Ecologistas en Acción advierte de que la tala de árboles en parques de Madrid no ha hecho más que comenzar: “Los convertirán en solares de obras”

Vecinos del entorno de Madrid Río y activistas medioambientales se han concentrado en el Paseo de Yeserías a primera hora de este lunes ante el inicio de las talas de árboles, un total de 523 en los distintos puntos por las obras de la línea 11 de Metro, promovidas por la Comunidad de Madrid. Los manifestantes sostenían pancartas con lemas como ‘No a la tala’ y ‘Metro sí pero no así’ cuando han llegado camiones y operarios para iniciar la tala, mientras que la Policía ha desalojado a activistas que se habían abrazado a algunos árboles tratando de impedir que los eliminen.

De forma paralela, las talas también han arrancado en el Parque de Comillas, en Carabanchel, motivo que ha llevado a los vecinos a convocar una protesta a las 16 horas ante las puertas del colegio Perú, según informa Europa Press.

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La tala de árboles que afecta a varios parques de la capital se debe a las obras de ampliación de la línea 11 de Metro que este lunes ha iniciado la región, a través de la Dirección General de Infraestructuras de la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, tras obtener la declaración ambiental favorable emitida por emitida el 14 de noviembre por la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior.

Desde Ecologistas en Acción advierten que estas serán “las primeras de muchas talas”, ya que las obras del metro afectan a varios barrios de la ciudad y aseguran que en los proyectos iniciales la cantidad de árboles afectados era menor. “Por decirlo de algún modo, esto es el inicio de una masacre”, resume Jesús Martín, portavoz de Ecologistas en Acción.

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En el caso del Parque de Comillas, explica a Infobae España, “el proyecto del que se informó en principio afectaba a muchos menos árboles y desde luego a muchas menos zonas verdes, pero durante el proceso de ejecución del proyecto se tomaron decisiones de manera unilateral y sin informarlo públicamente”, lamenta Martín.

En el caso del parque de Arganzuela, añade, tras las movilizaciones vecinales la Comunidad de Madrid presentó en verano un nuevo proyecto en el que se consideraban opciones para reducir la tala del arbolado, pero, según la organización ecologista, “es una medida insuficiente” porque se trata de cambios exclusivamente en las metodologías constructivas y no se plantean otros como la cambiar la ubicación de la estación. “Esto demuestra que la Comunidad Madrid en ningún momento está velando por la protección de las zonas verdes de la ciudad”, sostiene el portavoz.

Las decisiones tomadas por el gobierno regional que lidera Isabel Díaz Ayuso, añade Martín, implican que los parques queden “arrasados completamente para convertirlos en un solar de obras”.

Por su parte, la Administración madrileña ha informado de que se “va a reducir la masa arbórea apeada en un 50,9% de los 1.027 árboles que inicialmente se contemplaban para ser apeados”. Es decir, finalmente serán 523, según informa Europa Press. Esta reducción se produce por tres motivos: los cambios de ubicación de la subestación eléctrica fuera de los Jardines de Palestina, la modificación de la ubicación de otras instalaciones auxiliares necesarias para la ejecución de la obra y el aumento de ejemplares trasplantados.

Además, la reducción de árboles apeados, añade el Ejecutivo autonómico, también se debe a que la obra se hará finalmente mediante un proceso de extracción de tierras sin rampas, lo que permitirá reducir la superficie del terreno afectado en un 20%.

Las talas de árboles, recuerdan desde Ecologistas en Acción, suponen “una pérdida tremenda de patrimonio” en una ciudad que “ya está muy afectada” por la falta de zonas verdes y el aumento de las temperaturas como consecuencia del cambio climático. Por eso, advierten, proteger cada árbol “es importante”, más aún si se trata de árboles maduros y sanos que ya han arraigado.

Las actuaciones se ejecutarán sobre casi 7 kilómetros, que abarca el tramo comprendido entre Plaza Elíptica y Conde de Casal, y contempla dos nuevas estaciones, ubicadas en Comillas y Madrid Río. Las obras permitirán conectar con el resto de la red del suburbano y con los trenes de Cercanías y de Media y Larga Distancia en Palos de la Frontera, Atocha y Conde Casal, donde también se emplazará un nuevo intercambiador.

El proyecto completo de esta prolongación supone la unión de Cuatro Vientos con Valdebebas Norte, han destacado en la Comunidad. De esta forma, el Metro madrileño se ampliará en 33 kilómetros más y una veintena de estaciones que enlazarán además con la T4 del Aeropuerto Internacional Adolfo Suárez Madrid-Barajas.