‘Los Farad’, protagonizada por Miguel Herrán: tráfico de armas y lujo chabacano en la Marbella de los 80

El director Mariano Barroso ha encontrado su espacio en los últimos años dentro de la ficción para plataformas. Comenzó con la miniserie El día de mañana (Movistar Plus+), a la que seguiría Criminal: España (Netflix) y La línea invisible (Movistar Plus+), esta última basada en los inicios de la banda terrorista ETA y el primer asesinato que perpetró en su historia de violencia y terror.

Ahora, da un paso más allá, sobre todo a nivel de producción en Los Farad, una serie para Prime Video en la que despliega un universo de lujo y mafia a través de una familia que se dedica al tráfico de armas en la Marbella de los años 80.

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Así, a lo largo de 8 episodios, el espectador accederá a ese mundo de excesos y violencia a través de los ojos de Oskar (Miguel Herrán), un monitor de aeróbic del barrio de Aluche que sueña con abrir su propio gimnasio. Un día, ayudará a una joven que está siendo intimidada por un hombre sin saber que se trata de la hija de uno de los mayores magnates del negocio armamentístico a nivel internacional, Leo Farad (Pedro Casablanc).

Ella es Sara Farad (Susana Abaitua), que quiere formar parte del negocio familiar y poco a poco irá introduciendo a Oskar en la estructura.

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“Después de La línea invisible, que era tan intensa, quería hacer una comedia en Andalucía. Pero nos cruzamos con un libro de David López Canales que se llamaba El traficante: La asombrosa historia de Monzer Al Kassar. Armas, espías y operaciones secretas en la Marbella de la jet y ahí encontramos un hilo del que tirar”, cuenta Mariano Barroso a Infobae España.

Se puso a trabajar en esa idea junto Alejandro Hernández, su colaborador habitual y quisieron darle forma a través del anhelo de pertenecer a una familia cuando no la tienes. El personaje de Oskar, que ha vivido sumido en el desarraigo, constituyó para ellos la clave para explicar esa fascinación por un clan que, aunque se dedique a la delincuencia, le ofrece la oportunidad de formar parte de él.

“Había además otros elementos muy atractivos: contar todo ese mundo del comercio de armas durante la Guerra Fría y después, Marbella, ese lugar tan estrambótico en esa época en el que había millonarios que no se sabía de dónde habían salido y que ocupaban las portadas de la revista Hola”.

Barroso y Hernández se embarcaron en una exhaustiva búsqueda de información y documentación sobre la época, para tratar con rigor toda esa parte oscura del tráfico internacional que se organizaba desde Marbella. “Manejamos mucha información, todo lo que ocurre está basado en hechos reales, pero versionados a través de la ficción. Por ejemplo, el secuestro del barco Achille Lauro por parte del Frente de Liberación Palestina, nosotros lo trasladamos a un hotel. Es el privilegio de los que escribimos, poder hacer ficción para contar una realidad. La realidad necesita reglas, la ficción, no”

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En Los Farad, además de Miguel Herrán, Susana Abaitua y Pedro Casablanc, el resto del clan lo compone Nora Navas, como la matriarca, y sus otros dos hijos, a los que interpretan Amparo Piñeiro y Adam Jezierski. Además, también participan Omar Ayuso y Fernando Tejero, en el papel del tío de Oskar, experto en explosivos y que se encargará de fabricar napalm casero, al mismo tiempo que intente, sin conseguirlo, que su sobrino no se deje deslumbrar por la familia.

En cuanto a Sara Farad sorprende que sea una mujer joven que intenta introducirse en un negocio totalmente masculino, sobre todo en una época en el que el empoderamiento femenino no era tan frecuente. “Ella feminista a su manera, su meta es convertirse en la primera mujer traficante de la historia. Y está convencida de que puede hacerlo. Es una licencia, pero siempre han existido personas con aspiraciones y era muy potente que desafiara las convenciones de la época para legitimarse a sí misma”, cuenta Alejandro Hernández.

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“Hoy Sara Farad no tendría los mismos obstáculos, porque si tú eres la más lista y la más preparada, ¿por qué no vas a encargarte de los negocios familiares? Pero eso, nos servía para acercarnos en la realidad actual a través de una nueva sensibilidad”.

Al final, a Mariano Barroso no le salió una comedia, pero Los Farad está repleta de humor muy negro. “Desde el momento en el que cuentas la Guerra Fría desde el punto de vista de un monitor de aeróbic de Aluche, ya hay un toque ácido. Si hubiéramos abordado esta historia desde la solemnidad y la seriedad más absoluta, sería algo completamente diferente”.