La decisión de Telefónica de abrir la posibilidad de introducir salidas forzosas en el ERE, que afectará a 5.124 trabajadores de las tres compañías que la operadora tiene en España: Telefónica Móviles, Telefónica Soluciones y Telefónica España, no ha gustado a los sindicatos, que rechazan “rotundamente esta posibilidad” y se oponen a cualquier expediente de regulación de empleo “que no persiga la voluntariedad”.
La propuesta de la teleco ha sorprendido a los sindicatos, que hasta ahora descartaban que llevara a cabo un ERE forzoso. Según Jesús García, secretario general de Sumados-Fetico, que junto a UGT y CCOO son los sindicatos mayoritarios, “si la operadora persiste en realizar un ERE forzoso, acabaría con la paz social que siempre ha tenido Telefónica”.
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La empresa informó a los representantes de los trabajadores en la presentación del ERE que el “excedente funcional” es de 81 trabajadores en Telefónica Soluciones, de 958 en Telefónica Móviles y de 4.085 en Telefónica de España, y vincula la voluntariedad del despido colectivo a que se alcancen las cifras deseadas por la empresa.
Demasiadas salidas
Los sindicatos no ponen en duda la memoria presentada por la operadora en la que justifica los motivos que han llevado a su dirección a representar el ERE. Es más, según UGT, “hemos denunciado numerosas ocasiones los efectos negativos que la actual regulación europea de las telecomunicaciones y la elevada presión competitiva existente en nuestro país comportan sobre nuestro sector”.
Sin embargo, no comparten la visión de que todos los factores sean “externos, inevitables o no imputables” a decisiones tomadas a lo largo de los últimos años por la dirección de Telefónica. Tampoco consideran “aceptable” que el resultado de la robotización, de la automatización y del uso de herramientas de Inteligencia Artificial redunde en destrucción de empleo y por tanto, no comparten que el ERE afecte a 5.124 puestos de trabajo, “ni la división realizada entre áreas y actividades de la compañía afectadas o no, a criterio de la empresa, por el despido colectivo”, señalan desde UGT.
Los sindicatos insisten en que no es necesario un ERE: “No hace falta una nueva reducción de plantilla”, asegura Diego Gallart, portavoz de UGT. Argumenta que antes de acometer un nuevo ajuste de empleados, la operadora “tiene la posibilidad de internalizar funciones y llevar a cabo un reciclaje profesional de los trabajadores que se hayan podido quedar un poco desfasados en su capacitación y así asegurar la empleabilidad de la plantilla”. También proponen fomentar la movilidad funcional voluntaria.
O todos o ninguno
Los representantes sindicales señalan que no aceptan hablar de excedentes y reajustes que afecten solo a los trabajadores sin conocer qué acciones se van a tomar con el área directiva que ha tenido la “responsabilidad de prever y evitar” la situación actual. “Consideramos que, si se produce una extinción de puestos de trabajo, ese mismo porcentaje de afectación y baremo de edad debe extenderse también al área de dirección”.
Tampoco están dispuestos a que existan áreas y actividades de la compañía que no estén afectadas por el despido colectivo, es decir, las conocidas como áreas críticas, que impedirían a los que trabajan en ellas acogerse voluntariamente al ERE.
Por ello, “no sólo tiene que reducirse significativamente la afectación, sino que, además, el acuerdo que alcancemos debe ser universal, extensible a toda la compañía y debe posibilitar que, aquellas personas a las que la empresa no permitió acogerse voluntariamente al último Plan de Salidas Incentivadas por pertenecer a un área considerada como crítica, ahora tengan la posibilidad de, si lo desean, extinguir su relación laboral con Telefónica por esta vía”, inciden desde UGT.
Sin convenio no hay ERE
Los sindicatos insisten en que el ERE y el III Convenio Colectivo de Empresas Vinculadas (CEV) forman parte de una negociación conjunta, por lo que han exigido a la operadora que la negociación del convenio vaya “acompasada” a la del ERE: “En ningún caso habrá acuerdo si no se alcanza también un acuerdo para el III CEV que garantice la estabilidad y los derechos de las personas trabajadoras”.
Según Diego Gallart, “hemos dejado muy claro a la empresa que no va a haber ERE si no hay convenio. Tienen que ir las dos negociaciones a la par porque a los sindicatos nos interesa negociar el convenio y a la empresa el ERE. Nuestro posicionamiento será único. No negociaremos en diferentes tiempos o diferentes acuerdos”.