La salida de Podemos del grupo parlamentario de Sumar no sorprende a nadie. Es más, por ambas partes se respira alivio. Los de Yolanda Díaz veían su presencia una situación completamente impostada: “Era una situación insostenible, todos sabíamos que tarde o temprano se iban a ir”, revelan fuentes cercanas a Sumar, porque “Yolanda no los iba a echar”, apuntan estas mismas voces.
Esta falta de sintonía entre Podemos, Sumar y las fuerzas que apoyan al proyecto de Yolanda Díaz es más que evidente. Aunque las formas siempre han sido distintas, la falta de confianza y equipo era evidente. En los sectores cercanos a Sumar se había aplicado una política de silencio, con la confianza en conseguir que las aguas se acabaran calmando. Sin embargo, Pablo Iglesias y el resto de actores en la órbita de Podemos mantenían una ofensiva político-mediática cuyo fin perseguía el choque y la ruptura. Tras consumarse esta ruptura, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha querido poner en valor “la generosidad, la valentía y la paciencia de Yolanda Díaz”. Lo ha dicho ante los micrófonos de LaSexta, tras ser preguntada por los últimos acontecimientos.
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García, junto al resto de ministros de Sumar, acompañaron el miércoles a Yolanda Díaz en los actos del 45 aniversario de la Constitución. La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar pidió a los cinco parlamentarios de Podemos “altura de miras”. “El Gobierno está siendo asediado por una política destructiva del PP y la extrema derecha que quiere desestabilizar al Ejecutivo”, aseguró.
“Lo que vimos ayer contribuye a la desafección ciudadana”, argumentó la vicepresidenta. “Las personas progresistas en España no comprenderían que se puedan poner en jaque políticas públicas buenas para la gente por interés de parte. Estoy segura de que nadie se va a confundir de adversario”, completó. Sobre esta idea han ido el resto de declaraciones, intentando poner el foco en la importancia de tener claro quién es el verdadero adversario político y a qué grupos y posturas se les debe hacer oposición.
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Fuentes de Sumar sostienen que Podemos lo único que quiere es ganar presencia mediática y hueco en el Congreso de los Diputados, cuestión que con la salida del grupo parlamentario logrará, pero no lo ha conseguido peso político, ni tampoco negociador, en el cual no tendrán demasiado margen de maniobra. “Lo van a tener complicado para explicar que votan lo mismo que Vox y el Partido Popular”, explican voces cercanas al grupo parlamentario.
Sumar pide el acta y paraliza las conversaciones
La portavoz de Sumar, Marta Lois, ha expresado que los cinco diputados de Podemos deberían devolver su escaño como un acto coherente con su decisión de dejar el proyecto político. Esta opinión se alinea con la postura de los comunes. Postura que los de Podemos siempre han defendido para evitar el transfuguismo. La propia Irene Montero exigió hace un año a la diputada Meri Pita que devolviera su acta como parlamentaria tras abandonar el grupo parlamentario de Unidas Podemos.
Ahora, desde Podemos intentan desligar el caso de Pita con el de la salida de sus cinco diputados. Isa Serra considera que la acción actual de los morados ha sido una medida colectiva y no personal, aunque la militancia no ha sido preguntada, cuestión de la que han hecho bandera y que aplicaron en otras ocasiones.
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La ruptura se produce en plenas negociaciones para conformar una coalición de izquierdas en Galicia. Unas negociaciones que se han paralizado: “Queremos saber si Podemos Galicia quiere construir Sumar Galicia con nosotros o no. Queremos garantías y un pronunciamiento público o privado de que existe voluntad de trabajar todas en la misma dirección”, revelaron el viernes fuentes de Sumar.