de partida para la masiva manifestación ciudadana que vivió Madrid en octubre de 2022.
Tras la reforma del Gobierno de la Comunidad, los SUAPS (centros en la ciudad de Madrid) y los SAR (centros en los pueblos y ciudades de la Comunidad) pasaron a denominarse Puntos de Atención Continuada (PAC), un total de 78 espacios que se reparten por toda la región. Desde el comienzo del proyecto existieron críticas por la falta de sanitarios. Los SUAPS, cerrados durante dos años por decisión de la Comunidad de Madrid, reabrieron ya como PAC en 2022 y en lugar de contratar personal se repartió el que ya trabajaba en los SAR. El doble de centros para el mismo número de trabajadores, decisión que provocó sobrecargas de trabajo en los sanitarios de la región y una degradación del servicio que se daba en estos centros rurales.