Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, presidente del Gobierno y líder de la oposición, se reunirán previsiblemente antes de que finalice el año para abordar, entre otras cuestiones, la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Este mandato constitucional se incumple desde hace cinco años tras el bloqueo de los populares a actualizar el órgano de gobierno de los jueces.
Los líderes de los principales partidos del país afrontan su compromiso de volver a sentarse en la misma mesa con el reto de dar salida a este asunto, pero las posiciones totalmente distanciadas y las fuertes acusaciones intercambiadas en los últimos días a cuenta de la Constitución alejan las posibilidades de entendimiento más allá de la predisposición a reunirse.
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La tregua verbal no llegó ni durante la celebración del 45 aniversario de la Carta Magna en el Congreso. Sánchez anunció que llamaría a Feijóo para reunirse durante este mes de diciembre con tres objetivos: buscar un acuerdo sobre la renovación del CGPJ, abordar la “financiación autonómica” y la reforma del artículo 49 de la Constitución para suprimir el término “disminuido”. “Quiero que sea una negociación de verdad”, añadió el presidente del Gobierno en una conversación informal con los periodistas.
Feijóo recogió el guante y mostró su predisposición a acudir, pero previamente había acusado a Sánchez en el patio del Congreso de “liderar un movimiento contra la Constitución” tras su pacto con los independentistas para la aprobación de una ley de amnistía. Esto lo definió como un incumplimiento de la ley de leyes al reprochar que “hoy, en España, ya todos no somos iguales ante la ley”.
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Esta acusación en torno al supuesto incumplimiento del mandato constitucional (el tribunal de garantías todavía no se ha pronunciado sobre la ley de amnistía, que comienza este martes su tramitación parlamentaria) demuestra que Feijóo “sigue abonado a la hipérbole, con expresiones subidas de tono y afirmaciones falsas”, como lamentaron fuentes socialistas.
Por su parte, Pedro Sánchez ha denunciado en los últimos días como lawfare el bloqueo del CGPJ, que atribuye al líder de la oposición. “Sí existe el lawfare en España. Es el que practica el PP. Es la politización de la Justicia. No hay mayor politización de la Justicia que bloquear el CGPJ por no querer reconocer el resultado electoral”, abundó el secretario general del PSOE este viernes en Espejo Público.
En la misma entrevista, Sánchez propuso una mesa de trabajo para abordar los grandes asuntos que el país tiene pendiente, pero poco después, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, se cerró a abrir esta vía al advertir de que no van a colaborar “en el blanqueamiento de esas mesas que le exigen aquellos que le chantajean para seguir siendo presidente del Gobierno”, en alusión a los espacios de diálogo del PSOE con Junts y ERC.
Sin espacio para la tregua, el portavoz del PSOE en el Senado, Juan Espadas, afeó el rechazo de los populares a la propuesta de Sánchez. “El PP y Feijóo tienen que decidir de una vez por todas si esta legislatura la va a dedicar exclusivamente a intentar bloquear y decir no a cualquier posibilidad de acuerdo con el Gobierno, o sencillamente asumen el resultado de las elecciones, el Gobierno constituido y empieza a ser algún día oposición útil”, señaló en unas declaraciones remitidas a los medios.
Intercambio de reproches en el Congreso y el Senado
En medio de un clima de crispación y desconfianza, a la espera de que ambos dirigentes se citen, todas estas discrepancias encontrarán previsiblemente un nuevo altavoz en las Cortes. En el Senado, el líder socialista andaluz defenderá en el Pleno de este martes una moción para exigir al PP el fin al bloqueo del CGPJ, tachando las excusas de los de Feijóo para impedir su renovación de “injerencia intolerable”.
En el Congreso, ese mismo día, se debatirá la toma en consideración de la ley de amnistía, una medida que el PP frenará en el Senado y tratará de tumbar en los tribunales, mientras que el miércoles arremeterá contra el Gobierno en la primera sesión de control de la legislatura, aunque con la ausencia de Pedro Sánchez por su cita en el Parlamento europeo.
Para el debate sobre la amnistía, el PP pide una votación por llamamiento para “retratar” a los diputados que se posicionen a favor, lo que se tendrá que decidir a través de la Mesa del Congreso y la Junta de Portavoces. Acusan al Gobierno de tener “algo que ocultar” en la tramitación de esta ley, al pretender que no haya enmiendas, y al negar el informe del Consejo de Estado.
Los populares hablan de desconfianza total hacia el Gobierno, y advierten de que no negociarán el CGPJ “desde la mentira”. “Si quieren garantizar la independencia, estamos a su disposición”, señalan fuentes del PP. Advierten de que la fórmula es sin mediadores, sin esa “mesa de diálogo” que plantea Sánchez y que, a su juicio, blanquearía la de los independentistas.
“El único mediador es la Constitución”, sostienen las mismas fuentes de la Dirección nacional del partido. En este sentido, aclaran hasta dónde están dispuestos a llegar en esta reunión: solo hablarán del CGPJ si el Gobierno se abre a modificar el sistema de elección de los jueces, quieren tratar la financiación en el Consejo de Política Fiscal y Financiera y con presencia de todos los presidentes autonómicos, y no tocarán la Constitución sin que se garantice que sus socios no pedirían un referéndum.