La lotería de Navidad es uno de los eventos más esperados del año. Cada 22 de diciembre los medios nacionales abren sus cabeceras con el número del décimo ganador y las historias de los agraciados. Las lágrimas, el confeti, el champán y la euforia son las protagonistas de la jornada del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad.
En sus más de 200 años de vida, este sorteo ha sido partícipe de los episodios más crudos de la historia de España. No obstante, a pesar de las complicaciones, la euforia y la ilusión de la ciudadanía por este sorteo han logrado que este se sobreponga a la crónica negra del relato colectivo. De hecho, durante el periodo de la Guerra Civil se celebraron dos sorteos diferentes, uno por cada bando, lo que prueba de la importancia de la Lotería de Navidad para la población española. En este sentido, el sorteo ha ido adaptándose a las necesidades de cada tiempo y, para ello, ha tenido que hacer frente a distintas reformas y actualizaciones.
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Estos han sido los cambio en los premios de la Lotería de Navidad
La situación económica de España ha cambiado mucho durante los últimos dos siglos. Las épocas de bonanza no sólo se han alternado con periodos de crisis, sino que el ritmo y el coste de vida también ha variado mucho. Así, durante las últimas décadas ha cambiado tanto el valor de compra del décimo, como la cuantía total de los premios.
En el año 1870, el costo de un décimo de lotería era de 30 céntimos, y el premio principal se elevaba a 150.000 pesetas, lo que equivaldría a unos 900 euros en la actualidad. Ahora, en términos contemporáneos, esa cantidad aportaría un poder adquisitivo equivalente al de medio millón de euros, según las estimaciones de El Periódico.
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En 1920 el precio de compra de un décimo de loterías ascendió a los 60 céntimos. Por su parte, la dotación del premio subió a las 600.000 pesetas, que se traduce a 3.600 euros. Ahora bien, por aquel entonces esta cantidad podía liberar del trabajo asalariado al agraciado.
En la posguerra, el premio gordo llegó a los 1,5 millones de pesetas, unos 9015 euros. Ya en los años 50, el décimo tenía un costo de 400 pesetas y la cuantía del premio era de tres millones, una cantidad con la que se podían llegar a comprar hasta 20 casas, según informa Business Insider. Sin embargo, con el paso de las décadas, el gordo de la lotería perdió dotación económica con respecto al coste de la vida. En los años 90 el primer premio era de unos 30 millones de pesetas, unos 343.000 euros. A día de hoy, la dotación final del primer premio de este sorteo es de 328.000 euros, lo que supone un impulso económico considerable pero en la mayoría de casos insuficiente para poder dejar de trabajar.
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