Quién fue Leonard Bernstein, el músico que rescata Bradley Cooper en su nueva película

Después de debutar en la dirección con una nueva adaptación de Ha nacido una estrella, junto a Lady Gaga, Bradley Cooper vuelve a ponerse detrás y delante de la cámara con Maestro, un biopic en torno al compositor, pianista y director de orquesta Leonard Bernstein que se presentó en el pasado Festival de Venecia.

La película, una producción original de Netflix, se centra en la vida del músico tanto en su esfera pública, a través de sus éxitos profesionales, como en la privada, a través de la relación con su esposa, Felicia Montealegre, a la que interpreta Carey Mulligan.

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Maestro comienza con su debut como director de la Orquesta Sinfónica de Nueva York en 1943 cuando tan solo tenía 25 años y abarca hasta su vejez. Su carrera fue meteórica. Ese concierto inaugural se retransmitirá por todo el país alcanzando una enorme repercusión.

Después de la Segunda Guerra Mundial comenzaría su lanzamiento internacional. En 1949 dirigió el estreno mundial de Sinfonía Turangalila, de Olivier Messiaen y, después de la muerte del que fue su mentor, Serge Koussevitky (al que encarna en la película Yasen Peyankov) asumió la jefatura de los departamentos de música de Taglewood, aunque en 1958 pasaría a ser nombrado director titular de la Filarmónica de Nueva York, puesto que ocuparía hasta 1969, aunque ostentaría un cargo honorífico durante toda su vida.

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Berstein fue uno de esos directores cuyo carácter y personalidad lo catapultaron a la fama tanto dentro como fuera de los escenarios, donde siempre fue de lo más expresivo, hasta el punto de incluso trascender en la cultura popular de su época, participando en la televisión en una serie de 53 programas titulada Concierto para jóvenes en la cadena CBS, en la que se encargaba de explicar las piezas para todos los públicos. Una lecciones que sirvieron para promover su labor divulgativa a través de grabaciones por las que ganó un Premio Grammy.

Además, compuso tres sinfonías, dos óperas y cinco musicales, entre ellos West Side Story, aunque su primer acercamiento a las bandas sonoras fue gracias a Elia Kazan, que lo reclutó para La ley del silencio, por la que sería nominado a los Oscar. Abarcó todos los géneros, no había techo para él, desde la música profana a la religiosa y, en todos los campos, demostraba su pasión hacia lo que hacía.

Su vida personal fue de lo más tumultuosa. Se comprometió y rompió varias veces con la chilena-costarricense Felicia Montealegre, con la que finalmente se casó en 1951. Tuvieron tres hijos, Jamie, Alexander y Nina, pero el matrimonio pasó por muchos problemas, sobre todo por los escarceos amorosos de Bernstein, que reconocería finalmente su bisexualidad.

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La película que ahora se estrena era un proyecto en principio de Steven Spielberg que, a su manera, también homenajeó su figura en su nueva versión de West Side Story. Finalmente el biopic se ha materializado de la mano de Bradley Cooper, que para interpretar al personaje tuvo que utilizar una nariz postiza, algo que no ha sentado demasiado bien el colectivo judío, situándola como un caso de jewface, término que caracteriza negativamente las representaciones estereotipadas del pueblo judío.